Superación personal, lograr objetivos

Hay muchas formas de trabajar en el autodesarrollo y la superación personal, pero establecer objetivos específicos para el crecimiento personal puede aumentar las probabilidades de éxito. Cuando la vida te pone obstáculos, como ocurre a menudo, tener un objetivo que vuelvas a visitar con frecuencia te ayuda a reajustar, comprometerte de nuevo y recargarte.

También te da la motivación y la responsabilidad para mantenerte centrado y seguir con tus planes. A veces, establecer objetivos puede parecer una tarea desalentadora. Por eso es útil tener una hoja de ruta que te guíe en el camino.

Teoría de la fijación de objetivos

Como la mayoría de las teorías de la psicología, la teoría de la fijación de objetivos comenzó con las ideas del Dr. Edwin A. Locke. Éste explicaba la necesidad de establecer objetivos claros y específicos que supongan un reto y que se controlen con una retroalimentación periódica y el progreso.

Locke, junto con el Dr. Gary Latham, propuso cinco principios para establecer objetivos eficaces. Estos principios, que incluyen la claridad, el desafío, el compromiso, la retroalimentación y la complejidad de la tarea, son los componentes necesarios a la hora de establecer, trabajar y alcanzar un objetivo.

  1. Claridad: los objetivos deben ser claros y estar bien definidos.
  2. Desafío: los objetivos deben ser alcanzables, pero también desafiantes para ti.
  3. Compromiso: debes comprometerte plenamente con tus objetivos para alcanzarlos.
  4. Retroalimentación: debes evaluar y reflexionar periódicamente sobre tus objetivos para mantener el rumbo.
  5. Complejidad de la tarea: debes darte tiempo y espacio para alcanzar objetivos complejos.

Además, una investigación realizada por la Dra. Gail Matthews, profesora de psicología, señala que existe una relación entre la escritura de los objetivos y el éxito final, en lugar de limitarse a formularlos y mantenerlos en la cabeza.

¿Cómo de motivado estás?

Si alguna vez te has fijado un objetivo y lo has abandonado antes de ver los resultados, entonces sabes muy bien que se necesita algo más que fuerza de voluntad para hacer un cambio. Para establecer y alcanzar objetivos es necesario estar motivado, pensar en el plan y encontrar la manera de superar los posibles retos que puedan surgir.

Hay tres factores para lograr los objetivos:

  • Motivación para el cambio.
  • La voluntad de controlar el comportamiento.
  • Fuerza de voluntad para conseguirlo.

Estos tres factores tienen cabida en los objetivos: específico, medible, alcanzable o realizable, realista o relevante, y oportuno y tangible.

Específico

Cuando se especifica el objetivo, se prepara para el éxito. Piensa en responder a quién, qué, dónde, cuándo, qué y por qué cuando concretes tu objetivo.

Medible

¿Qué puntos de referencia utilizarás para asegurarte de que estás avanzando? ¿Cómo sabrás si tienes éxito? ¿Cómo sabrás si necesitas hacer ajustes? Tener un objetivo que puedas medir te ayudará a mantenerte en el camino y a alcanzar los plazos que te hayas fijado.

Alcanzable o posible

¿El objetivo que se ha fijado es alcanzable? Aunque no quieres que las cosas sean fáciles, también quieres evitar establecer objetivos que estén fuera de tu alcance.

Realista o relevante

Esto va de la mano de lo alcanzable. ¿Es tu objetivo relevante para tu vida, y puedes alcanzarlo de forma realista, basándote en tus circunstancias actuales? Puede tratarse de un objetivo que te hayas fijado antes y que no hayas conseguido porque no era realista en ese momento. Pero ahora, en otras circunstancias, ese objetivo puede ser realista.

Oportuno y tangible

Para que un objetivo sea realista, también tiene que estar basado en un marco temporal, y tiene que ser real o tangible.

Cómo determinar tus objetivos

Puedes establecer objetivos en cualquier aspecto de tu vida. Algunas de las áreas más comunes son la salud, la profesión, las finanzas y la educación. Estas categorías más amplias sientan las bases para los objetivos más pequeños en los que trabajará anual, mensual y diariamente.

Aunque algunos de tus objetivos pueden estar dentro de esas categorías, es importante reconocer que los objetivos de desarrollo personal también abarcan cosas como aprender a pintar, aprender a jugar al tenis o devolver algo a tu comunidad. No tienes que limitarte a las partes más obvias de tu vida.

Tómate un tiempo para pensar en tus pasiones e intereses. Haz una lluvia de ideas sobre las cosas que te entusiasman. Piensa en el pasado y trata de identificar si hay algo que siempre has querido hacer, pero el miedo a lo desconocido -o el miedo al fracaso- te impidió arriesgarte. Las ideas que generes a partir de estas actividades son como pistas que pueden ayudarte a reducir tu enfoque y a establecer objetivos más específicos.

Pregúntate por qué

El siguiente paso que debes dar es preguntarte "por qué" ese objetivo es importante para ti. Por ejemplo, si quieres terminar tu carrera universitaria, establecer objetivos más pequeños que giren en torno al "por qué" te ayudará a conseguirlo más rápidamente. Para definir tu "por qué", plantéate estas tres preguntas:

  • ¿Por qué es importante para mí terminar mi carrera?
  • ¿Por qué es importante ese motivo?
  • ¿Por qué me siento tan convencido de esa razón?

