¿Cuándo pueden comer higos los bebés?

¿Los higos son seguros para los bebés?

¿Pueden los bebés comer higos? Sí, los higos son seguros para los bebés. Son una gran fuente de nutrientes y fibra que pueden ayudar al bebé en su crecimiento y desarrollo. Los higos también son un agente antimicrobiano, que puede ayudar al desarrollo del sistema inmunitario del niño. Son beneficiosos para el sistema digestivo del bebé.

¿Cuándo pueden comer higos los bebés?

La mayoría de los bebés pueden comer higos frescos y completamente maduros en forma de puré o papilla a partir de los seis meses de edad. Una vez que se adapten al sabor y a la digestibilidad de los higos, puedes añadirlos a otros alimentos, como las papillas. Cuando el bebé tenga entre nueve y diez meses, dale pequeños trozos de higo para comer con los dedos.

Los bebés de entre seis y doce meses no deben comer higos secos, ya que suponen un riesgo potencial de asfixia. Si deseas alimentar con higos secos a los bebés menores de 12 meses, sírvelos cocidos, en forma de puré o de papilla.

Beneficios de los higos para la salud

La inclusión de higos en la dieta de un bebé podría aportar al pequeño los siguientes beneficios

  1. Aporta energía e hidratación: Un higo pequeño y fresco (40g) aporta 30kcal de energía y una cantidad considerable de agua. Esto es necesario para los niños pequeños, que tienen mayores necesidades energéticas para mantener un rápido crecimiento y desarrollo.
  2. Ofrece micronutrientes vitales: Los higos son una excelente fuente de potasio, hierro, cobre, magnesio, calcio, vitamina A, B y fibra dietética. Estos nutrientes son necesarios para diferentes funciones fisiológicas que, en última instancia, favorecen el crecimiento y el desarrollo del bebé. Los higos son antimicrobianos por naturaleza y refuerzan el sistema inmunitario.
  3. Aporta antioxidantes: Los flavonoides, las antocianinas y los compuestos fenólicos, como el ácido gálico, el ácido clorogénico y la epicatequina, proporcionan al higo sus propiedades antioxidantes. Los antioxidantes refuerzan la inmunidad y mejoran la salud a largo plazo.
  4. Favorece la salud digestiva: Los higos contienen cantidades significativas de fibra dietética, principalmente celulosa, que añade volumen y retiene el agua intestinal. Ambas características son necesarias para mantener unos movimientos intestinales saludables y mantener alejado el estreñimiento. Algunos estudios de investigación apoyan incluso los posibles efectos laxantes del higo.

¿Cómo seleccionar y almacenar los higos?

A continuación se ofrecen algunos consejos que pueden ayudarte a seleccionar y almacenar cuidadosamente los higos para una alimentación segura.

Consejos para seleccionar los higos

Escoge higos maduros con la piel limpia, seca y sin roturas.

  • Hay que evitar los higos con la piel magullada, manchada o rota y los que se vuelven blandos al presionarlos. Un higo fresco es suave al tacto pero se mantiene intacto al prensarlo.
  • Huele un higo, y si desprende un olor agrio, es probable que el higo esté rancio.

Consejos para conservar los higos

  • Antes de guardarlos, limpia los higos frescos con un paño húmedo.
  • Pásalos a una bolsa de plástico y guárdalos en el frigorífico. Consumir los higos en dos o tres días.
  • Los higos frescos se pueden congelar enteros. También se pueden guardar rodajas de higo en una bolsa o recipiente para congelar. Ambos pueden congelarse y almacenarse hasta 12 meses.
  • Guarda los higos deshidratados en su envase original o en un recipiente hermético, lejos del calor y la humedad, a temperatura ambiente durante un mes. Se pueden guardar hasta seis meses o un año en el frigorífico.

Precauciones que se deben tomar al alimentar a los bebés con higos

Tomar algunas precauciones sencillas garantiza que tu bebé consuma higos de forma segura.

  • Compra higos ecológicos a un vendedor de confianza para garantizar la calidad de la fruta. Guárdalos con cuidado, ya que los higos son delicados y se estropean con facilidad.
  • Empieza a dar a tu bebé higos frescos en forma de papilla o puré. Cuando al bebé le guste el sabor y la textura y pueda digerir cómodamente los higos, empieza a añadir la fruta a otros alimentos.
    Sigue la regla de los "tres días de espera" y, durante este tiempo, alimenta a tu bebé sólo con higos y no con ningún otro alimento nuevo. Esto ayuda a descartar la sensibilidad, la intolerancia o la alergia.
  • Introduce una o dos cucharaditas de puré de higo a tu bebé. Cuando el bebé se sienta cómodo con el sabor y la digestibilidad de la fruta, aumenta gradualmente la cantidad hasta una o dos cucharadas.
  • Si el bebé se muestra incómodo después de ingerir higos, interrumpa inmediatamente la alimentación y vuelve a intentarlo más tarde. Si el problema persiste, consulta al pediatra.
  • La alergia a los higos (síndrome de alergia oral) es posible, y sus síntomas aparecen inmediatamente después de ingerir o tocar higos frescos o secos. Hay que prestar atención a los signos de alergia, como erupción cutánea con picor (urticaria), estornudos, sibilancias o dolor de garganta.
  • Si tu bebé tiene antecedentes familiares de alergias, consulta a un médico antes de darle higos en cualquier forma.
  • Tanto los higos frescos como los secos pueden interactuar con ciertos medicamentos. Si tu bebé está tomando medicamentos, consulta a su médico antes de añadir higos a su dieta.
  • No te pases con los higos. Dar demasiados higos, especialmente higos secos, puede causar molestias gastrointestinales, como diarrea, en algunos bebés.

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