¿Cuándo pueden comer garbanzos los bebés?

¿Son seguros los garbanzos para mi bebé?

Los garbanzos son una excelente fuente de proteínas vegetales, zinc, hierro, fibra y fósforo. Pero si tienes un bebé de poco más de 6 meses y estás planeando incluir nuevos alimentos en su dieta, ¡querrás saber cuándo y cómo puedes incluir los garbanzos en su alimentación! Pues bien, ¡descúbrelo!

¿Cuándo se pueden introducir los garbanzos a los bebés?

Los garbanzos pueden introducirse en la dieta de los bebés a partir de los ocho meses de edad.

Beneficios de los garbanzos para los bebés

  1. Los garbanzos son una excelente fuente de proteínas. De hecho, los garbanzos y las judías son la principal fuente de proteínas en una dieta vegetariana. Las proteínas son necesarias para la creación de nuevas células, músculos, cartílagos, sangre, hormonas y enzimas en un bebé. Un bebé en crecimiento necesita grandes cantidades de proteínas para alimentar su crecimiento. Por lo tanto, dar garbanzos a un bebé satisface su necesidad de proteínas.
  2. Los garbanzos contienen un pequeño número de grasas poliinsaturadas. Las grasas insaturadas son esenciales para tu bebé, ya que ayudan al desarrollo del cerebro, proporcionan energía y suavizan la piel. Las grasas insaturadas también son necesarias para trasladar ciertas vitaminas liposolubles, de una parte del cuerpo a otra.
  3. Los garbanzos son una excelente fuente de hierro. El hierro es un elemento necesario para la creación de nuevos glóbulos rojos. Si el cuerpo no recibe la cantidad necesaria de hierro, no consigue crear nuevos glóbulos rojos, lo que provoca una disminución de los glóbulos rojos activos. Esta situación se denomina anemia. Por lo tanto, los garbanzos pueden prevenir la anemia en los bebés.
  4. El calcio es necesario para el crecimiento de los huesos y para mantener la salud de los dientes. También interviene en la contracción muscular y la estimulación nerviosa en su forma molecular elemental. Los garbanzos contienen calcio en cantidades adecuadas y pueden servir como fuente complementaria de calcio a la leche.
  5. Los garbanzos aportan la cantidad adecuada de fibra. La fibra ayuda a aglutinar los residuos de la comida y favorece el correcto movimiento intestinal. Las bacterias del intestino grueso pueden metabolizar la fibra de los garbanzos para producir "ácidos grasos de cadena corta" (AGCC). Estos AGCC sirven de combustible a las células intestinales, renovando su salud y reduciendo el riesgo de problemas de colon, como el cáncer de colon.
  6. Tu pequeño tiene un sistema digestivo que está en transición hacia los alimentos sólidos. Esto significa que necesita tener todo en su arsenal dietético para asegurarse de que obtiene la máxima nutrición. Los garbanzos contienen magnesio que ayuda al cuerpo a absorber mejor nutrientes como la vitamina B y la vitamina E.
  7. La presencia de fibra soluble, antioxidantes y grasas poliinsaturadas hacen de los garbanzos un alimento valioso para mantener la salud del corazón. Se ha visto que un consumo diario moderado de garbanzos reduce el colesterol LDL, los triglicéridos y el colesterol total en un periodo de un mes. Aunque los niveles de colesterol malo no suelen asociarse a la salud infantil, los niveles de colesterol se acumulan a lo largo de la vida. Por eso, los niños que crecen con sobrepeso tienen un alto riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares en el futuro.
  8. Los garbanzos contienen folato, que es un tipo de vitamina. Es necesario para la recreación del ADN, que ocurre cada vez que se crea una nueva célula, por lo que es una parte crucial de la formación celular y del crecimiento del niño.
  9. Los garbanzos contienen hidratos de carbono complejos, que el cuerpo descompone y de los que obtiene energía lentamente. La energía que se libera fácilmente de alimentos como el azúcar y el arroz blanco puede provocar picos y bajadas de azúcar en la sangre que podrían agravar la condición preexistente del niño de hipoglucemia o diabetes tipo 1. Una dieta rica en carbohidratos de liberación lenta de energía en lugar de los refinados (carbohidratos de liberación rápida) reduce el riesgo de diabetes de tipo 2 en el futuro. Es especialmente importante prestar atención a esto si los familiares, la madre o el padre tienen diabetes.
  10. El zinc ayuda al sistema inmunitario del bebé. También es esencial para el funcionamiento de más de 70 tipos de enzimas en el cuerpo.

