Recetas fáciles, algas comestibles

Las algas —también llamadas verduras del mar— están ganando protagonismo en la alimentación moderna, gracias a su perfil nutricional interesante y su versatilidad en la cocina. Pero, aunque algunos ya las ven como “superalimentos”, muchas personas aún no saben bien qué algas utilizar, cómo cocinarlas, ni en qué cantidad consumirlas con seguridad.

Este artículo te guiará paso a paso: qué tipos de algas hay, cuáles son sus beneficios reales, precauciones, formas sencillas de incorporarlas a tu dieta familiar, y varias recetas fáciles para probar.

¿Qué son las algas comestibles?

Las algas son organismos fotosintéticos que viven en ambientes acuáticos (agua dulce o salada). No son plantas tal como las conocemos en tierra firme, aunque algunas tienen pigmentos similares. Se clasifican, grosso modo, por su color: verdes, pardas, rojas, etc.
Sólo una pequeña parte de las muchas especies de algas (miles se estiman) son aptas para el consumo humano o con interés culinario. 

En la gastronomía, las algas se utilizan generalmente deshidratadas o en forma de polvo, y se rehidratan o incorporan en guisos, sopas, ensaladas o batidos.

1.2 Tipos frecuentes de algas en la cocina

Aquí algunos ejemplos de algas que sí se usan habitualmente:

AlgaColor / tipoUsos comunes
Nori Roja / alga comestible del género Porphyra En rollos de sushi, láminas finas para decorar
Wakame Marrón / parda (pero se vuelve verde al hidratarse) En sopas (miso), ensaladas tipo japonesa
Kombu Parda Para caldos (dashi), guisos, sopas
Espíruina Alga verde microscópica (a menudo en polvo) Suplemento o añadido en batidos
Dulse, hijiki, fucus, etc. Rojas, marrones o verdes, según caso En mezclas de algas, ensaladas, condimentos (menos comunes)

La elección del alga dependerá del sabor, textura y efecto que busques en tu receta.

Beneficios nutricionales y para la salud

Las algas no son una panacea, pero sí poseen varias propiedades nutricionales que las hacen interesantes como parte de una dieta equilibrada. 

Componentes nutricionales de las algas

  • Son bajas en calorías y grasas. 
  • Aportan proteínas vegetales, con algunos aminoácidos esenciales. 
  • Contienen fibra dietética, lo que favorece el tránsito intestinal y la sensación de saciedad. 
  • Son ricas en minerales como yodo, hierro, calcio, magnesio, potasio y otros oligoelementos. 
  • Contienen vitaminas, especialmente del grupo B, vitamina A, C, E, también algunos aportes de vitamina K o D en ciertas algas. 
  • Aportan compuestos bioactivos como antioxidantes (flavonoides, carotenoides), polisacáridos marinos que actúan como prebióticos, y otros compuestos con efectos antiinflamatorios. 

Por ejemplo, los polisacáridos marinos pueden servir de alimento para la microbiota intestinal beneficiosa, ayudando a la salud digestiva. 

Beneficios saludables respaldados

A continuación, los beneficios más evidenciados, con sus matices:

Mejora del tránsito intestinal y salud digestiva

Gracias a su contenido en fibra, las algas pueden contribuir a regular las funciones digestivas y prevenir el estreñimiento. 
Además, como mencioné, sus polisacáridos pueden actuar como prebióticos.

Apoyo al metabolismo y control del peso

Las algas pueden incrementar la sensación de saciedad por su fibra, lo que ayuda a no comer en exceso. 
También se afirma que algunas algas estimulan el metabolismo (efecto termogénico), aunque esto debe tomarse con cautela, pues no hay consenso claro en humanos. 

Salud cardiovascular

Se les atribuyen efectos beneficiosos para el corazón: reducción del colesterol “malo” (LDL), mejora en la presión arterial, gracias a su contenido en potasio, compuestos antioxidantes y fibra.

