Durante el embarazo, las futuras madres pueden enfrentarse a una sudoración más intensa que puede llegar a provocar el fenómeno de la "hiperhidrosis".
En efecto, los cambios hormonales y el aumento de peso provocan una hiperfunción de la tiroides, lo que provoca un aumento de la temperatura corporal y, por tanto, de la sudoración.
La transpiración te permitirá evacuar los distintos residuos orgánicos y toxinas producidos por tu cuerpo y el de tu bebé. También ayuda a regular la temperatura corporal de los dos. De ahí los sofocos y la sudoración excesiva, localizada principalmente en las axilas, debajo de los pies y en el pubis.
Sudoración excesiva durante el embarazo: Peligro de deshidratación
No te preocupes: sudar, incluso en exceso, durante el embarazo es un fenómeno 100% natural y no es grave. El único inconveniente es el riesgo de deshidratación, ya que la sudoración excesiva provoca una gran pérdida de agua. Afortunadamente, puedes evitarlo fácilmente si te hidratas lo suficiente: puedes beber de 2 a 3 litros de agua al día en función de la intensidad de la sudoración.
Nunca intentes reducir la sudoración disminuyendo la ingesta de líquidos. No sólo no funcionará, sino que podría ser peligroso para ti y el bebé.
¿Cómo se puede combatir la sudoración excesiva durante el embarazo?
Aparte de intentar limitar el aumento de peso durante el embarazo, apenas se pueden combatir las causas de la hiperhidrosis directamente. Sin embargo, un tratamiento homeopático, puede reducir un poco la producción de sudor. Para ello, consulta el médico. Por último, también hay varios consejos que puedes aplicar para limitar las molestias de la sudoración.
Higiene corporal impecable contra la sudoración excesiva
Tener una higiene corporal impecable es esencial para deshacerse del sudor. Pero ten cuidado con la temperatura. Una ducha demasiado caliente o demasiado fría alterará tu temperatura corporal y estarás sudando nada más salir. Así que dúchate todo lo que quieras, siempre que esté tibio. Utiliza un jabón de pH neutro para lavarte, sin dañar tu piel. ⇒ ¿Cómo debe ser la higiene de una mujer embarazada?
Asegúrate también de que te depilas con regularidad: el vello favorece la proliferación bacteriana, generando malos olores por la transpiración... Por último, sólo aplica el desodorante cuando tu piel esté limpia y seca. No utilices desodorantes que contengan sales de aluminio, que actúan obstruyendo los poros de la piel, bloqueando así la transpiración. Para obtener un efecto máximo, añade también polvos de talco de caléndula en las zonas de riesgo, como las plantas de los pies y las axilas. ⇒ Depilación del vello en el embarazo: Métodos seguros
Usa tejidos adecuados
Opta por prendas holgadas de materiales naturales como el lino o el algodón. Olvídate de los materiales sintéticos o de la lana. Si hace frío, debes ponerte capas de ropa ligera y holgada; esto permitirá que la transpiración se evapore más fácilmente y facilitará la gestión de tu vestuario en función de tus necesidades.
Sudores nocturnos
Dormir con sofocos o sudar mucho puede ser muy desagradable. Para mejorar tus noches, empieza por ventilar bien tu habitación para mantener una temperatura de 17 o 18°C. Entonces, evita dormir desnuda, ya que esto sólo aumentará la sensación de humedad. Estarás más cómoda con una prenda de material natural que absorba el sudor. Si sudas mucho, puedes poner una toalla sobre la almohada para absorber el sudor. ⇒ Sudores nocturnos durante el embarazo
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