Anemia posparto, después del parto, hierro bajo

Las madres primerizas suelen ocuparse de sus bebés y pasan por alto su salud. Sin embargo, después del parto, la salud de la madre es tan importante como la del bebé. Ignorar la salud posparto puede provocar diversas afecciones, como la anemia posparto. La anemia después del parto es más frecuente entre las mujeres de los países en vías de desarrollo y a veces puede provocar morbilidad materna. La lectura de este artículo puede ayudarte a entender las posibles causas, signos, factores de riesgo y opciones de tratamiento de la anemia posparto.

¿Qué es la anemia posparto?

La anemia posparto es una deficiencia crónica de hierro después del parto, cuando los niveles de hemoglobina son inferiores a 110 g/L en la primera semana después del parto y menos de 120 g/L en la octava semana después del parto.

La anemia se desarrolla en 3 etapas

  • Primera etapa: Los niveles de hierro en la médula ósea comienzan a agotarse, provocando una reducción general del contenido de hierro en la sangre. En esta etapa no se observan síntomas específicos de anemia.
  • Segunda etapa: Los efectos secundarios de la anemia comienzan a aparecer. Empiezas a sentirte más cansada y puedes tener dolores de cabeza. La deficiencia puede detectarse con un análisis de sangre. En esta etapa, la producción de hemoglobina empieza a verse afectada.
  • Tercera etapa: Los niveles de hemoglobina descienden aún más, provocando una anemia grave. Los síntomas son el cansancio y el agotamiento extremos, lo que hace que te sientas mal.

Para evitar la anemia, es esencial saber qué es lo que hace bajar los niveles de hemoglobina.

¿Qué causa la anemia después del embarazo?

La anemia posparto podría desarrollarse debido a:

Una mala alimentación: La ingesta insuficiente de hierro antes o durante el embarazo puede provocar anemia posparto. Las necesidades de hierro durante el embarazo son de 4,4 mg al día. Dado que no se obtiene suficiente hierro sólo de los alimentos, es importante tomar suplementos de hierro durante el embarazo y antes de la concepción.

Pérdida de sangre: Una pérdida de sangre importante durante la menstruación también puede provocar una pérdida de hierro antes de la concepción.

Pérdida de sangre durante el periparto: Una pérdida de sangre importante durante el parto (superior a 300 ml) puede agotar las reservas de hierro del organismo y provocar anemia después del parto. Cuanto mayor sea la pérdida de sangre, mayor será el riesgo de anemia en la madre.

Enfermedades intestinales: En el caso de trastornos intestinales como la enfermedad celíaca, la enfermedad de Crohn y la enfermedad inflamatoria intestinal, la presencia de gusanos, la malabsorción de hierro se convierte en una preocupación.

Cuando los niveles de hierro bajan, experimentará ciertos cambios en el cuerpo.

¿Cuáles son los síntomas de la anemia posparto?

Estos son los signos y síntomas que indican una deficiencia de hierro después del parto:

  • Sensación de agotamiento y cansancio excesivo.
  • Piel pálida.
  • Debilidad.
  • Sentirse deprimida.
  • Sensación de confusión.
  • Reducción de la calidad y la cantidad de leche materna, lo que se asocia con un bajo aumento de peso en los bebés.
  • Falta de aliento.
  • Mareo o vértigo.
  • Latidos rápidos del corazón.
  • Dolores de cabeza.
  • Irritabilidad.
  • Cambios de humor.
  • Disminución de la inmunidad.

Es posible que no experimentes todos estos síntomas a la vez, pero si alguno de los mencionados te resulta insoportable, consulta a tu médico para evitar complicaciones.

Factores de riesgo de la anemia posparto

  • Deficiencia de hierro antes o durante el embarazo.
  • Embarazos múltiples.
  • Índice de masa corporal previo al embarazo superior a 24.
  • Cesárea.
  • Poco tiempo de recuperación entre embarazos.
  • Sangrado durante el embarazo.
  • Parto prematuro o postérmino.
  • Pérdidas de sangre elevadas durante el embarazo.
  • Placenta Previa.
  • Hipertensión.
  • Partos múltiples.
  • Bajos ingresos.