Aporte mineral importante: Yodo y otros minerales

El yodo es esencial para la función tiroidea, y muchas algas son una de las fuentes vegetales más ricas en este mineral. 
Pero ojo: un exceso de yodo puede ser contraproducente (problemas tiroideos), por lo que no conviene abusar ni tomar sin precaución en personas con disfunciones tiroideas. No puedo confirmar una dosis universal segura para todos los casos, debe consultarse con un profesional si hay trastornos tiroideos.

También estos minerales (hierro, calcio, magnesio…) pueden ser útiles en dietas con deficiencias o restricciones, como dietas veganas, aunque no sustituyen alimentos ricos en esos nutrientes.

Acción antioxidante y antiinflamatoria

Los compuestos presentes en las algas pueden neutralizar radicales libres y reducir inflamación. Eso las vuelve interesantes como “protección general” frente al estrés oxidativo. 

Otros efectos propuestos

  • Salud de la piel: por su efecto antioxidante, algunos las utilizan en cosmética o dietas para mejorar la calidad de la piel.
  • Desintoxicación: se dice que algunas algas ayudan a “depurar” metales pesados u otras toxinas por su capacidad de adsorción. Sin embargo, esto es una afirmación más debatida, y no hay consenso científico fuerte.
  • Función cognitiva: algunos alegan que los omega-3 y nutrientes minerales ayudan al cerebro, pero esta relación directa aún no está firmemente demostrada en humanos sanos.

Límites, riesgos y precauciones

Es importante tener presente lo siguiente:

  1. Contenido en sodio: algunas algas, sobre todo las que vienen en conserva o ya preparadas, pueden tener mucha sal añadida.
  2. Yodo en exceso: como mencioné, un consumo excesivo puede alterar la función tiroidea, especialmente en personas con hipertiroidismo o hipotiroidismo.
  3. Contaminantes: las algas absorben minerales y metales del entorno marino (arsénico, plomo, mercurio). Por eso es mejor usar algas de calidad certificada o de origen garantizado.
  4. Interacciones con medicamentos: en personas con tratamiento tiroideo, anticoagulantes, o problemas renales, conviene consultar con un profesional antes de incluir algas regularmente.
  5. Efectos digestivos: un inicio abrupto puede generar gases o molestias por su fibra —introduce poco a poco.

En resumen: las algas pueden ser un complemento saludable, pero no deben tomarse de forma masiva ni sin control en ciertos grupos vulnerables.

Cómo elegir, preparar y conservar algas

Cómo elegir algas aptas para consumo

  • Compra en establecimientos confiables (herbolarios, tiendas especializadas, secciones de alimentación saludable).
  • Que tengan certificaciones de calidad o control para evitar contaminantes.
  • Verifica que estén destinadas al consumo humano (no algas para acuarios, por ejemplo).
  • Fíjate en fecha de caducidad, forma (láminas, deshidratadas, polvo) y tipo de conservación (bolsa, lata, etc.).

Preparación básica: Hidratación y limpieza

Para la mayoría de las algas secas:

  1. Colócalas en un recipiente con agua tibia o fría.
  2. Espera entre 5 y 20 minutos, según el alga (algunas requieren más tiempo).
  3. Escúrrelas, enjuágalas bien para eliminar restos de arena o sal.
  4. Si la receta lo pide (guisos, sopas), puedes incorporarlas al final de la cocción para no perder nutrientes. 

Nota: para kombu muchas veces se aprovecha su poder de ablandar legumbres si se añade al guiso (alga entera y luego se retira). 

Conservación

  • Después de rehidratarlas, debes usar pronto o guardarlas en nevera, bien tapadas. Algunas se conservan pocos días.
  • Las algas secas pueden conservarse muchos meses si están bien selladas, en lugar seco y oscuro.
  • Evita que se humedezcan o entreles agua.

