Preparación y tipos de almíbar para usar en repostería

Preparación y tipos de almíbar para usar en repostería

¿Cómo hacer almíbar?

El almíbar debes prepararlo en un recipiente de superficie antiadherente.

Debes de poner agua y azúcar en igual cantidad y dejarlo hervir hasta que adquiera el aspecto de jarabe o almíbar, lo sabrás cuando el preparado se te pegue a los dedos.

Debido a la cocción en el agua, el azúcar disuelto puede adquirir más o menos grado en su densidad, granulación o color, dependiendo del tiempo empleado en la cocción, la temperatura o la cantidad de agua.

Cada grado diferente de densidad se llama punto de azúcar:

Hebra fina: Para conseguir este punto deja que hierva más tiempo. ¿Cómo identificarlo? Sólo tienes que poner un poco de almíbar en una cuchara, toca con los dedos índice y pulgar (previamente mojados con agua fría) junta los dedos y cuando los separes debe formarse un hilillo que se rompa fácilmente.

Preparación y tipos de almíbar para usar en repostería

Hebra fuerte: Debes dejar hervir más tiempo aún que en la hebra fina. Comprueba con los dedos al igual que con la hebra fina, pero en este caso, el hilillo debe ofrecer un poco de resistencia a la hora de romperse.

Perla: Deja hervir el almíbar a borbotones, hasta que se formen unas burbujas gruesas. Para comprobar su punto, usa los dedos como se indicó anteriormente, el hilo debe estirar sin romperse aunque separes los dedos en su totalidad.

Bola: Hierve el almíbar sin que se queme. En este punto el almíbar debe pegarse a los dedos pudiendo rodar entre ellos hasta formar una bola blanda.

Lámina o caramelo: Deja hervir hasta que dejándolo caer en el mármol haga ruido y una vez se seque, no se quede pegado. Ten mucho cuidado para que no se te queme.

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