¿Cómo quitar el mal aliento estando embarazada? ¿Cómo deshacerse de la halitosis?

Durante el embarazo, el cuerpo de una mujer experimenta muchos cambios mientras se prepara para el nacimiento de su bebé. Estos cambios afectan a varios aspectos, incluida la salud bucodental, lo que hace que el 85% de las mujeres embarazadas sufran problemas bucodentales.

Otro problema que puede aparecer durante el embarazo es la halitosis o mal aliento. Te explicamos por qué ocurre esto y cómo puedes tratarlo.

¿Qué es la halitosis?

Halitosis es el término científico utilizado para designar el hecho de tener mal aliento. Esto se debe a la aparición de compuestos volátiles de azufre, sintetizados por la degradación de los residuos alimentarios por parte de las bacterias. Un verdadero problema social, el mal aliento puede ser una fuente importante de malestar para quienes lo padecen. La halitosis afecta a hombres y mujeres de todas las edades y puede aparecer durante el embarazo.

¿Qué puede causar de la halitosis?

Más del 80% de los casos, los problemas de mal aliento son de origen oral (caries, enfermedad de las encías, periodontitis), mientras que menos del 20% son de origen gástrico. Si el embarazo en sí no es un factor desencadenante de la halitosis, ciertos cambios pueden favorecer la aparición del mal aliento.

Causas bucodentales: durante el embarazo, el riesgo de gingivitis aumenta. Y tus hormonas tienen algo que ver: la producción de estrógenos disminuye mientras los niveles de progesterona aumentan. Todo ello favorece el sangrado, que puede provocar halitosis. Además, para evitar más dolor, es natural evitar el cepillado de las zonas sensibles de la boca. Pero esta omisión de la zona sensible puede llegar a ser molesta porque no se elimina la placa, lo que provoca la inflamación de las encías y, por tanto, el sangrado, dejando así el camino libre para que se instalen los malos olores.

La regurgitación también puede provocar mal aliento. Muy presente durante el primer trimestre de embarazo, la acidez, es enemiga de los dientes, y amiga de la placa dental.

Cuando estás embarazada, tus hábitos alimenticios cambian y alteran tu equilibrio oral. Es posible que fracciones las comidas a lo largo del día. Sin embargo, esta práctica es bastante perjudicial para los dientes, ya que la multiplicidad de ingestas de alimentos favorece la proliferación de bacterias y la transformación de los azúcares por parte de éstas en ácidos. Con el tiempo, los dientes se desmineralizarán. Y por una buena razón, es el ciclo de la saliva el que se altera. Se supone que la saliva neutraliza los ácidos y remineraliza el esmalte de los dientes, lo que es imposible cuando se pica entre horas. A largo plazo, se pueden formar caries y los malos olores vendrán después.

Cuidado también con las comidas con demasiado azúcar.

¿Puede la halitosis afectar al feto?

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 La gingivitis, sea cual sea, puede convertirse muy rápidamente en periodontitis (destrucción de los tejidos que sostienen los dientes) si no se trata a tiempo. De hecho, en las mujeres embarazadas, se ha demostrado científicamente que la periodontitis favorece el parto prematuro de bebés de bajo peso. La razón es que las contracciones son estimuladas por los mediadores inflamatorios que entran en el torrente sanguíneo general y llegan a los músculos uterinos.

En este caso, es importante consultar al dentista. ⇒ Cuidados dentales durante el embarazo, Imprescindibles

¿Cómo evitar la halitosis?

Para prevenir el riesgo de halitosis, hay dos reglas básicas. Por un lado, es imprescindible consultar al odontólogo para detectar y tratar posibles lesiones cariosas y enfermedades de las encías. Por otro lado, es fundamental tener una higiene bucal impecable.

Algunas de las cosas que puedes hacer para reducir y prevenir el mal aliento son:

  • Cepíllate los dientes después de cada comida. El cepillado debe ser suave para no dañar las encías y minucioso para cubrir todas las zonas de la cavidad bucal, incluida la lengua. Para limpiar la parte posterior de la lengua (es decir, la parte visible) usaun raspador lingual.No se recomienda utilizar el cepillo de dientes habitual, ya que sus cerdas provocan microlesiones que favorecerán la multiplicación de las bacterias.
  • Si el olor o el sabor de la pasta de dientes te produce náuseas, utiliza una pasta de sabor y olor suaves. Hay dentífricos bastante neutros sin agentes espumantes, aunque es posible que, entre los habituales, haya alguno que no te repugne.
  • Si no toleras ninguna pasta de dientes, intenta cepillarte los dientes sin ella, lo que al menos reduciría eficazmente la placa. Si lo que te molesta es el cepillo, puedes probar a frotar los dientes con una gasa o con el dedo, quizás con un poco de pasta.
  • Evita la cafeína (que ya se sabe que no es muy beneficiosa durante el embarazo) y limita los refrescos y las bebidas azucaradas. Lleva una dieta equilibrada rica en frutas y verduras.
  • Visita al dentista al menos una vez a lo largo del embarazo. Si es posible se recomienda visitar al dentista antes de quedar embarazada.

Si notas un olor desagradable que emana de tu boca, es importante que consultes al odontólogo lo antes posible. Sólo él podrá aconsejarte e informarte sobre las distintas incidencias bucodentales, o tratar las distintas caries o enfermedades de las encías que provocan tu mal aliento. El cuidado dental es necesario durante el embarazo.

Además de una buena higiene bucal, existe un buen remedio para eliminar los malos olores: el enjuague bucal (con un producto adecuado, pide consejo a un especialista antes de comprarlo).

Si tu halitosis está bien tratada, el mal aliento no persistirá.

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