¿Cuándo pueden comer albóndigas los bebés?

¿Son seguras las albóndigas para mi bebé?

Las albóndigas, aunque son blandas si están bien cocinadas, pueden presentar inicialmente un riesgo de asfixia y no deben introducirse hasta que se haya desarrollado una mejor capacidad de masticación. En la mayoría de los bebés, esto sería alrededor de los nueve meses de edad. Incluso entonces, debes asegurarte de cortar las albóndigas en trozos más pequeños y evitar añadir a la mezcla alimentos más duros como la cebolla. Sería más sencillo, con albóndigas de un solo ingrediente.

No obstante, consulta a tu pediatra si quieres dar de comer albóndigas a tu bebé antes de los nueve meses de edad. Una vez que el pediatra lo apruebe, puedes servir las albóndigas primero en forma de puré o de papilla. También puedes cortar las albóndigas en trozos pequeños y servírselas a tu bebé para el destete dirigido.

Luego, cuando el bebé crezca y pueda coger y comer la comida por sí mismo, puedes darle albóndigas cortadas por la mitad. Cuando sirvas las albóndigas a tu bebé, abstente de utilizar carnes procesadas, ya que tiene un alto contenido en grasa y sodio. Además, si no están bien cocinadas, aumentan el riesgo de infección por listeria. Por lo tanto, hay que evitar alimentar a los bebés con carne procesada.

¿Cómo preparar albóndigas para bebés?

Es necesario hacer albóndigas fáciles de tragar para los bebés. Si las albóndigas están poco hechas, tendrán una textura dura, lo que dificultará que el bebé las trague, aumentando el riesgo de asfixia. Además, aumentarán las posibilidades de infección bacteriana, vírica o parasitaria. Por ello, los expertos recomiendan asar la carne a la parrilla, hornearla, asarla, cocerla o guisarla.

Para asegurarte de que los alimentos se cocinan a la temperatura adecuada, utiliza un termómetro de alimentos para comprobar la temperatura de la albóndiga cocinada. Por ejemplo, la carne picada de vaca, cerdo, ternera y cordero bien cocinada debe alcanzar los 71°C después de retirarla de la fuente de calor.

Aumenta la densidad nutricional de las albóndigas. También puedes dar textura a las albóndigas con pan rallado. Utiliza pan rallado integral o harina de avena gruesa. Prepara una salsa sin sal utilizando hierbas, como orégano, tomillo o albahaca secos, y especias, como comino y canela, para mejorar el sabor de la albóndiga. Añade varios ingredientes a las albóndigas sólo cuando el bebé ya consuma cómodamente albóndigas de un solo ingrediente.

Las albóndigas pequeñas son fáciles de sostener y comer. Sin embargo, incluso con las albóndigas pequeñas, hay que tener cuidado con el tamaño. Introduce las albóndigas picadas o finamente troceadas al bebé para minimizar el riesgo de atragantamiento.

A medida que el bebé crezca, puedes modificar gradualmente el tamaño de la ración de albóndigas en función de su edad.

  • Para los niños de seis meses, corta una albóndiga pequeña en cuartos y aplasta los trozos ligeramente antes de servírselos al bebé. Si el bebé tiene dificultades para alimentarse por sí mismo, machaca completamente las albóndigas y dáselas con una cuchara.
  • Para los niños de nueve meses, sirve pequeños trozos de albóndigas como comida para los dedos para que el bebé se alimente por sí mismo. Además, como las albóndigas son blandas y fáciles de agarrar, pueden ayudar a los niños de nueve meses a perfeccionar su agarre de pinza.
  • Para los niños de 12 meses, puedes servir las albóndigas pequeñas cortadas por la mitad. Sin embargo, si al bebé le cuesta sostener la albóndiga, puedes cortarla en trozos más pequeños. Ve al ritmo de tu bebé y asegúrate de que se alimenta cómodamente antes de pasar a trozos más grandes.

