Mi bebé no duerme, ¿por qué? ¿Qué hacer?

¿Qué pasa cuando un bebé no quiere dormir?

Aunque se dice que un bebé debe dormir varias horas seguidas, tu bebé está bastante despierto y sólo duerme 20-30 minutos entre cada comida. ¿Deberías preocuparte? ¿Como ayudarle a dormir bien?

"Duerme como un bebé", una expresión que puede hacer reír a algunos padres. De hecho, junto con la alimentación, es una de las principales preocupaciones de los padres jóvenes, especialmente si es su primer hijo. Y con razón sobre todo porque todos sabemos que el sueño es esencial para crecer bien.

El sueño en los niños

Se supone que un bebé no debe ajustarse a un estándar porque hay muchas diferencias entre individuos. Así, un bebé puede dormir entre 8 horas y 14 horas por día en promedio.

El sueño del niño está fragmentado, en fases de tres, cuatro horas sin distinción entre el día y la noche porque su reloj biológico no está establecido aún. Este reloj biológico controla la producción de hormonas y necesita sincronizarse con la luz del día para seguir el ritmo diurno/nocturno. Toma tiempo para que el ritmo circadiano se establezca.

En la práctica, algunos bebés duermen rápidamente durante la noche y también duermen unas pocas horas durante el día. Otros duermen poco o muy poco durante el día. En el primer año de vida, se supone que el niño debe dormir por la mañana y también tomar una siesta por la tarde.

El bebé duerme poco: ¿qué hacer?

¿Tu bebé está más en la categoría de un pequeño durmiente? En primer lugar, no hay que centrarse en la cantidad de sueño, sino en la calidad de ese sueño: en otras palabras, es mejor tener un niño que duerme poco, pero se despierta en forma y sonriendo, que un niño que duerme mucho pero siempre parece cansado, gruñón.

También debes saber que las siestas cortas (unos 15 minutos) son reparadoras, especialmente para los bebés que duermen poco. Además, no hay necesidad de entrar en pánico si tu bebé sólo se duerme en el pecho.

Esto no es anormal, porque la lactancia materna satisface al menos una doble necesidad: la nutricional y la psicoafectiva. Y ambos son "a demanda".

Por otro lado, si tu bebé duerme muy poco, se despierta llorando, retorciéndose, come poco, pierde peso... es importante que consultes a su pediatra. La consulta permitirá un examen clínico y una investigación para comprobar la ausencia de anomalías (trastornos alimentarios, problemas psicológicos, dolor, etc.).

Una vez que las causas físicas han sido eliminadas o tratadas, y si el problema persiste, entonces se recurre al psicólogo. Puede ser muy útil consultar a un psicólogo que pueda identificar los problemas a través de la psicoterapia psicodinámica madre-bebé o padre-bebé, y/o con la psicoterapia conductual para proponer soluciones muy concretas y sobre todo para acompañar y apoyar a los padres.

El sueño del niño en el lado psíquico

Los bebés que duermen poco a menudo hacen que sus padres se sientan culpables, tienen miedo de "hacerlo mal", cuestionan sus habilidades como madres y padres...

Pero antes de que te preocupes, tienes que:

  • Establecer una rutina de vida tranquila y tranquilizadora con momentos culminantes bien organizados (comidas, paseos, baños, juegos...), que se hacen siempre a la misma hora.
  • Observar a tu bebé y aprender a descifrar los signos de la necesidad de dormir: ¿está gruñón? ¿Brinca? ¿Se frota los ojos? Para acostarlo a las primeras señales.

Asimismo, para evitar "perder el tren del sueño", uno debe hacerse las siguientes preguntas:

  • Las condiciones materiales: ¿el lugar donde duerme el niño es propicio para dormir? ¿Suficientemente tranquilo? ¿La temperatura es ideal? ¿Hay demasiada/no suficiente luz?
  • El entorno familiar: ¿existe un ambiente que pueda causar inconscientemente trastornos del sueño en el bebé e inseguridad emocional: tensiones en la pareja, ansiedad, depresión posparto, trastornos de apego madre/hijo...

Ten en cuenta que los enemigos del sueño en los niños son a menudo psico-afectivos. En otras palabras, una alteración del sueño en el bebé puede indicar un desorden psicosomático temprano, así que no dudes en consultar a un psiquiatra de niños si estos desórdenes se presentan.

Consejos para ayudar a dormir al bebé

  • Pasear al bebé en su cochecito, portearlo meciéndolo... Pero también la música suave, una mantita o peluche. Tantos trucos que pueden ser útiles para preservar el tiempo de sueño de toda la familia. Siempre que, por supuesto, encuentres un pequeño truco que sea regularmente efectivo.
  • La hora de acostarse debe fijarse a una hora normal, ni muy tarde, ni muy temprano. Por la noche, el niño necesita tener un momento de convivencia con sus padres.
  • En el momento adecuado, para acompañar su entrada en el sueño, es bueno respetar su ritual: jugar con él, hablarle, dejar una luz de noche nocturna encendida, leer un cuento...
  • Evita las cenas pesadas si estás amamantando. Para la madre, una comida a base de verduras, frutas y alimentos con almidón ayudará a su hijo a dormirse.

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