¿Cómo reconocer a una madre tóxica?  ¿Cómo puedo saber si mi madre es manipuladora?

Una madre tóxica es una madre que envenena la vida de su hijo mediante la manipulación, la dominación o la violencia. El trauma emocional es difícil de soportar para el niño como adulto. ¿Cuáles son los diferentes perfiles de las madres tóxicas? ¿Por qué se comportan así? ¿Cómo podemos evitarlo?

¿Qué es una madre tóxica?

La palabra "tóxico" procede del latín "toxicum", que significa "veneno". Hablamos de una madre tóxica cuando actúa como un veneno en la vida de su/s hijo/s.

Hay varios perfiles de madres tóxicas:

  • La madre dominante: abusa de su autoridad parental ejerciendo un control permanente sobre su hijo. La madre dominante no puede soportar la idea de que su hijo se vuelva autónomo e independiente porque entonces ya no podría dominarlo. Justifica su autoridad abusiva como medio para proteger a su hijo de los demás. El control directo suele ir acompañado de intimidación y suele ser humillante.
  • La madre fracasada: no satisface o sólo satisface parcialmente las necesidades básicas de su hijo (alimentarlo, proporcionarle un hogar decente, protegerlo de daños físicos y emocionales, educarlo, amarlo y darle atención). O bien está fallando en su papel de madre porque suele estar ausente, o bien está presente pero no puede atender las necesidades de su hijo porque está demasiado ocupada pensando en sí misma o está atrapada en adicciones (alcohol, drogas, etc.). El niño asume entonces el papel de padre para sí mismo y/o para su propia madre y se ve obligado a asumir responsabilidades de adulto.
  • La madre violenta: ejerce violencia física (golpes o abusos) y/o psicológica sobre su hijo. Los castigos, a menudo injustificados, siempre van acompañados de golpes, bofetadas o nalgadas. A esto se añade una forma de violencia verbal que se traduce en críticas, humillaciones, comentarios degradantes o incluso insultos.
  • La madre intrusa: es tóxica en el sentido de que es asfixiante. La madre intrusa se inmiscuye en la vida de su hijo sin ningún escrúpulo y considera que tiene todo el derecho a hacerlo porque le interesa. Quiere opinar sobre todo lo que él hace. Para ello, no duda en visitarle sin avisar, en interferir en sus relaciones con amigos y compañeros, y en abusar de las llamadas y mensajes telefónicos.
  • La madre rival: consumida por los celos, considera a su hijo como un competidor. Este es el caso más frecuente en las relaciones madre-hija. Al no haber disfrutado de una infancia feliz o no sentirse realizada en su vida actual, la madre rival se ve a sí misma en su hija y considera injusto que ésta prospere, o siente celos de algunas de sus cualidades (belleza, facilidad para relacionarse, éxito académico, etc.).

Todos estos perfiles tienen un punto en común, la sujeción que se ejerce sobre el niño. Este control se ejerce a través del comportamiento de la madre tóxica, pero también indirectamente a través de todo lo que implica el papel de hijo: no debe contradecir a sus padres, debe obedecerles, debe confiar en ellos, debe vivir con ellos...

El tipo de toxicidad cambia dependiendo de si es hijo o hija

Los diferentes patrones de maternidad tóxica mencionados anteriormente pueden darse con los niños independientemente de su sexo. Pero parece que algunos patrones de maternidad tóxica se dan más con las niñas y otros con los niños. Así, una madre se posicionará como rival con su hija, pero no tanto con su hijo. Al ser ambas del mismo sexo, la madre se ve a sí misma en su hija y puede envidiarla en algunos aspectos de su vida. En las relaciones tóxicas entre madre e hijo, suele haber un comportamiento dominante, incluso castrante, así como un intrusismo en la vida amorosa del chico, como si la madre temiera que la nuera ocupara su lugar.

¿Cuáles son los orígenes de la toxicidad materna?

Hay varias razones para la toxicidad de una madre:

  1. Creencias familiares absolutas. Los padres relativamente maduros y cariñosos tienen creencias que tienen en cuenta los sentimientos y las necesidades de todos los miembros de la familia. Mientras que las creencias de los padres tóxicos sobre los niños son casi siempre egocéntricas e interesadas.
  2. El hijo de un embarazo no deseado puede ser culpado de este accidente toda su vida, especialmente si la madre nunca se sintió capaz de asumir este papel.
  3. Una madre a la que le faltó amor cuando era niña puede no ser capaz de dar a su hijo lo que nunca recibió. De hecho, una persona que ha sufrido a sus padres tóxicos puede reproducir inconscientemente los mismos patrones con sus propios hijos porque no sabe lo que es una relación sana entre padres e hijos.

¿Cómo liberarse de una madre tóxica?

Los traumas emocionales causados por un padre tóxico son difíciles de afrontar. Afortunadamente, es posible aliviarlos trabajando en uno mismo, paso a paso.

Aprender a hacerse valer

El objetivo de una madre tóxica es no dejar que su hijo exista. Al convivir con una madre tóxica, el niño aprende a quedarse en segundo plano por seguir siempre su camino. En la edad adulta, el niño puede sufrir por no poder ser él mismo con su propia madre. Para liberarse de una madre tóxica, es esencial primero sentirse libre de ser quien eres en su presencia. Así que no dudes en expresarle tus necesidades, tus desacuerdos y tus posturas, aunque eso signifique molestarla o decepcionarla. Tu madre debe entender que eres un individuo por derecho propio y que no existes sólo a través de ella. Cuanto más te reafirmes ante ella, más entenderá que ya no tiene el control sobre ti.

Deja de sentirte culpable

A veces es difícil admitir que la madre de uno es tóxica porque pone en duda el modelo de rol de los padres a los ojos del niño. Los hijos de padres tóxicos suelen abstenerse de contarlo, o incluso de pensarlo, en nombre del respeto. Al negarse a culpar a la madre, el niño acaba culpándose a sí mismo. Es una carga difícil de soportar durante toda la vida. Un ejercicio para los niños que son víctimas de un padre tóxico consiste en hacer una lista escrita de todo lo que se culpan, precedida de las palabras "mis padres fueron responsables de...". Este método permite a los adultos volver a conectar con el niño que fueron y hacerles conscientes de la responsabilidad de su padre tóxico en su malestar actual.

Enfrentarse a la madre tóxica

Esta etapa es probablemente la más difícil pero también la más liberadora. Es difícil en el sentido de que tienes que enfrentarte a la reacción de tu madre tóxica después de haberla culpado de todo. Pero es liberador porque te quita un peso que has llevado durante demasiado tiempo. No esperes una reacción positiva por parte de tu madre en forma de confesión de culpabilidad. Esto puede ocurrir, pero también puede ser negativo (ira, decepción, vergüenza). Ten en cuenta que lo haces por ti, no por ella. Tu objetivo es vivir más en paz contigo mismo.

Pide ayuda si la necesitas

Si sientes que la relación tóxica que tienes con tu madre está ocupando demasiado espacio en tu vida y te impide desarrollar tu potencial, no dudes en buscar ayuda de un especialista. Te ayudará a dar un paso atrás en esta relación y te acompañará en el trabajo de distanciamiento de esta madre, que a veces es esencial para vivir mejor.

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