Consecuencias del consumo de garbanzos para los bebés

Las legumbres como los garbanzos, que tienen un alto contenido en proteínas, pueden provocar gases intestinales en los niños pequeños. La gravedad de los gases varía de una persona a otra. Se aconseja introducir los garbanzos en pequeñas cantidades en la dieta del niño, dando tiempo a sus procesos metabólicos para que se acostumbren al nuevo alimento. Un poco de flatulencia no debe ser motivo de preocupación, sin embargo, si la gravedad de los gases es tan alta que provoca dolores de estómago y malestar, deja de hacerlo inmediatamente.

Los niños que son alérgicos a la soja o a otras lentejas, o incluso al látex, son propensos a ser alérgicos a los garbanzos. Además, si tienes un pariente con antecedentes de alergia a los garbanzos, lo mejor sería hacer una prueba de alergia en su hijo.

La alergia a los garbanzos suele provocar congestión nasal. A veces se precipita en brotes de eczema o urticaria. En casos extremos, puede incluso provocar anafilaxia.

Consejos para cocinar garbanzos fácilmente

  1. Enjuagar los garbanzos con agua corriente, frotándolos con los dedos y limpiándolos antes de ponerlos en remojo.
  2. Deja los garbanzos crudos en remojo toda la noche antes de cocinarlos. Si no dispones de toda la noche, pero sí de unas 5-6 horas, remójelos en agua tibia, para que se absorban más rápidamente.
  3. Tritura los garbanzos cocidos antes de dárselos a tu hijo. Así evitarás que queden duros, lo que podría suponer un peligro de asfixia.
  4. El remojo en agua y la posterior cocción duplicarán el tamaño de los garbanzos, así que mide en consecuencia.
  5. Los garbanzos son pesados, así que introdúcelos en pequeñas cantidades a tu bebé.
  6. Si a tu bebé no le importa el sabor, añade jengibre y ajo mientras cocinas los garbanzos. Éstos facilitan la digestión y reducen los gases.
  7. No añadas agentes suavizantes como la levadura en polvo cuando cocines garbanzos. Aumentará el contenido de sodio del alimento. Un alto contenido de sodio en la sangre se asocia con el aumento de peso, la hipertensión arterial y otras enfermedades relacionadas.

Recetas con garbanzos para bebés

Puré de garbanzos, plátano y calabaza

Ingredientes

  • Calabaza - 1 y ½ cucharadas
  • Garbanzos - ½ cucharada (remojados toda la noche)
  • Plátano - ½ plátano pequeño y maduro

Método

  1. Cocer a presión los garbanzos en 1-2 tazas de agua durante 4-5 pitidos.
  2. Picar la calabaza y cocerla con un poco de agua en una sartén hasta que esté blanda y pastosa.
  3. Triturar los garbanzos cocidos y la calabaza junto con las rodajas de plátano y servir en un bol.

Puré de garbanzos con manzana y pera

Ingredientes

  • Garbanzos - 1 cucharada (puesta en remojo la noche anterior)
  • Pera - 1 (cortada en dados)
  • Zumo de manzana - 6 cucharadas
  • Pasas - 1 y ½ cucharadita
  • Canela - 2 pizcas

Método

  1. Cocer los garbanzos en una olla a presión durante 6 pitidos. Escurrirlos y reservarlos.
  2. Poner la pera, las pasas y el zumo de manzana en un cazo y llevar a ebullición.
  3. Cuando alcance la temperatura de ebullición, reducir el fuego y continuar la cocción durante 2 minutos.
  4. Añadir los garbanzos y continuar la cocción durante 3 minutos.
  5. Añadir la canela y hacer un puré. Utilizar más zumo de manzana si está demasiado seco para batir.

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