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¿Cuándo pueden los bebés comer fresas? 🍓

¿Cuándo pueden comer fresas los bebés?

¿Son seguras las fresas para mi bebé?

¿Se pueden dar fresas a los bebés? Aunque las fresas son una de las frutas más populares del mundo, hay que tener cuidado antes de dárselas a los bebés, ya que las fresas pueden provocar una reacción alérgica en algunos bebés. Por ello, se sugiere evitar dar fresas al bebé hasta que tenga al menos un año de edad. También hay que tener en cuenta los antecedentes de alergias en la familia.

¿Cuándo pueden comer fresas los bebés?

La edad en que los bebés pueden comer fresas debe decidirse teniendo en cuenta los riesgos de alergia. Para evitar este tipo de problemas a una edad temprana, las fresas sólo deben darse a los bebés a partir del año de edad. Diversas organizaciones sanitarias están de acuerdo en dejar que los bebés coman estas bayas sólo después de cumplir un año de edad debido a los riesgos que pueden suponer.

Beneficios de las fresas para los bebés

  • Fuente rica en vitamina C: La vitamina C debe obtenerse de fuentes externas, ya que nuestro cuerpo no puede producirla por sí mismo. Las fresas son una buena fuente de vitamina C, que ayuda a reforzar la inmunidad y a combatir las enfermedades oculares.
  • Buena fuente de calcio y fósforo: El calcio es vital para el desarrollo de los huesos, y también ayuda al buen funcionamiento del corazón, los músculos y los nervios. El fósforo puede mejorar la digestión, ayuda a reparar las células, descompone las proteínas y es responsable de regular las reacciones químicas que se producen en el cuerpo.
  • Protege el hígado: Las fresas son ricas en antioxidantes, que pueden reducir el estrés oxidativo y prevenir los daños en el hígado.
  • Buena fuente de folato: El ácido fólico, o folato, es imprescindible para el correcto desarrollo cerebral del niño. También contribuye a la producción de glóbulos rojos en el organismo.

¿Existe algún riesgo al dar fresas al bebé?

Sencillamente, sí, hay algunos riesgos que hay que tener en cuenta al dar fresas a un bebé. Estos son:

  • Asfixia: Las fresas son muy sabrosas y tienen una piel suave y resbaladiza. A menudo, los niños pueden engullir los trozos sin masticar. Esto puede provocar un atragantamiento. Por eso hay que advertirles de que mastiquen la fresa y cortarla en rodajas antes de servirla. Supervisa la alimentación de tu hijo.
  • Reacciones alérgicas: Tu hijo puede ser alérgico a las fresas, por lo que debes tener en cuenta esta posibilidad antes de introducirlas en su dieta. Algunas familias tienen antecedentes de alergias a los alimentos o de asma. En estos casos, es mejor consultar a un médico antes de dársela a tu hijo. Los signos de alergia a las fresas en los bebés pueden ser hinchazón de la cara, la lengua o la garganta. También pueden producirse erupciones en la piel por el contacto con la fresa. Estas alergias pueden tratarse.

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Categoría: Alimentación Infantil