Durante las primeras semanas y meses del embarazo las náuseas son inevitables. En muchas ocasiones causan mucha molestia y malestar a la futura mamá.
Las náuseas, al igual que otras molestias estomacales típicas del embarazo, se deben principalmente a un aumento del estrógeno, que actúa sobre los músculos blandos del estómago y del conducto intestinal. Pueden presentarse a cualquier hora del día.
Las náuseas matutinas, acompañadas de vómitos en algunas ocasiones, no requieren atención médica. Pero si los vómitos se repiten muy a menudo se debe consultar con el médico.
Recomendaciones:
Desayuna todos los días. Si por las mañanas tienes nauseas, come unas galletas saladas al despertarte, aún antes de levantarte de la cama y permanece en la cama unos 20 minutos más. Un poco más tarde, come el resto del desayuno (fruta, avena, leche, yogur).
Realiza 5 o 6 comidas ligeras al día.
Lleva en el bolso unas galletas por si sientes mareos o náuseas en la calle.
Elimina de tu dieta los alimentos que no digieres bien.
Descarta frituras, grasas y condimentos.
Échate una siesta con los pies en alto después de comer.
Reduce los alimentos que produzcan gases.
Toma fruta, zumos y agua y realiza ejercicio esto ayuda a un mejor funcionamiento intestinal.
El bicarbonato no es aconsejable durante el embarazo, debido a su contenido en sodio.
No te automediques. Consulta con el médico si el ardor de estómago y los gases te molestan demasiado.
Después de cenar no te acuestes inmediatamente.
Duerme con la cabecera un poco elevada para que el estómago quede más alto y así evitar la acidez.