¿Afecta la anemia a la lactancia materna?

La anemia después del parto se asocia con el síndrome de la leche insuficiente, que reduce la duración de la lactancia materna completa y conduce al destete a una edad más temprana. El destete precoz también provoca un escaso aumento de peso en los bebés. Alrededor del 22% de las madres primerizas padecen anemia posparto, con un nivel de hemoglobina inferior a 10 g/l.

Tratar la anemia poco después del diagnóstico puede evitar problemas de lactancia.

¿Cómo se trata la anemia posparto?

El tratamiento de la anemia posparto incluye algunos cambios en la dieta y el estilo de vida con suplementos de hierro recomendados. Si el diagnóstico confirma la anemia ferropénica, se administra una dosis diaria de 100-200mg de hierro férrico oral a las mujeres con anemia leve o moderada después del parto. Es posible que necesites hierro férrico intravenoso de 800-1500mg en el caso de una carencia grave.

El médico pedirá un análisis de hemoglobina al cabo de dos semanas para comprobar si el tratamiento ha tenido éxito. La transfusión de sangre sólo se administra a las mujeres que tienen problemas circulatorios debido a la pérdida de sangre. Para las formas más graves de anemia, existen diversos tratamientos médicos que pueden aplicarse bajo la orientación y supervisión de especialistas.

A continuación se ofrecen algunos consejos para controlar la anemia después del parto:

Suplementos de hierro: Toma suplementos de hierro para mejorar los niveles de hierro en la sangre según te recomiende el médico.

Come alimentos ricos en hierro, como:

  • Huevos
  • Hígado
  • carne roja
  • Verduras de hoja verde como las espinacas.
  • Frijoles.
  • Lentejas.
  • Albaricoques.
  • Calabaza.
  • Tofu.
  • Cereales.
  • Arroz integral.
  • Espárragos.
  • Patata.
  • Calabaza.
  • Guisantes.
  • Pan fortificado con hierro.
  • Ostras.
  • Pollo.
  • Fresas.

Reducir el consumo de té: Contiene un ingrediente llamado tanino, que ralentiza la absorción de hierro en el organismo. Del mismo modo, el consumo de mucho calcio también puede reducir la absorción de hierro en el cuerpo.

Comer alimentos ricos en vitamina C: El consumo de alimentos ricos en vitamina C puede ayudar a aumentar la absorción de hierro en el organismo. Las frutas como las naranjas y las fresas son buenas fuentes de vitamina C.

Mantente hidratada: Beber más líquidos ayuda a mejorar el flujo sanguíneo después del parto. La ingesta de líquidos también puede ayudar a prevenir los coágulos de sangre y las infecciones del tracto urinario. Si los suplementos de hierro provocan hinchazón, los líquidos pueden ayudar a atajarla. Toma más de tres litros de líquidos al día durante el posparto.

Evita el estreñimiento: Los ablandadores de heces pueden ayudar con el estreñimiento, que es un efecto secundario de los suplementos de hierro. También puede aumentar la ingesta de líquidos para combatir el estreñimiento.

Descansa bien: Descansa lo suficiente y evita el sobreesfuerzo si te sientes muy cansada y agotada debido a los bajos niveles de hierro.

Protégete de las infecciones: El riesgo de infección puede aumentar, ya que la anemia reduce el nivel de inmunidad del organismo. En caso de que notes algún signo de infección, ponte en contacto con el médico y toma antibióticos si es necesario.

Haz un seguimiento con el médico: Si te diagnostican anemia posparto. Hazte análisis de sangre para que el médico determine tu estado y tome las medidas necesarias. Si el nivel de hierro sigue bajando, el médico puede aconsejar inyecciones de hierro, goteo intravenoso o una transfusión de sangre.

¿Cuánto hierro necesito después del parto?

La cantidad dietética recomendada (RDA) de hierro para las madres lactantes es de 9 mg/día.

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