Embarazos de riesgo

Aunque la mayoría de los embarazos van bien, algunos requieren un seguimiento más específico. Se trata de embarazos de alto riesgo. ¿Qué son? ¿En qué consiste su seguimiento?

Cuando se tiene un embarazo de riesgo se deben tener más cuidados y controles médicos. Aquí te contamos, los tipos y los factores que los médicos tienen en cuenta a la hora de clasificarlos.

Se considera un embarazo con riesgos cuando hay más posibilidades de que aparezcan complicaciones, tanto para la madre como para el bebé y, por eso, es necesario el control riguroso durante la gestación, el parto y el puerperio.

Se pueden dar muchos factores, unos más graves que otros. Cuando se tiene más de un factor y especialmente, si tienen distinto riesgo, el nivel de riesgo aumenta.

¿Qué es un embarazo de alto riesgo?

Es un embarazo patológico. Un embarazo de alto riesgo se define por la aparición de un riesgo obstétrico, fetal o materno al inicio del embarazo, durante el mismo o en el momento del parto. Este tipo de embarazo requiere un manejo específico y una mayor vigilancia. Por ejemplo, cuando existe un riesgo fetomaternal, la futura madre es derivada a una maternidad adecuada.

Un embarazo de riesgo no implica necesariamente la aparición de complicaciones. Debemos distinguir entre los embarazos con un riesgo potencial y los que tienen un riesgo probado.

Se trata de tomar las precauciones adecuadas (como un parto prematuro), para evitar que se produzca un accidente o para cuidar lo mejor posible de la madre y el niño.

Cuanto mayor es el riesgo más controles deben hacerse. Será el médico el que valore cada caso.

Embarazo de bajo riesgo

  • Cuando hay ausencia de factores de riesgo. Un embarazo puede empezar siendo de bajo riesgo y terminar tratándose como de alto riesgo.

Embarazo de riesgo medio

  • En mujeres con menos de 17 años y mayores de 38 años.
  • Grupo sanguíneo Rh negativo. ⇒ Incompatibilidad RH y Vacuna inmunoglobulina anti D
  • Obesidad: IMC 30-40.
  • Riesgo de enfermedades por transmisión - ETS.
  • En mujeres fumadoras.
  • Rechazo materno al embarazo.
  • Nivel socioeconómico muy bajo.
  • Pelvis con anomalías que pueden dificultar el parto.
  • Problemas cardiacos leves.
  • Embarazos que no han sido controlados, especialmente durante el primer trimestre.
  • Estatura materna inferior a 150 cm.
  • Cuando ya se han tenido más de cuatro hijos.
  • Esterilidad de al menos dos años antes del embarazo.
  • Haber tenido un parto hace menos un año.
  • Cuando apenas se sube de peso en la gestación menos de 7 kilos, o cuando se sube en exceso más de 15 kilos.
  • Riesgo laboral, manipulación de sustancias tóxicas, exposición a radiaciones…
  • Cuando hay Infección urinaria o bacteriuria asintomática.

Embarazo de riesgo alto o muy alto

  • Diabetes (pregestacionalgestacional).
  • Anemia grave: Hemoglobina inferior a 9 g/dl.
  • Problemas cardiacos graves.
  • Embarazo gemelar o múltiple.
  • Placenta previa
  • Malformación fetal
  • Hipertensión
  • Cuando se tienen antecedentes de partos prematuros, bebés nacidos con bajo peso, más de dos abortos, etc.
  • Cuando existe una amenaza real de parto prematuro.
  • Cuando se han hecho con anterioridad cirugías en el útero.
  • Si se tienen enfermedades endocrinas.
  • Si hay consumo de drogas y alcohol.
  • Malformaciones del útero.
  • Isoinmunización Rh.
  • Incompetencia cervical (el cuello del útero no cierra ni sujeta el feto).
  • Si se tienen antecedentes de infecciones: toxoplasmosis, VIH, rubeola, hepatitis…
  • Retraso en el crecimiento intrauterino (RCIU).
  • Si se rompen de forma precoz las membranas (antes de las 37 semanas).

Es muy importante que si estás planeando tener un bebé, acudas al médico para que te haga una revisión antes de quedarte embarazada. Y si el embarazo te pilla por sorpresa acude al médico lo antes posible.

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