Cómo hacer mousse de arroz con leche: Receta fácil, cremosa y deliciosa 🍚✨
Si eres fan del clásico arroz con leche, prepárate para enamorarte de su versión más ligera, suave y espumosa: la mousse de arroz con leche. Esta receta conserva todo el sabor tradicional, pero con una textura increíblemente cremosa y aireada que la convierte en un postre diferente, original y perfecto para sorprender a familia y amigos.
En este artículo te voy a contar paso a paso cómo hacer mousse de arroz con leche en casa, con ingredientes sencillos, sin complicaciones y con un resultado espectacular 😋. Además, te daré trucos para que te quede perfecta, ideas para presentarla y responderé a las dudas más frecuentes. ¡Vamos a ello!
📝 Ingredientes para hacer mousse de arroz con leche
Antes de empezar, asegúrate de tener todos los ingredientes a mano. Esta receta es muy económica y probablemente tengas casi todo en casa:
- 4 cucharadas de arroz (preferiblemente redondo)
- ½ litro de leche entera
- Agua (para hervir el arroz)
- Piel de limón (sin la parte blanca)
- 60 gramos de azúcar o leche condensada al gusto
- 1 ramita de canela
- Canela en polvo (para decorar)
- 3 hojas de gelatina neutra (también puedes usar gelatina en polvo, más abajo te explico cómo sustituirla)
Con estas cantidades te saldrán entre 4 y 6 raciones, dependiendo del tamaño de los moldes.
🍚 Paso a paso: cómo hacer mousse de arroz con leche
1. Hervimos el arroz
Pon el arroz en un cazo con agua abundante y deja que hierva durante 10 minutos. Este paso es importante para quitar el almidón y conseguir una textura más suave. Después de cocerlo, cuela el arroz y resérvalo.
2. Ponemos la gelatina en remojo
Mientras se cuece el arroz, hidrata las hojas de gelatina en agua fría durante unos 5 minutos. Deben quedar blanditas. Este paso es esencial para que luego se disuelvan bien.
💡 Truco: si usas gelatina en polvo, pon una cucharada (unos 7 gramos) en 3 cucharadas de agua fría y deja reposar 5 minutos para que se hidrate.
3. Cocemos la leche con los aromas
En otro cazo, calienta el medio litro de leche junto con la piel de limón, la canela en rama y el azúcar o leche condensada (según tu gusto). Lleva a ebullición a fuego medio, removiendo de vez en cuando para que no se pegue.
Cuando la leche empiece a hervir, añade el arroz cocido que habías reservado y cuece todo junto 10 minutos más, a fuego suave. Así el arroz se empapará bien de todos los sabores.
4. Retiramos los aromas y añadimos la gelatina
Apaga el fuego y retira la piel de limón y la canela en rama. A continuación, añade las hojas de gelatina escurridas (o la gelatina hidratada, si usas en polvo) y remueve muy bien hasta que se disuelvan por completo.
⚠️ Es importante añadir la gelatina cuando la mezcla está caliente pero no hirviendo, para que no pierda su poder gelificante.
5. Trituramos el arroz
Ahora llega el paso clave para que la mousse tenga esa textura suave y sedosa: tritura toda la mezcla con una batidora hasta que obtengas un puré fino y sin grumos.
🧑🍳 Puedes usar una batidora de mano o una de vaso. Si quieres una textura aún más ligera, pasa el puré por un colador o chino después de triturar.
6. Dejamos enfriar y montamos la mousse
Deja que la mezcla se enfríe a temperatura ambiente. Cuando veas que empieza a espesar ligeramente (gracias a la gelatina), es el momento de batir con unas varillas –manuales o eléctricas– hasta obtener una espuma densa y aireada.
Este paso le dará ese efecto mousse tan característico: suave, ligero y delicioso 😍.
7. Servimos y enfriamos
Reparte la mousse en moldes individuales, vasitos, copas o donde prefieras. Lleva a la nevera al menos 3 horas (aunque lo ideal es dejarla reposar toda la noche).
Justo antes de servir, espolvorea un poco de canela en polvo por encima para darle el toque final. ¡Y a disfrutar! 🎉
💡 Consejos para que tu mousse quede perfecta
- Usa arroz redondo: es el mejor para postres porque absorbe bien la leche y queda meloso.
- No te saltes el triturado: es esencial para conseguir una textura fina y sin grumos.
- Controla la temperatura al añadir la gelatina. Si la leche está muy caliente, puede perder eficacia; si está fría, no se disolverá bien.
- Deja que repose lo suficiente en la nevera para que coja cuerpo y textura.
- Si quieres una mousse aún más aireada, puedes incorporar claras montadas a punto de nieve al final, pero no es necesario para que quede rica.
❓ Preguntas frecuentes
¿Puedo usar leche vegetal?
Sí, puedes usar leche de avena, almendra o soja. El sabor cambiará un poco, pero seguirá estando muy buena. Eso sí, asegúrate de que no sean demasiado líquidas o diluidas.
¿Se puede congelar la mousse?
No es recomendable congelarla, ya que la textura cambiará al descongelar. Es mejor conservarla en la nevera hasta 3-4 días.
¿Puedo hacer esta mousse sin azúcar?
Claro. Puedes sustituir el azúcar por edulcorantes aptos para cocinar como eritritol o stevia. También puedes usar solo leche condensada (ajustando la cantidad al gusto).
🎨 Ideas para presentar tu mousse de arroz con leche
La presentación marca la diferencia, sobre todo si tienes invitados o quieres lucirte. Aquí van algunas ideas:
- Con frutas frescas por encima, como fresas, mango o frambuesas 🍓
- En copas de cristal con un toque de canela y ralladura de limón
- En vasitos individuales decorados con canela en espiral y una hoja de menta 🌿
- Acompañada de una galleta crujiente o barquillo para jugar con las texturas
❤️ ¿Por qué te va a encantar esta receta?
Porque tiene lo mejor de dos mundos: el sabor casero del arroz con leche de toda la vida, y la ligereza y elegancia de una mousse. Es un postre perfecto para:
- Terminar una comida especial sin sentirte pesado
- Sorprender a tus invitados con algo diferente
- Disfrutar del arroz con leche de una forma nueva y deliciosa
Además, es muy fácil de hacer, no necesita horno y se puede preparar con antelación. ¡Ideal para cualquier ocasión! 🎉
✅ Una mousse irresistible que querrás repetir
La mousse de arroz con leche es ese postre que combina tradición y modernidad, lo clásico con lo sofisticado. Si te gusta el arroz con leche, te va a enamorar esta versión suave, ligera y llena de sabor. Y si no eres muy fan… ¡pruébala igualmente! Porque su textura esponjosa puede hacer que cambies de idea 😉
Así que ya sabes: Coge un cazo, arroz, leche y un poco de canela, y sorprende a todos con esta receta tan especial.
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