lactancia materna y cesárea

La lactancia materna después de una cesárea

Empezar a amamantar bien, justo después de dar a luz, no siempre es fácil y a menudo requiere un buen apoyo psicológico y material del equipo médico. Además de la motivación, las dificultades que se encuentran durante la lactancia pueden influir en la decisión de continuar o no con la lactancia. Entre los varios eventos que pueden desestabilizar a una joven madre está la cesárea.

¿Por qué es más difícil dar el pecho después de una cesárea?

Puede parecer más difícil amamantar después de una cesárea por varias razones:

  • El sangrado es mayor que después de un parto vaginal (casi el doble en promedio). Sin embargo, el sangrado se reduce al mínimo gracias a las técnicas quirúrgicas y a los medicamentos preventivos que mejoran la contracción del útero después del parto.
  • La sala de recuperación no es propicia para la maternidad. Concretamente, el recién nacido no puede unirse a la madre durante las dos primeras horas cuando el bebé está completamente despierto, listo para su primera alimentación. Si este es el caso, no te preocupes, el tiempo de separación será corto. Esto debería tener poco impacto en el inicio de la lactancia.
  • El bebé puede necesitar una supervisión especial si es el sufrimiento fetal lo que ha hecho necesaria una cesárea. Sin embargo, se hace todo lo posible para asegurar la cercanía con los padres. Tan pronto como sea posible, la joven madre estará acompañada por su bebé, o el bebé será supervisado por sus padres.
  • El dolor y las molestias postoperatorias pueden ser perturbadoras, especialmente cuando se trata de adoptar una buena posición para amamantar, a pesar de la atención de los equipos para combatir el dolor. Ten en cuenta que sólo es necesario adaptar las posiciones a la comodidad, en particular mediante el uso de almohadas y cojines de posicionamiento.

Los pasos correctos para conciliar la lactancia materna y la cesárea

Si no ha sido posible antes, tan pronto como vuelvas a tu habitación, es aconsejable hacer contacto piel con piel (lo que tendrá un efecto analgésico sobre el dolor) para compensar el tiempo que hayas estado en recuperación.

Si el recién nacido necesita ser alimentado antes, pide que le ofrezcan leche de formula con cuchara o jeringa en lugar de con biberón. Sin embargo, el biberón no pondrá en peligro la lactancia materna si se introduce el contacto piel con piel y la proximidad lo antes posible.

En la práctica, se proponen generalmente posiciones acostadas o semi-sentadas con el recién nacido acostado sobre el estómago de la madre, hasta que la madre recupere la suficiente movilidad para poder amamantar de lado, luego completamente sentada, y variar las posiciones después.

Consejo: De lado, se utiliza un cojín para elevar al bebé de manera que esté de cara al pecho más alto (no el que está contra la cama), lo que evitará que la madre tenga que moverse demasiado.

Recuperarse físicamente de una cesárea antes de amamantar

Cada vez más hospitales ofrecen rehabilitación temprana. En la práctica, los analgésicos se administran durante el seguimiento postoperatorio inmediato con retirada de sueros y el catéter urinario tan pronto como la joven madre esté lista para ir a su habitación. La alimentación se reanuda lo antes posible. Todo ello permite que las mujeres que necesitaban una cesárea puedan movilizarse tan rápidamente y casi tan fácilmente como si el parto se hubiera realizado por vía vaginal.

La medicación para el dolor se continúa por vía oral a intervalos regulares. Es aconsejable cumplir con el horario y no esperar a que el dolor se presente. De hecho, es más fácil anticipar un dolor que hacer que desaparezca.

La rápida movilización evita un buen número de dolores y molestias, que se añadirían a la incomodidad de la cicatriz. Sin mencionar el hecho de que alienta la reanudación del tránsito. Además, a menudo son los gases más dolorosos, así como los dolores de cólicos intestinales, los que responden mal a los analgésicos.

Ideas preconcebidas sobre la lactancia materna después de una cesárea

Se tiende a pensar que el suministro de leche no aumentará normalmente después de una cesárea o que simplemente no podrás amamantar. Es principalmente el retraso en la estimulación, lo que puede ser la causa de un comienzo agresivo o un comienzo retrasado. Mantener la confianza es ya un punto importante. También se puede pedir un sacaleches en el hospital, no para evaluar la cantidad de leche materna (el reflejo de expulsión es siempre menor con un sacaleches y no representa la cantidad que toma el bebé cuando se le pone en el pecho) sino como estimulador. ¿El ritmo adecuado? 10 min, 10 veces al día, a velocidad rápida durante 2 o 3 días, para compensar lo que el bebé habría hecho por su cuenta al principio, y así compensar estas primeras horas perdidas.

Ni la cesárea ni los analgésicos prescritos son contraindicaciones para la lactancia. ¿Tienes alguna pregunta? Las matronas, enfermeras, auxiliares, consejeros de lactancia son los profesionales mejor situados para ayudarte a desenredar las ideas preconcebidas reales y falsas sobre la lactancia y la cesárea.

Las 4 reglas de oro para una lactancia exitosa después de una cesárea:

  • Hacer el contacto piel con piel lo antes posible.
  • Confianza y seguridad en ti misma.
  • Tener el apoyo de la pareja.
  • Darte tiempo.

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