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Ya sea que alimentes a tu recién nacido con el pecho o con un biberón, es posible que no sepas con qué frecuencia hacerlo. Generalmente, se recomienda que los bebés se alimenten a demanda, siempre que parezcan tener hambre. El bebé puede darte indicaciones llorando, metiéndose los dedos en la boca o haciendo ruidos de succión.

¿Con qué frecuencia debes hacer eructar a un recién nacido durante la lactancia?

Los bebés suelen tragar aire durante las comidas, lo que puede hacer que se pongan quisquillosos. Puedes prevenir esto haciendo eructar al bebé con frecuencia. Intenta que elimine los gases cada 60-90 mililitros si le das el biberón

Si le ofreces al bebé ambos pechos en cada toma, hazle eructar antes de cambiarlo de pecho y de nuevo al final de la toma. Por lo general, el mero movimiento de cambiar al bebé de pecho le provocará el eructo.

Sin embargo, como algunos especialistas en lactancia materna recomiendan ofrecer solamente un pecho en cada toma (lee el artículo: ¿Con qué frecuencia debo cambiar de pecho?), si el bebé mama bien desde el principio, deja que siga mamando mientras le resulte cómodo. Trata de hacerle eructar durante una pausa natural, en caso de que la haya, y al final de la toma.

Cuándo y cómo hacer eructar a su bebé

Una vez te haya subido la leche y el bebé haya aprendido a agarrarse correctamente al pecho, ayúdale a eructar con la frecuencia que creas necesaria. Algunos lactantes necesitan eructar más o menos que otros y esto puede variar de una toma a otra dependiendo de lo que haya comido la madre. Si tu bebé tiende a tener gases, tiene reflujo gastroesofágico o parece estar inquieto durante la alimentación, intenta hacer eructar a tu pequeño cada 25 ml durante la alimentación con biberón o cada 5 minutos durante la lactancia.

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Técnicas para hacer eructar al bebé

Sobre el hombro:

En pocas palabras, es colocar suavemente al bebé sobre tu hombro y palmear o frotar su espalda para expulsar el aire atrapado. Por supuesto, esto se hace con una capa protectora a través de un paño para eructar. Sin embargo, dependiendo de quién lo haga, puede haber un ligero cambio en el enfoque. Mamá, acuesta al bebé de forma que su vientre esté en tu pecho. Esto pone una capa acolchada de presión en la barriga del bebé que puede facilitar la liberación. Papá, lleva al bebé un poco más arriba para que su vientre descanse más cerca de tu hombro por la misma razón. De cualquier manera, no lo hagas rebotar mientras eructa.

Boca abajo en el regazo:

Siéntate en una silla o sofá estable con ambos pies en el suelo. Acuesta al bebé boca abajo sobre tus piernas, una pierna bajo su estómago y la otra bajo su cabeza, con la cabeza girada hacia los lados. De nuevo con el paño para eructar para evitar el temido "eructo húmedo". Usa una mano para asegurarlo y la otra para palmearle o frotarle suavemente la espalda con un movimiento circular. Cuando el bebé es un poco más grande, algunos padres optan por acostarse de lado y colocar al bebé boca abajo sobre su cadera para ayudarlo a eructar.

Sentado:

Sienta al bebé en posición erguida, inclínalo ligeramente hacia delante y utiliza una mano para apoyar el pecho y la cabeza y la otra para frotar y palmear su espalda, siempre con suavidad.

Ya sea con biberón o lactancia, los eructos después de la toma son muy importantes

Trata de no esperar hasta que el bebé esté prácticamente dormido; no querrá ser despertado para una sesión de eructos. Cuando el bebé empiece a ir más despacio, o ya no esté succionando y tragando activamente, llévalo suavemente a la posición de eructo que desees.

Amamantar y hacer eructar a su bebé

¿Cuánto tiempo esperar para que el bebé eructe?

Si el bebé no suelta uno en un minuto más o menos después de intentarlo, probablemente no necesite ninguna ayuda adicional. Aunque a veces el aire puede tardar un poco en llegar a la parte superior del estómago. Si se retuerce haciendo caras infelices, inténtalo de nuevo. A menos que vaya a dormir una siesta, considera mantenerlo erguido por un tiempo; sentarse ayuda a la naturaleza a seguir su propio curso.

Hacer eructar a un bebé no tiene que ser un esfuerzo científico; sólo tienes que seguir tu propio instinto y le cogerás el truco en poco tiempo.

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