¿Cómo afecta el trastorno obsesivo compulsivo tOC al embarazo? ¿Puede el embarazo empeorar el TOC?

El Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) es un trastorno mental que afecta a millones de personas en el mundo. Aunque tanto los hombres como las mujeres pueden padecer el TOC, las mujeres pueden descubrir que los síntomas se ven afectados o desencadenados por el embarazo. Las mujeres a las que se les ha diagnosticado el TOC pueden experimentar un empeoramiento o una reaparición de los síntomas durante el embarazo o después del parto. Los cambios hormonales asociados con el embarazo y/o el parto también pueden desencadenar síntomas de TOC en mujeres sin síntomas ni diagnóstico previos.

El TOC es un trastorno de ansiedad que se caracteriza por la repetición de pensamientos o sentimientos no deseados y los comportamientos compulsivos que se llevan a cabo para minimizar la ansiedad. Estos pensamientos pueden centrarse en un miedo excesivo a los gérmenes o a la contaminación, o en un miedo irracional a hacer daño a alguien. Los comportamientos compulsivos -rituales como contar y lavarse las manos en exceso- pueden suponer un alivio temporal, pero no poder realizar estos rituales puede aumentar la ansiedad. Si no se tratan, los pensamientos y comportamientos del TOC pueden consumir la vida de una persona hasta el punto de interferir con la capacidad de funcionar en el trabajo, la escuela o el hogar.

¿Cuál es la diferencia entre la preocupación normal y el TOC?

Preocuparse durante el embarazo y por el bienestar del bebé es perfectamente normal. Hay muchas cosas en las que pensar cuando de repente te conviertes en responsable de otra persona. Lo que determina el TOC es el grado de preocupación y el modo en que se intenta resolver esos problemas.

Por ejemplo, la mayoría de las mujeres embarazadas se preocupan más por su salud cuando se enteran de que están embarazadas. Es normal que te preguntes si estás tomando las vitaminas adecuadas, si comes suficientes verduras o si es seguro tomar ciertos medicamentos para la alergia cuando estás embarazada. Son preocupaciones válidas y situaciones sobre las que tienes cierto control.

El TOC lleva los miedos normales a un grado extremo, perjudicial y a veces paralizante. Una persona con TOC puede pasar horas preocupada por los gérmenes. Una persona puede lavarse las manos hasta que estén ensangrentadas. La persona puede quedarse despierta toda la noche limpiando para asegurarse de que la casa está libre de gérmenes. En un caso extremo, la persona puede sentir que su casa está contaminada por algún misterioso microbio, por lo que no puede vivir allí ni tener al bebé.

Una mujer embarazada o una madre primeriza con TOC puede pasar horas preocupada por el daño que puedan hacer a sus hijos unos intrusos imaginarios y estar tan alterada que sea incapaz de hacer la colada o prepararles un almuerzo saludable. El impulso básico es sólido: esa madre quiere proteger a su hijo del peligro. Pero la ansiedad por un problema irreal puede consumir mucho tiempo, incluso ser incapacitante. Estos pensamientos y comportamientos pueden interferir en la capacidad de la madre para cuidar de sí misma y de su bebé.

¿Cuáles son los síntomas?

Puede ser útil aprender más sobre el comportamiento y los síntomas del TOC. También es importante distinguir el TOC perinatal de otros trastornos mentales posparto, como la depresión posparto, que afecta a entre 10 y 15 de cada 100 mujeres después del parto, o la psicosis posparto, que es más grave y afecta a 1 de cada 1000 mujeres.

Aunque los médicos detectan el TOC gestacional durante las visitas prenatales y el TOC posparto durante las visitas posnatales, es conveniente conocer los síntomas por si se desarrollan más adelante. Estos son algunos de los síntomas que suelen asociarse al TOC:

  • Pensamientos, imágenes e impulsos repetitivos, que incluyen el miedo a los gérmenes, a la suciedad, a la contaminación, a los intrusos o imaginar que se hace daño a los seres queridos.
  • Comportamientos repetitivos como lavarse las manos excesivamente, cerrar y abrir puertas, contar y acumular. No se obtiene ningún placer de la realización de estos rituales, pero proporcionan un alivio temporal de la ansiedad.
  • La persona dedica al menos una hora al día a estos pensamientos y rituales.

Tratamiento del TOC

Afortunadamente, el TOC puede tratarse con terapia conductual y medicación.

Durante la terapia del TOC, los pacientes aprenden a reconocer y afrontar los pensamientos perturbadores sin actuar sobre sus compulsiones. Cada vez que los pacientes tienen un pensamiento irracional, se les anima a decir que se trata de un pensamiento del TOC y que no es realista. Aprenden a no intentar resolver el problema de los pensamientos intrusivos, sino a dejarlos estar e ignorarlos. Si es imposible controlar los pensamientos, puede ser posible controlar la reacción.

Para muchas personas con TOC, la medicación, como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), puede ser útil. Los ISRS son una clase de antidepresivos utilizados para tratar la depresión y los trastornos de ansiedad. El riesgo de defectos congénitos en los bebés cuyas madres toman ISRS durante el embarazo es bajo, por lo que la mayoría de estos antidepresivos se consideran seguros durante la gestación. Puedes hablar con tu médico sobre los riesgos y los beneficios de tomar la medicación.

¿Ya está tomando un ISRS?

Si ya está recibiendo tratamiento para el TOC con un medicamento recetado y te preocupa el riesgo, no dejes de tomarlo de repente. Habla con tu médico sobre la conveniencia de seguir tomándolo. Si decides dejarlo, lo ideal es reducirlo lentamente.

Si decides tomar la medicación, tu médico puede ayudarte a encontrar la dosis efectiva más baja posible.

Una mujer a la que se le ha diagnosticado un TOC y que quiere formar una familia debe hablar primero con su médico sobre cómo su enfermedad puede afectar a su embarazo.

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