Monitorización fetal durante el embarazo y el parto

Monitorización fetal, para comprobar si el bebé está bien

La monitorización fetal permite controlar la frecuencia cardíaca del bebé en el útero. ¿Cómo funciona? ¿Cuándo se utiliza? ¿Qué puede señalar?

La monitorización fetal es una forma indirecta de evaluar la salud del feto durante el embarazo y el parto. Las alteraciones del ritmo cardíaco indican un estado de sufrimiento agudo del bebé, que puede requerir su rápida extracción.

Monitorización fetal: el principio

La monitorización fetal o electrocardiotografía es una técnica de registro electrónico de la frecuencia cardíaca fetal. Desarrollada a partir de la década de 1960, la monitorización se ha convertido rápidamente en uno de los principales métodos de control del bienestar fetal durante el embarazo y el parto.

La monitorización fetal permite controlar 5 cosas: la presencia de contracciones uterinas, la frecuencia cardíaca fetal básica (120-160 en el feto), la variabilidad de esta frecuencia y la aceleración o ralentización del ritmo cardíaco. Son muchos los parámetros que influyen en el estado del feto.

La monitorización de la frecuencia cardíaca fetal puede detectar cualquier anomalía que indique un sufrimiento agudo del bebé (disminución de la oxigenación, es decir, hipoxia aguda). La hipoxia puede provocar la muerte del feto o graves secuelas psicomotoras.

Ejemplos de posibles anomalías del ritmo cardíaco

  • Disminución de la frecuencia cardíaca basal (bradicardia): puede reflejar un estado de hipoxia fetal, puede estar asociado a una compresión prolongada del cordón umbilical.
  • Aumento de la frecuencia cardíaca basal (taquicardia): hipoxia fetal temprana (falta de oxígeno), infección fetal, fiebre materna.
  • Fluctuación reducida de la frecuencia cardíaca básica: puede indicar asfixia fetal.
  • Desaceleraciones prolongadas: indicativas de hipoxia fetal.

Monitorización fetal: control del bebé durante el embarazo y el parto

En cuanto hay una patología materna o fetal, se vigila al bebé. ¿Los principales casos que requieren seguimiento? Amenaza de parto prematuro, diabetes o hipertensión, retraso del crecimiento intrauterino (RCI). La monitorización fetal también se realiza si el feto se mueve menos o si la madre está hospitalizada. La frecuencia del seguimiento depende de la patología: puede ser una vez por quincena hasta varias veces al día en los casos graves. En caso de seguimiento patológico, se puede decidir la extracción del bebé, la mayoría de las veces por cesárea.

La monitorización de la frecuencia cardíaca fetal es también un elemento clave en el seguimiento del proceso de parto. El registro continuo de la frecuencia cardíaca del feto permite ver cómo el bebé se enfrenta a las contracciones uterinas, que modifican el flujo sanguíneo en la placenta y reducen el suministro de oxígeno. Si el registro no indica ninguna anomalía en la frecuencia cardíaca del feto, se sabe que el bebé está bien y no es necesario realizar más controles. Este método tiene un alto valor predictivo negativo.

Si el registro muestra anomalías, se pueden utilizar técnicas de segunda línea introduciendo sensores en el interior del útero (pulsioximetría fetal, electrocardiograma fetal...). Esta monitorización interna permite obtener registros de la variabilidad exacta de la frecuencia cardíaca fetal -al ser la monitorización muy sensible, las anomalías registradas no siempre indican sufrimiento fetal- y ver si el niño debe nacer rápidamente mediante fórceps o cesárea. Sin embargo, algunas anomalías de la frecuencia cardíaca fetal pueden corregirse o mejorarse cambiando la posición de la madre (si las anomalías están relacionadas con el cordón umbilical), actuando sobre el ritmo de las contracciones (cuando el sufrimiento fetal se debe a una actividad demasiado intensa del útero) o bajando la temperatura de la madre si tiene fiebre...

Monitorización fetal: Cómo funciona

El monitor electrónico o cardiotocógrafo está equipado con dos sensores.

  • El primero, un sensor de ultrasonidos Doppler, mide la frecuencia cardíaca del feto. Se recubre con gel de ultrasonidos, se coloca en el vientre de la madre en el lado de la espalda del feto y se sujeta con una correa.
  • El segundo sensor, se coloca en el vientre de la madre a la altura del fondo uterino y se fija con una correa, pero sin gel.

La monitorización se deja durante una media de 30 minutos. Una vez puesto en marcha el cardiotocógrafo, aparecen dos líneas en el papel de desplazamiento: la línea superior muestra los latidos del bebé, la del medio sus movimientos y la inferior los movimientos del útero. Sólo un profesional de la salud puede interpretar un seguimiento.

Preguntas Frecuentes sobre Monitorización Fetal

1. ¿Qué es la monitorización fetal y por qué es importante?

La monitorización fetal es un proceso para supervisar la salud del bebé en el útero. Es vital para asegurar que tu pequeño esté creciendo y desarrollándose de manera adecuada.

2. ¿Cuándo se realiza la monitorización fetal?

Por lo general, se realiza durante el tercer trimestre del embarazo, especialmente si existen condiciones médicas o complicaciones. También puede ser necesaria durante el trabajo de parto.

3. ¿Cuáles son los métodos de monitorización fetal más comunes?

Existen dos tipos principales: la monitorización externa (a través de sensores en el abdomen) y la interna (con un electrodo colocado en el cuero cabelludo del bebé).

4. ¿Es dolorosa la monitorización fetal?

La monitorización externa es indolora, pero la interna puede causar una ligera molestia. Tu equipo médico te proporcionará detalles y opciones para que te sientas cómoda.

5. ¿Cuánto tiempo dura la monitorización fetal?

La duración varía, pero por lo general, toma alrededor de 20-30 minutos en cada sesión. Durante el parto, la monitorización puede ser continua.

6. ¿Qué se busca en los resultados de la monitorización fetal?

Se buscan patrones cardíacos normales del bebé y signos de estrés fetal. Los resultados ayudan a tomar decisiones médicas adecuadas.

7. ¿Qué debo hacer si noto cambios en la actividad del bebé?

Si sientes que el bebé se mueve menos de lo habitual, comunícalo de inmediato a tu médico. La monitorización fetal también puede ayudar a evaluar esta situación.

8. ¿Puede la monitorización fetal predecir complicaciones durante el parto?

Sí, puede ayudar a anticipar problemas potenciales y tomar medidas para garantizar un parto seguro.

9. ¿La monitorización fetal es segura para el bebé y para mí?

Sí, se considera segura. Tu equipo médico tomará medidas para garantizar tu comodidad y minimizar cualquier riesgo.

10. ¿Puede afectar la monitorización fetal a mi plan de parto?

En algunos casos, puede influir en las decisiones sobre el parto, pero tu médico te informará y tomará decisiones basadas en tu situación única.

Recuerda, la monitorización fetal es una herramienta importante para cuidar la salud de tu bebé. Siempre habla con médico o matrona para obtener información específica sobre tu situación. ¡Cuida de ti y de tu pequeño! 👩‍⚕️👶💕

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