Una vez que tengas una mejor idea de tu "por qué", es el momento de hacer una autoevaluación más. Siguiendo con el ejemplo de la carrera universitaria, si has determinado que terminar tu carrera es el gran objetivo, entonces, antes de aplicar la estrategia para idear objetivos más pequeños y alcanzables, es útil responder a las siguientes preguntas para determinar si estás realmente preparado para asumir este compromiso.

  • ¿Estás emocionalmente preparado para comprometerte con algo que podría ser física o emocionalmente incómodo?
  • ¿Estás preparado para ser honesto contigo mismo sobre dónde estás y hacia dónde quieres ir?
  • ¿Tienes tiempo? ¿Puedes decir "no" a las cosas que interferirán con tu objetivo?

Ahora que has realizado dos actividades diferentes para aclarar tus razones, debería ser obvio si estás motivado para crear un cambio. Si es así, estás listo para avanzar en el proceso de fijación de objetivos.

Consejos y estrategias para alcanzar tus objetivos

Establecer y trabajar para conseguir un objetivo requiere algo más que un trozo de papel y un lápiz. También hay que tener ciertas habilidades cuando se asume un objetivo.

Lo primero y más importante es ser capaz de planificar los pasos para alcanzar el objetivo. Y una vez que el plan está en marcha, es el compromiso y la concentración lo que te ayuda a avanzar hacia el resultado que quieres. Pero, por supuesto, en algún punto intermedio se encuentran la automotivación y la flexibilidad. Aquí tienes otros consejos y estrategias que te ayudarán a alcanzar tus objetivos.

Establece los objetivos con un tono positivo

Cuando establezca un objetivo, intenta evitar la tentación de expresar tu deseo de forma negativa. Por ejemplo, "No me quejaré tanto". Reformulado de forma positiva suena más bien así: "Encontraré tres cosas positivas de mi día y las escribiré antes de irme a la cama".

Concéntrate en el proceso, no en el resultado

Esta es una de las partes más difíciles de establecer y alcanzar objetivos. Por la propia naturaleza de un objetivo, se empieza con el fin en mente. Pero lo más importante son los pasos que se dan para llegar a él. Digamos que el resultado que quieres es perder seis kilos. Ese es el objetivo. Pero durante el proceso de trabajo hacia esta meta, descubres que tu cuerpo está más cómodo en un peso que sólo te hace perder 4 kilos. ¿Ha fracasado en el logro de este objetivo? No, si crees en el poder del proceso.

Haz un contrato contigo mismo

Una vez que estés listo para empezar, ya sea en la etapa de preparación o de acción, se recomienda que hagas un contrato contigo mismo para tener éxito.

Deshazte de lo viejo para dejar espacio a lo nuevo

Para empezar con buen pie, es una buena idea reflexionar sobre lo que has logrado hasta ahora y perdonarte a ti mismo y dejar de lamentarte por lo que no se ha hecho. Mientras trabajas en despejar el desorden de tu mente, no es mala idea hacer lo mismo con tu casa y tus espacios de trabajo.

Visualiza lo que quieres

La visualización y los ejercicios mentales estimulan muchas de las mismas redes neuronales que conectan las intenciones del cerebro con el cuerpo, así que tómate un tiempo para entrenar adecuadamente tus pensamientos antes de empezar a establecer tus objetivos. Esto te ayuda a imaginar de forma intencionada que tus objetivos se hacen realidad.

Haz un plan específico

Haz una lista de tu objetivo y de los pasos que necesitas para alcanzarlos. A continuación, hay que dividirlos en pequeños pasos alcanzables con plazos realistas. Esto es más fácil si dedicas un tiempo antes del comienzo de cada semana a escribir las cosas específicas que quieres lograr en la semana siguiente y que te acercarán al objetivo.

Busca apoyo

Buscar el apoyo de tus seres queridos puede ayudarte a tranquilizarte y a rendir cuentas. Informa a algunos amigos o familiares de tus planes para que te animen y te den su opinión cuando sea necesario para ayudarte a mantenerte en el camino hacia tu objetivo.

Hazlo visible

Es una buena idea poner tus objetivos con los pasos y los plazos en un lugar donde puedas verlo a menudo. Te mantendrá motivado y constante para seguir trabajando en ello. Míralo semanalmente o, mejor aún, a diario.

Recompénsate a ti mismo

A medida que vayas cumpliendo pasos hacia tu objetivo, asegúrate de recompensarte en el camino. Las recompensas deben ser sencillas, constantes, fáciles de adquirir y saludables. Por ejemplo, podrías premiarte con un largo paseo con tu perro al final de un duro día de trabajo, o después de haber llevado a cabo un paso específico en tu plan de cambio.

Revisar y reevaluar tus objetivos

Una última cosa antes de que te pongas a fijar tus objetivos, planea revisar y reevaluar tus objetivos varias veces antes de alcanzarlos, especialmente si son objetivos más ambiciosos.

Puedes establecerlo de forma semanal, quincenal, mensual o bimensual, pero una revisión rápida es útil para mantenerte centrado en tu objetivo y para revisar tu progreso. En realidad, depende de los puntos de referencia que establezcas y del tiempo que te hayas dado para cumplir tu objetivo.

Independientemente de la frecuencia con la que te sientes a hacer esta revisión, lo más importante es que evalúes si tus objetivos -y los pasos que estás dando- siguen siendo relevantes y realistas.

Esta "cita con tus objetivos" también te da la oportunidad de controlar tu progreso, lo que te equipara con una mayor probabilidad de éxito. Por no hablar de que estas sesiones de revisión te dan la oportunidad de hacer ajustes y de celebrar cualquier éxito que hayas conseguido, lo cual es fundamental en este proceso.

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