¿Puedes saber el sexo de tu bebé por la forma de tu vientre?

Uno de los mitos más comunes sobre el embarazo es que la forma de la barriga de la futura madre puede decir si el bebé será niño o niña.

Aunque se trata de un mito, explicamos qué hay de cierto en esta leyenda popular.

Puntiagudo o redondo: ¿Puede la forma del vientre predecir el sexo del bebé?

Si una mujer embarazada tiene un vientre puntiagudo, se dice que está esperando un niño. Si su vientre es redondo, se dice que está esperando una niña. La tradición popular siempre ha asociado la forma del vientre con el sexo del bebé, pero no hay ninguna base científica para ello.

La forma del vientre puede ser diferente de una mujer a otra, pero por una serie de razones que no tienen nada que ver con el sexo del bebé. ¿Por qué adopta diferentes formas? Depende del desarrollo del útero y de la elasticidad de la pared abdominal de la embarazada. Durante el primer embarazo, las futuras madres suelen tener un vientre bastante puntiagudo. En cambio, a partir del segundo embarazo, el vientre tiende a ser más redondeado, porque los músculos del útero y del abdomen están más relajados y soportan con menos eficacia el aumento de volumen.

La forma del vientre también depende de la constitución de la pelvis: si es estrecha, el vientre tenderá a sobresalir y a adoptar la característica forma puntiaguda. Lo mismo puede decirse si una mujer embarazada tiene unos músculos abdominales muy tonificados por naturaleza o porque hace deporte. Con una pared abdominal más suelta, el útero se extiende hacia los lados. Para una paciente con músculos abdominales tonificados, el útero se desplaza hacia delante.

Las mujeres más delgadas suelen tener un vientre puntiagudo. El vientre de las mujeres más robustas suele estar redondeado y extendido hacia los lados

En la forma del vientre también influye la talla: si la futura madre es pequeña, es probable que tenga un vientre redondeado que no sobresalga mucho.

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