Por qué las afirmaciones deben formar parte de la rutina de vuelta al cole de tus hijos

Cuando el verano llega a su fin, es el momento de preparar a nuestros hijos (y a nosotros mismos) para la transición de vuelta al cole. Para muchos niños, esto incluye los nervios de volver a clase. Aunque tu hijo vuelva a un lugar familiar con caras conocidas, los nervios del primer día pueden aparecer. Pueden desencadenar ansiedad por separación o ansiedad social.

Afortunadamente, hay muchas maneras de ayudar a los niños a afrontar la transición, incluida la práctica de afirmaciones diarias. Numerosos estudios han demostrado que las afirmaciones tienen una amplia gama de beneficios, incluidos los efectos de amortiguación del estrés.

Las afirmaciones son especialmente útiles en situaciones en las que nuestra visión positiva de nosotros mismos se ve amenazada, como cuando no hacemos un buen examen o nos sentimos excluidos en el patio de recreo. En estas situaciones, las afirmaciones pueden reforzar su sentido de la autoestima y su capacidad para hacer frente a situaciones potencialmente negativas. Estas son algunas afirmaciones que se pueden practicar con los niños, los preadolescentes y los adolescentes al comenzar el año escolar.

Afirmaciones para niños pequeños

Las afirmaciones son una práctica que incluso los niños pequeños pueden entender y participar, sobre todo si son sencillas, como por ejemplo

Soy importante.

La única cosa que los niños quieren sentir más que nada es ser vistos. Quieren saber que son parte integrante de lo que ocurre a su alrededor.

Soy amado.

El amor es la mejor protección emocional que puede tener un niño. No existe tal cosa como demasiado amor cuando se trata de niños. Asegurarse de que entienden lo valorados que son puede marcar la diferencia.

Puedo hacer cosas difíciles.

Si todo fuera fácil todo el tiempo, nunca sentiríamos la satisfacción del logro. Esto vale tanto para los exámenes de ortografía como para tener el valor de hacer nuevos amigos.

Soy amable.

Compartir ejemplos concretos de cuando has visto a tu hijo ser amable puede ayudarle a interiorizar esta afirmación.

Soy un buen amigo.

Una de las partes más importantes del colegio es hacer amigos. Esta afirmación les recuerda que ser un buen compañero es el primer paso para tener buenos amigos. Hazles preguntas sobre lo que les gusta de sus amigos y por qué. Esto puede ayudar a los niños a pensar en lo que significa ser un buen amigo en la práctica.

Puedo pedir ayuda cuando la necesito.

Las escuelas están llenas de cuidadores, pero a veces los niños necesitan sentir que tienen permiso para pedir ayuda.

Puedo aprender a hacer cualquier cosa.

Ese es el objetivo de la escuela. E incluso si no tienen un don natural para, por ejemplo, la división, enmarcarlo como algo que aún no dominan puede cambiar la forma en que piensan sobre sus habilidades y capacidades.

Perdono y aprendo de mis errores.

Recuérdales que vamos a la escuela para aprender cosas nuevas, así que, por supuesto, no sabemos hacer todo de inmediato. Esto también se aplica a pelearse con un amigo o a faltar al recreo para recuperar una tarea que se les ha olvidado. Ahora es el momento de que aprendan a desenvolverse en estas situaciones.

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