Cómo enseñar a tu hijo a recoger sus cosas

Cuando estás embarazada, lo último que quieres hacer es agacharte para recoger los juguetes de tu hijo pequeño esparcidos por toda la casa. Ni hablar de intentar tirarse al suelo para gatear en busca de peluches perdidos debajo de los sofás. ¿A qué edad hay que enseñar a los niños a recoger lo que han dejado tirado por la casa? Todos queremos criar niños autosuficientes que se conviertan en adultos responsables como nosotros, ¿verdad? Así que aquí tienes algunos trucos para conseguir que tu hijo pequeño empiece a recoger sus cosas, y sin rabietas.

Todos sabemos lo poco que tarda un niño pequeño en convertir una habitación perfectamente ordenada en una zona desastrosa. Resulta frustrante que a los niños les guste el caos. También sabemos que tardaremos cuatro o cinco veces más en limpiar el desorden de un niño pequeño que lo que él tardó en hacerlo, sobre todo a la velocidad del embarazo a cámara lenta. Mantener la casa limpia y ordenada con un niño pequeño (sobre todo si el embarazo está avanzado y no te sientes con mucha energía) puede parecer a veces un ejercicio inútil. Aprender a aceptar el desorden y el caos es un punto de partida importante para muchos padres primerizos.

El embarazo es un buen momento para empezar a enseñar a tu hijo a ordenar por sí mismo por varias razones. En primer lugar, tu hijo estará mucho más receptivo a aprender algo nuevo y no tan divertido antes de la llegada de su nuevo hermano. Una vez que tengan que compartir su casa y sus padres con un nuevo bebé, la capacidad cognitiva de los niños pequeños para enfrentarse a retos difíciles se verá limitada por su angustia emocional.

El embarazo también es un buen momento para enseñar a tu hijo pequeño el nuevo hábito de recoger lo que va dejando tirado, porque necesitarás más ayuda cuando llegue el nuevo bebé. Además, a tu hijo le llevará tiempo practicar la limpieza hasta que se convierta en un hábito.

¿Cómo puedes hacer que la tarea de recoger los juguetes de tu pequeño sea un éxito y no un suplicio? He aquí algunos trucos:

  • Olvídate de la perfección.
  • Añade dosis extra de ánimo. Elogia a tu hijo por lo que limpia y guarda.
  • Convierte la limpieza en un juego. Pon un cronómetro y "compite" con tu hijo para ver quién mete antes todos los juguetes en la cesta.
  • Limita el número de veces que le pides a tu hijo que recoja al día o a la semana, en función de su tolerancia y sus ganas de recoger. Tanto tú como tu hijo os volveréis locos si tratas de mantener el desorden a raya todo el día, todos los días.
  • Crea una zona dedicada al desorden en tu casa. Así, tu hijo pequeño podrá apartar los juguetes sin tener que guardarlos. A nadie le gusta guardar un puzzle a medio terminar, ¿verdad? ¿Por qué no le pides a tu hijo que elija un lugar donde pueda aparcar sus obras maestras inacabadas?
  • Reduce el desorden limitando el número de juguetes a los que tu hijo tiene acceso diaria o semanalmente. Es imposible que juegue con todos los juguetes que tiene al mismo tiempo.
  • Facilítale la tarea de ordenar. Por ejemplo, reutiliza viejas cajas de zapatos o compra cubos de colores brillantes para que tu hijo sepa dónde poner sus cosas. Tu salón parecerá menos una zona de guerra de juguetes si el desorden está fuera de la vista dentro de una caja. Haz fotos Polaroid de los juguetes de cada cubo o pídele que dibuje etiquetas.
  • Comparte el trabajo. Por muy tentador que sea, no te pongas a mirar el móvil mientras tu hijo ordena. En lugar de eso, ocúpate tú de las partes más complicadas del proyecto de limpieza y deja a tu hijo pequeño las tareas rápidas y sencillas para aumentar su sensación de logro y éxito.

La limpieza con un niño pequeño es una tarea ardua para ti y para tu hijo. Pero merece la pena. Los estudios demuestran que los niños que empiezan a hacer tareas domésticas a una edad temprana tienen más probabilidades de tener éxito en sus relaciones, en sus estudios y en su carrera profesional. También sabemos que asignar tareas domésticas a los niños pequeños les ayuda a desarrollar un sentido duradero de dominio, responsabilidad y confianza en sí mismos. A los 18 meses, los niños pequeños tienen suficientes habilidades motrices para recoger lo que dejan tirado por casa. Pero, aun sabiendo que la tormenta de rabietas de los niños pequeños puede tener un lado positivo, las constantes batallas por el orden son agotadoras, tanto si estás embarazada como si no.

Puede que sea una dura lección de paternidad, pero intenta no recoger para tu hijo pequeño. Piensa en el mensaje que les estás enviando si le pides que recoja pero luego te rindes y lo haces tú. Puede interpretar tu comportamiento como si les dijeras que no pueden hacerlo solos. No querrás estar limpiando por tu hijo durante los próximos 18 años, ¿verdad?

Muchos de nosotros carecemos del ancho de banda emocional y temporal necesario para hacer que nuestros hijos limpien lo que ensucian con regularidad. Si te sientes vacilante, piensa que se trata de una importante habilidad vital que puedes enseñar ahora a tu hijo pequeño. Imagina a tu hijo pequeño como un adulto que intenta encontrar un compañero de piso o pareja que limpie por él. Si eres firme y paciente, le estarás haciendo un regalo.

No es demasiado pronto para enseñar a tu hijo a limpiar lo que ensucia. Cuanto antes les enseñes, mejor. Las rutinas ayudan a estructurar a los niños. Tu hijo pequeño espera de ti rutina, previsibilidad y regularidad, pero no rigidez. No pasa nada si ayudas a tu hijo a limpiar o si dejas de recoger un día, porque le estás enseñando a ser flexible y a tolerar un poco de caos. Pero si le enseñas una rutina de limpieza regular como parte del día a día de tu familia y estableces expectativas claras de que la limpieza forma parte del juego, estarás ayudando a criar a un niño autosuficiente.

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