Cómo introducir algas en la alimentación familiar: Consejos prácticos

Incorporar algas en la dieta familiar no tiene por qué ser extraño ni complicado. Aquí algunas ideas para que niños y adultos las acepten mejor:

  • Empieza con poca cantidad, mezcladas con alimentos que ya les gusten (arroz, pasta, ensalada).
  • Usa algas de sabor suave (como wakame) antes de pasar a las más intensas.
  • Combina con ingredientes familiares: verduras, huevo, pescado, legumbres.
  • En texturas: inclúyelas en sopas, cremas, ensaladas, tortillas, salteados o batidos (espirulina).
  • Haz “fiestas de mar” temáticas: un día de cocina japonesa, poké, sushis caseros, etc., para hacer divertido el probar algas.
  • Explica a los miembros de la familia los beneficios (sin abrumar): “esto es una verdura del mar que aporta calcio, minerales y fibra”.

Recetas fáciles con algas para toda la familia

Aquí tienes varias recetas simples, con ingredientes accesibles, adaptables para niños o adultos:

Ensalada de wakame con sésamo (2 personas)

Una receta clásica japonesa, ligera y rápida. 

Ingredientes:

  • 15 g de alga wakame seca
  • 1 pepino pequeño
  • 15 ml de vinagre de arroz
  • 15 ml de salsa de soja
  • Zumo de limón al gusto
  • 1 guindilla (opcional)
  • Semillas de sésamo
  • Una pizca de azúcar o miel (opcional)

Elaboración:

  1. Hidrata las algas cubriéndolas con agua tibia durante 10-20 minutos, hasta que suavicen.
  2. Escúrrelas y enjuágalas bien.
  3. Pela el pepino y córtalo en bastoncitos finos.
  4. Tosta ligeramente las semillas de sésamo.
  5. Pica la guindilla finita (sin semillas, si quieres menos picante).
  6. En un bol, mezcla el vinagre de arroz, salsa de soja, limón, azúcar (si usas) y sésamo.
  7. Añade las algas y el pepino, mezcla bien.
  8. Deja reposar al menos 5-10 minutos antes de servir para que se integren los sabores.

Salteado de arroz con verduras y wakame

Una receta de inspiración oriental que a muchos les gusta.

Ingredientes (para 2-3 personas):

  • 1 taza de arroz cocido
  • Verduras de temporada (pimiento, zanahoria, guisantes, cebolla)
  • 1 cucharada de alga wakame (ya hidratada)
  • 1-2 cucharadas de aceite de oliva
  • Salsa de soja al gusto
  • Opcional: ajo, jengibre rallado, semillas de sésamo

Procedimiento:

  1. Corta las verduras en trozos pequeños.
  2. En una sartén grande, calienta el aceite. Sofríe cebolla (y ajo si lo usas) unos minutos.
  3. Añade las verduras y saltea hasta que estén tiernas pero crujientes.
  4. Incorpora el arroz cocido y mezcla bien.
  5. Añade el alga wakame previamente rehidratada.
  6. Vierte un poco de salsa de soja y saltea unos minutos más para integrar.
  7. Sirve caliente, con un toque de semillas de sésamo si quieres.

Sopa de setas con escamas de nori

Ideal como primer plato o cena ligera.

Ingredientes:

  • 250 g de setas o champiñones
  • 1 cebolla pequeña
  • 1 patata (opcional, para consistencia)
  • Agua o caldo vegetal
  • Sal, pimienta
  • Escamas de alga nori para decorar

Preparación:

  1. Corta las verduras y las setas.
  2. En una olla con aceite, sofríe la cebolla.
  3. Añade la patata y las setas, cubre con agua o caldo y deja cocer unos 15 minutos.
  4. Tritura todo para hacer la crema.
  5. Sirve con un chorrito de aceite de oliva y decora con escamas de nori sobre cada plato.

Tortilla de algas (versión saludable)

Una forma divertida de incorporar algas en algo familiar.