Precauciones para alimentar a los bebés con albóndigas

  1. Consulta a su médico. El primer paso para alimentar a tu bebé con albóndigas es consultar a un pediatra, sobre todo si no estás segura del desarrollo de la motricidad oral de tu bebé. Puedes empezar a introducir las albóndigas cuando tu bebé empiece a comer carne picada y troceada como parte de su dieta de destete. En caso de duda, o si no estás segura del desarrollo de la motricidad oral de tu bebé, consulta con su pediatra. Del mismo modo, si tienes dudas sobre si algunos ingredientes, como el huevo y las hierbas, son apropiados para tu bebé o no, consulta con su médico.
  2. Prepara las albóndigas en casa. Es fundamental, ya que la mayoría de las albóndigas compradas en tiendas suelen tener un alto contenido en sodio y pueden contener aditivos, como conservantes, que afectan a la salud del bebé.
  3. Lávate las manos con agua caliente y jabón antes y después de manipular la carne cruda. Es un paso esencial para evitar la contaminación microbiana. Recuerda que los bebés menores de cinco años son vulnerables a las enfermedades transmitidas por los alimentos debido a su sistema inmunitario poco desarrollado.
  4. Al principio, prepara albóndigas de un solo ingrediente. Por ejemplo, puedes empezar con carne picada, como albóndigas de ternera o pollo. Luego, cuando el bebé pueda digerir las albóndigas cómodamente, añada más ingredientes, como verduras y pan rallado.
  5. Cuando introduzcas alimentos, debes hacerlo de uno en uno para vigilar las alergias. Introducir una albóndiga con varios ingredientes podría confundir este panorama. Al principio, hay que mantener la sencillez. Añade matices y complejidad más adelante, cuando el riesgo de alergia disminuya y el paladar se afine.
  6. Sigue una regla de espera de tres a cinco días cuando des las primeras albóndigas al bebé. Es fundamental, ya que la carne puede provocar intolerancia o alergia en los bebés sensibles, sobre todo en los que comen carne por primera vez.
  7. Al principio, dale pequeñas cantidades de una o dos cucharaditas de albóndigas trituradas. Luego, aumenta gradualmente la cantidad hasta una o dos cucharadas cuando tu bebé parezca sentirse cómodo digiriendo las albóndigas.
  8. Suspende la alimentación si tu bebé parece estar incómodo después de ingerir las albóndigas. Reintrodúzcalas más adelante y controla las reacciones del bebé. Si el bebé sigue mostrando malestar, sensibilidad o intolerancia a las albóndigas, interrumpe inmediatamente la alimentación con albóndigas y consulta a su médico.
  9. Mantente alerta a los signos y síntomas de la alergia. La alergia a las albóndigas en los bebés es poco frecuente pero posible. El riesgo puede ser mayor cuando se sirven albóndigas con varios ingredientes, como las que llevan queso y huevo. Los signos y síntomas habituales de la alergia en los bebés incluyen urticaria, picor alrededor de los labios y la boca, sibilancias y tos, dolor abdominal, vómitos y diarrea. Una reacción alérgica severa puede provocar un estrechamiento de la garganta y dificultad para respirar, lo que puede llevar a una anafilaxia, que es una emergencia médica.
  10. Nunca dejes a tu bebé sin supervisión mientras se autoalimenta. Es fundamental para reducir el riesgo de atragantamiento, que puede producirse cuando los bebés comen albóndigas por primera vez, especialmente los trozos semigruesos.
  11. No refrigerar nunca las albóndigas a medio comer del bebé. Es esencial porque las bacterias de la boca del bebé pueden pasar a las albóndigas y afectar a su seguridad. Sin embargo, puedes guardar las albóndigas enteras que hayan sobrado a una temperatura adecuada.

Albóndigas de queso para bebés de más de 6 meses

Necesitarás

  • ½ taza de avena para bebés fortificada con hierro
  • ½ taza de leche materna o de fórmula
  • 550 gramos de carne de res (molida)
  • 1 taza de queso cheddar (rallado finamente)
  • 1 huevo (batido)
  • 1 cucharadita de orégano seco
  • 1 cucharadita de tomillo seco
  • ½ cucharadita de pimienta negra en polvo

Cómo se hace:

  • Precalentar el horno a 200°C. Engrasar la bandeja del horno y reservarla.
  • Mientras tanto, mezclar la avena con la leche en un bol grande y dejar reposar la mezcla durante diez minutos.
  • Después de diez minutos, añadir la carne, el queso, el huevo, el orégano, el tomillo y la pimienta negra. Mezclar bien hasta que todo esté combinado.
  • Tomar una cucharada de la mezcla en la palma de la mano y enrollarla en pequeñas albóndigas.
  • Una vez que todas las albóndigas estén listas, colócalas en la bandeja para hornear y mételas en el horno.
  • Hornea las albóndigas durante 15 minutos hasta que estén doradas y crujientes. A continuación, saca la bandeja del horno y mantenla en la rejilla para que se enfríen las albóndigas.
  • Sirve una albóndiga triturada o cortada en trozos pequeños para los bebés para el destete dirigido. También puedes servir estas albóndigas con verduras guisadas, como calabaza y calabacín. También puedes añadir verduras, como puré de guisantes, espinacas y boniatos a esta receta para que las albóndigas sean más sabrosas y nutritivas.

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