Llega un nuevo hermano: consejos para evitar los celos

Nuevo bebé en camino ¿Cómo evitar los celos del hermano mayor?

Traer un hijo al mundo es un acto que siempre nos llena de dudas e incertidumbre entre otras muchas sensaciones, pero esto se agrava aún más cuando ya hay un pequeño dentro de la familia y los celos del que será a partir de ahora el hijo mayor se convierten en la preocupación principal para los padres.

Nunca podemos saber cómo va a reaccionar un niño ante la llegada de un hermano ya que muchos son los factores que pueden influir, desde la propia forma de ser del niño, su edad, hasta cómo nos comportemos con él después de la llegada del bebé.

Te contamos unas pautas a seguir en los primeros momentos que te pueden ayudar a que tu hijo vea con más normalidad todos los cambios que se avecinan a su alrededor y minimizar así los posibles y temidos celos que tanto nos preocupan.

Desde el comienzo del embarazo debéis decidir cuándo será el momento de contarle a vuestro hijo que va a tener un hermanito. Lo mejor, esperar al menos a los 3 meses, cuando ya sepáis con seguridad que todo marcha correctamente. Dependiendo de la edad de tu hijo puedes contarle con más o menos detalle cómo ha sucedido y los cambios que le esperan a mamá a partir de ahora. Así, sabrá en todo momento lo que irá sucediendo. Siempre que sea posible podéis hacerle partícipe del proceso del embarazo, que acuda con vosotros a las ecografías, que note las patadas del bebé cuando comience a darlas, que hable al bebé, que ayude con los preparativos de la habitación, con las compras necesarias...

lista de nacimiento bebe

Pero sin duda, el momento clave llega con el nacimiento del bebé. Es entonces cuando más cuidado debéis tener con vuestro hijo mayor, cuando más atención necesitará y cuando podéis llevar a cabo estos consejos:

  • Cuando nazca el bebé, como es normal, todo el mundo estará pendiente de él, y vuestro hijo mayor comenzará a sentirse algo desplazado. Esta sensación incluye a los padres, y sobre todo, a la madre, que desaparecerá durante unos días, agravando esta sensación en el niño. Si tenéis la posibilidad de que vaya a visitaros a la clínica/hospital es muy importante que en el momento en que llegue a la habitación la mamá esté a su completa disposición y el bebé en la cuna. La mamá recibirá al niño y le dedicará toda su atención, dejando en un segundo plano al bebé en ese momento. Después de interesarse por él, la mamá puede pasar a presentarle a su hermanito, que además, le estará esperando con un regalito, algún detalle con el que de normal no seáis muy permisivos, unas chuches, un muñeco que lleva tiempo pidiendo... En ese momento por fin vuestro hijo conocerá a su hermano, y debéis dejarle el mayor espacio posible, siempre teniendo en cuenta su edad y posibilidades. Podéis acomodarlo en la cama con el bebé al lado, o en un sillón si lo hubiera... y nada de agobiarlo con una retahíla de preguntas... dejarles su espacio. Que lleve las manos limpias para que pueda tocarlo con tranquilidad y no comencéis ya a poner barreras entre ellos. Estos pasos deben seguirse cada vez que el niño vaya a visitar a mamá durante su ingreso, unas 48 horas en condiciones normales.
  • Cuando salga del hospital nuestra actuación vuelve a ser fundamental para lograr que el hermano mayor lo lleve todo con la mayor normalidad. Si es posible, lo mejor es que el niño acompañe a los papás y al bebé en el momento del alta, y si no, es fundamental que esté en casa cuando el nuevo miembro de la familia llegue, que no sienta invadido el que hasta ahora había sido su territorio. Si elegís la opción de que os acompañe a la salida del hospital deberéis intentar salir con él de la mano. Al bebé lo podéis llevar en la maxi cosi o que lo lleve papá. Y si os espera en casa, en cuanto abráis la puerta lo más importante será saludarle y atenderle.

Una vez en casa tendréis que ir dando los pasos que vuestro hijo mayor y el bebé os vayan dictando. Recordad que es muy importante que en todo el momento el mayor se sienta implicado en la nueva situación familiar, que participe y ayude en lo posible (siempre teniendo en cuenta su edad, nunca podrá ayudar lo mismo un niño de 2 años que uno de 6), que os de los pañales, os ayude a elegir la ropita del bebé para salir de paseo, incluso podéis extraeros la leche alguna vez y que sea vuestro hijo el que se la dé al bebé con un biberón... cualquier cosa que se os ocurra es buena para acercarlos, aunque también dependerá mucho de la actitud que tome vuestro hijo mayor, al que quizá no le apetezca mucho implicarse, en cuyo caso lo mejor será dejarlo tranquilo...

Siguiendo estos sencillos pasos podemos conseguir que la llegada del nuevo miembro de la familia no suponga un trauma para nuestro hijo mayor, pero sobre todo debemos recordar que lo más importante es no poner barreras entre ellos, impedir al mayor que toque, acaricie, coja, o interactúe con su hermano es el primer y mayor fallo que cometemos y el que afectará probablemente más a la conducta de nuestro hijo, así que abrid vuestra mente.

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