Ingredientes:

  • 3-4 huevos
  • 1 puñado de alga (wakame o mezcla) rehidratada y bien escurrida
  • 1 diente de ajo
  • 1/2 cebolla pequeña
  • Aceite de oliva
  • Sal y pimienta

Preparación:

  1. Hidrata y escúrrelas bien las algas.
  2. Pica el ajo y la cebolla y sofríe en una sartén con un poco de aceite.
  3. Añade las algas y saltea un par de minutos.
  4. Bate los huevos con sal/pimienta y mezcla con el sofrito de algas.
  5. Vierte en la sartén y cocina a fuego medio, cuajando por un lado y dándole la vuelta con cuidado.
  6. Sirve caliente, ideal con una ensalada o arroz.

Conos de nori rellenos (tipo snack / aperitivo)

Una opción divertida y vistosa.

Ingredientes:

  • Láminas de alga nori
  • Arroz cocido (mejor integral)
  • Verduras como zanahoria rallada, espinacas, pepino
  • Semillas de sésamo
  • Mostaza natural
  • Salsa de soja para acompañar

Procedimiento:

  1. Corta las láminas de nori en forma de triángulos que permitan enrollar.
  2. Mezcla el arroz con las verduras picadas y un poco de mostaza.
  3. Rellena los conos con esta mezcla y enrolla.
  4. Decora con semillas de sésamo.
  5. Sirve con salsa de soja al lado para mojar.

Sopa de berros con kombu

Una receta vegetal reconfortante donde el kombu da sabor. 

Ingredientes:

  • 1 tira de alga kombu (lavada)
  • 1-2 manojos de berros
  • 1 cebolla
  • 2 papas medianas
  • Caldo bajo en sal o agua
  • Aceite de oliva, sal, pimienta

Elaboración:

  1. En una olla, sofríe la cebolla.
  2. Añade las papas troceadas y los berros.
  3. Agrega el kombu (entero o troceado) y suficiente líquido para cubrir.
  4. Cocina hasta que las papas estén tiernas.
  5. Retira el kombu si lo deseas (o déjalo) y tritura para hacer la sopa.
  6. Ajusta sal y pimienta y sirve caliente.

Receta básica con kombu y verduras

Una preparación sencilla con verduras y kombu como saborizante.

Pasos:

  1. Hidratar alga kombu 10-15 minutos.
  2. Preparar una olla con agua y una cucharada de aceite de oliva.
  3. Trocear las verduras (zanahoria, calabacín, puerro, etc.).
  4. Añadir las verduras y el kombu al agua hirviendo.
  5. Cocer unos 20 minutos.
  6. Servir como sopa o retirar el líquido y usar las verduras como guarnición.

Frecuentes dudas y respuestas

¿Cuánta cantidad de algas puedo comer?

No hay una dosis universalmente recomendada. En la práctica, una pequeña porción diaria (unos pocos gramos de alga seca) es habitual en dietas con algas. En personas con tiroides alterada o que consuman fármacos, conviene moderar. Si estás embarazada, con enfermedad tiroidea u otra dolencia, consulta con un profesional antes de incluirlas frecuentemente.

¿Se pueden consumir algas todos los días?

Sí, si se eligen bien, no en exceso, y se varía el tipo. Pero es mejor rotar con otros alimentos ricos en minerales y no depender exclusivamente de ellas para nutrientes clave.

¿Las algas sustituyen al pescado u otros alimentos?

No. Aunque proporcionan nutrientes valiosos, no ofrecen todos los aminoácidos esenciales en la medida de la carne o pescado, ni ofrecen todas las vitaminas esenciales. Son un complemento, no un sustituto absoluto.

¿Pueden los niños comer algas?

Sí, pero empezando con poca cantidad, con algas suaves en sabor (wakame, nori) y observando tolerancia digestiva. Evita dosis altas o algas muy inundadas de sal.

¿Qué pasa con las algas en supermercados españoles?

Hoy en día muchas tiendas de “alimentación saludable”, algunos supermercados grandes o herbolarios ofrecen algas (wakame, nori, mezclas, polvo de espirulina, etc.). También existen marcas españolas (por ejemplo “Algas de Galicia”) con recetas e información de uso.

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