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Infecciones de oído. Lo que necesitas saber

La oreja se compone de tres partes. El oído externo incluye la parte que se puede ver y el canal que conduce al tímpano. El oído medio está separado del oído externo por el tímpano y contiene huesos diminutos que amplifican el sonido. El oído interno es donde los sonidos se traducen en impulsos eléctricos y se envían al cerebro.

Cualquiera de estas tres partes puede infectarse con bacterias, hongos o virus. Los niños son particularmente propensos a las infecciones del oído medio (otitis media). Se estima que alrededor de cuatro de cada cinco niños experimentarán una infección del oído medio al menos una vez.

Síntomas de infecciones de oído

Los síntomas de una infección de oído dependen del tipo, pero pueden incluir:

  • Dolor de oídos.
  • Sordera leve o la sensación de que el sonido está amortiguado.
  • Secreción del oído.
  • Fiebre.
  • Dolor de cabeza.
  • Pérdida de apetito.
  • Picazón del oído externo.
  • Ampollas en el oído externo o a lo largo del canal auditivo.
  • Ruidos en el oído, como zumbidos.
  • Vértigo (pérdida del equilibrio).

La función de la trompa de Eustaquio

La oreja está conectada a la parte posterior de la nariz a través de la trompa de Eustaquio. Este tubo iguala la presión del aire dentro de la oreja y canaliza las secreciones del oído medio hacia la garganta. Las paredes de la trompa de Eustaquio se encuentran planas una contra la otra para evitar la migración de bacterias u otros gérmenes al oído desde la nariz y la garganta.

Cada vez que tragamos, un pequeño músculo flexiona y abre el tubo, permitiendo la igualación de la presión del aire y el drenaje de las secreciones. Si la trompa de Eustaquio está bloqueada, las secreciones y las bacterias asociadas se acumulan dentro del oído medio. Esto puede causar infecciones en los oídos, sordera leve y una mayor probabilidad de rotura del tímpano.

Causas de las infecciones de oído

Algunas de las muchas causas de infección del oído y factores de riesgo que contribuyen incluyen:

  • Infecciones del tracto respiratorio superior.
  • Cambios repentinos en la presión del aire, como los viajes en avión.
  • Trompas de Eustaquio más pequeñas que el promedio, o una trompa de Eustaquio bloqueada.
  • Paladar hendido.
  • Edad temprana: los bebés y los niños son más propensos a las infecciones de oído.
  • Nadar o bañarse en agua contaminada.
  • No secar bien las orejas externas después de nadar o bañarse.
  • Limpieza excesiva de las orejas, que puede rayar los delicados tejidos.

Tipos de infecciones de oído

Las infecciones de oído se diagnostican mediante examen físico y análisis de laboratorio de pus o flujo. En algunos casos, también se pueden tomar tomografías computarizadas.

Los tipos de infección del oído incluyen:

  • Otitis externa.
  • Otitis media aguda o crónica.
  • Otitis media serosa.
  • Miringitis infecciosa.
  • Mastoiditis aguda.
  • Neuronitis vestibular.
  • Herpes zoster de la oreja.

Otitis externa

La otitis externa es una infección o inflamación del canal auditivo entre el tímpano y el oído externo. Se puede desencadenar por la exposición al agua sucia o por daños mecánicos debido a una limpieza excesiva. El agente infeccioso puede ser fúngico o bacteriano.

Las opciones de tratamiento incluyen:

  • Limpieza profesional del canal auditivo, aunque generalmente se debe evitar la administración de jeringas.
  • Gotas para los oídos que contienen antibióticos y esteroides, si la infección es de origen bacteriano.
  • Antibióticos orales.
  • Gotas para el oído que contienen medicamentos antimicóticos y esteroides, si la infección es de origen fúngico.
  • Medicamentos para aliviar el dolor.
  • Mantener las orejas secas.

Otitis media

La otitis media es una infección del oído medio, que puede ser aguda o crónica. Los niños son los más comúnmente afectados por la otitis media aguda porque es causada principalmente por resfriados típicos de la infancia. El agente infeccioso puede ser viral o bacteriano, y las investigaciones sugieren que los virus son responsables de la mayoría de los casos.

A veces, el tímpano se rompe, lo que lleva a pus en el canal auditivo, pero generalmente el tímpano se recupera por sí solo. Las opciones de tratamiento incluyen:

  • Medicamentos para aliviar el dolor.
  • Antibióticos: si la infección es de origen bacteriano.
  • Gotas para los oídos - si hay pus en el canal auditivo.

Los ataques frecuentes de otitis media aguda o un ataque prolongado pueden provocar otitis media crónica. Sin intervención médica, la infección crónica puede romper el tímpano o dañar las estructuras delicadas dentro del oído medio.

Otras posibles complicaciones de la otitis media crónica no tratada incluyen meningitis, infección de los órganos del equilibrio dentro del oído (laberintitis), sordera neurosensorial (pérdida auditiva permanente) y parálisis de la cara.

Las opciones de tratamiento incluyen:

  • Limpieza a fondo del oído y uso de gotas antibióticas tópicas (con o sin esteroides).
  • Medicamentos para tratar la infección.
  • Reparación quirúrgica del tímpano perforado.
  • Estrategias de prevención para reducir el riesgo de otra infección.

Otitis media serosa

La otitis media serosa se conoce como pegamento de oreja. Los niños de entre seis meses y dos años de edad son los más vulnerables a este tipo de infección de oído. Comúnmente se desarrolla después de una infección del oído medio, y se caracteriza por la acumulación de líquido y pus dentro del oído medio. Las opciones de tratamiento incluyen antibióticos.

Si los antibióticos fallan, o si el niño está plagado de ataques repetidos de cera en la oreja, puede ser necesaria la cirugía para insertar pequeños tubos de drenaje (arandelas).

Miringitis infecciosa

La miringitis infecciosa es la inflamación del tímpano, causada por una infección de virus o bacterias. El tímpano responde a la inflamación formando pequeñas ampollas. Esto puede ser bastante doloroso. Si hay fiebre, es casi seguro que el agente infeccioso es bacteriano.

Las opciones de tratamiento incluyen:

  • Antibióticos.
  • Medicamentos para aliviar el dolor.
  • Ruptura profesional de las ampollas.

Mastoiditis aguda

El hueso que se puede sentir inmediatamente detrás de la oreja se llama mastoideo. La mastoiditis aguda es una infección de este hueso, causada por otitis media aguda previa. Los síntomas incluyen enrojecimiento e hinchazón de la piel sobre la mastoides, fiebre, secreción del oído y dolor intenso.

Esta es una condición seria Si no se trata, la mastoiditis aguda puede causar sordera, envenenamiento de la sangre, meningitis y parálisis de la cara. Las opciones de tratamiento incluyen:

  • Antibióticos intravenosos.
  • Drenaje quirúrgico del hueso infectado.

Neuronitis vestibular

El oído interno contiene los órganos del equilibrio, el sistema vestibular. Incluye tres bucles llenos de líquido (canales semicirculares) que responden a la rotación de la cabeza. Cerca de los canales semicirculares se encuentran el utrículo y la cápsula, que detectan la gravedad y el movimiento hacia adelante y hacia atrás. Cuando se mueve la cabeza, las señales de estos órganos se envían a través del nervio vestibular al cerebro donde se procesa.

La neuronitis vestibular es una inflamación del nervio vestibular, probablemente causada por una infección viral. El síntoma principal es el vértigo repentino, que puede ir acompañado de náuseas y vómitos. Los ojos también pueden revolotear involuntariamente hacia el lado afectado de la cabeza.

Las opciones de tratamiento para la neuronitis vestibular incluyen:

  • Medicamentos, incluyendo antihistamínicos.
  • Medicamentos contra las náuseas.
  • Fisioterapia vestibular: para ayudar a su cerebro a compensar o volver a entrenar.

Herpes zoster de la oreja

El sonido se envía como impulsos eléctricos al cerebro a través del nervio coclear. El herpes zoster de la oreja es una infección de este nervio auditivo por el virus del herpes zoster. Los síntomas incluyen dolor de oído, vértigo y pequeñas ampollas en el oído externo y en el canal auditivo y quizás en la cara y el cuello.

El nervio principal que sirve a los músculos faciales también puede infectarse, lo que ocasiona inflamación y parálisis parcial. Las opciones de tratamiento incluyen:

  • Medicamentos antivirales como los esteroides y el Aciclovir.
  • Medicamentos para aliviar el dolor.

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