Patrón de lactancia del recién nacido

Por término medio, un recién nacido amamantado come aproximadamente cada 2 ó 3 horas durante todo el día. Es decir, entre 8 y 12 veces en un período de 24 horas. Los recién nacidos tienen estómagos pequeños y la leche materna se digiere fácilmente, por lo que debes amamantar a tu bebé con frecuencia.

Algunos recién nacidos se despiertan y toman el pecho cada 2 ó 3 horas como un reloj, pero no siempre es así. Es posible que tu bebé quiera tomar el pecho muchas veces en un periodo corto, y que luego duerma un poco más. Este tipo de alimentación se denomina alimentación en racimo o en montón.

Otros bebés tienen sueño, sobre todo en los primeros días, por lo que es posible que tengas que despertar a tu bebé para darle el pecho. Todos estos patrones son normales. Mientras tu hijo reciba suficiente leche materna y crezca bien, no debes preocuparte. A continuación te ofrecemos algunas pautas sobre la frecuencia con la que debes dar el pecho a tu recién nacido.

Lactancia a demanda

La forma recomendada de alimentar a tu bebé con leche materna es a demanda. En lugar de ceñirse a un horario estricto de alimentación cada 3 horas, es mejor ser flexible y alimentar a tu pequeño siempre que parezca tener hambre. Si amamantas a tu recién nacido cuando muestra signos de hambre, le proporcionas una sensación de confort y seguridad.

Las tomas a demanda también te ayudan a aumentar tu producción de leche materna para satisfacer las necesidades nutricionales de tu recién nacido. Luego, según van pasando las semanas, puede evolucionar de forma natural un horario más rutinario. Puede que incluso consiga dormir más tiempo por la noche.

Atención a las señales de hambre

Puede que los bebés no sean capaces de usar palabras para avisar de que tienen hambre, pero pueden indicarte que es hora de comer de otras maneras. Un recién nacido está listo para comer cuando está:

  • Está despierto, alerta y activo.
  • Emite sonidos.
  • Mueve los labios juntos.
  • Mueve la cabeza de un lado a otro.
  • Levanta las piernas.
  • Apoya la cabeza en el pecho mientras se le sostiene.
  • Saca la lengua.
  • Se chupa las manos.
  • Está retorciéndose.

Tu bebé puede mostrar algunos o todos estos signos de hambre. Es posible que al principio no te des cuenta de que son señales de hambre, pero con el paso de los días empezarás a reconocerlas más fácilmente.

¿Debes esperar a que tu bebé llore para darle el pecho?

Intenta alimentar a tu bebé antes de que empiece a llorar. El llanto es una señal tardía de hambre. Una vez que tu pequeño empieza a llorar, puede ser difícil calmarlo. Además, un recién nacido gasta mucha energía cuando llora y puede cansarse. Si esto ocurre, es posible que no tome el pecho tan bien, o que se quede dormido antes de terminar la toma.

Deja de dar el pecho cuando tu bebé esté lleno

Al principio, amamanta a tu recién nacido durante todo el tiempo que permanezca en el pecho. Sigue dándole el pecho hasta que notes los signos de que tu hijo está satisfecho. De este modo, te aseguras de que tu bebé recibe suficiente leche materna en cada toma. Además, al mantener al bebé en el pecho durante más tiempo, estimula tu producción de leche y te ayuda a aumentar tu reserva de leche materna.

Cuanto más a menudo y durante más tiempo le des el pecho, mayor será tu producción de leche materna. Al principio, intenta alimentar a tu recién nacido durante unos 15 o 20 minutos. Cuando tu bebé crezca, podrá vaciar el pecho más rápidamente, en unos 8 minutos.

Busca los siguientes signos para saber que tu bebé está satisfecho con su alimentación:

  • Parece satisfecho.
  • Se queda dormido y tus pechos se sienten menos llenos.
  • Deja de mamar por sí solo y se retira del pecho.
  • Deja de mamar y tus pechos están menos llenos.
  • Se aleja del pecho.

Despierta a tu bebé dormido

Los bebés dormidos pueden ser un reto. Si tienes un recién nacido somnoliento, es posible que tengas que despertarlo para amamantarlo. Durante la etapa de recién nacido, debes despertar a tu hijo si han pasado 3 horas y media desde el inicio de la última toma.

Haz todo lo posible por mantener a tu hijo despierto e interesado mientras le das el pecho. Cuando tu bebé sea un poco más mayor, puedes dejarle dormir más tiempo entre tomas siempre que esté ganando peso y creciendo bien.

Intenta estas estrategias para mantener a un bebé con sueño amamantado:

  • Haz eructar a tu bebé.
  • Cambia el pañal de tu bebé justo antes de empezar a darle el pecho o cuando cambies de pecho.
  • Frota los pies o la espalda de tu hijo para que siga mamando del pecho.
  • Aprovecha los momentos de alerta, aunque el bebé esté tranquilo.
  • Destapa a tu recién nacido. Si está demasiado abrigado y cómodo, es posible que sólo quiera dormir.
  • Limpia la cara del bebé con una toallita húmeda (pero no fría).

Amamantar más durante los periodos de crecimiento

En ocasiones, puede parecer que tu bebé quiere mamar todo el tiempo. Un aumento del apetito podría ser un signo de un estirón. Durante un estirón, tu bebé mamará con mucha más frecuencia. Amamantar más a menudo estimula a tu cuerpo a producir más leche materna para tu hijo en crecimiento. Por eso, es importante que sigas poniendo a tu bebé al pecho. El proceso de crecimiento suele durar unos días.

Cuándo consultar al médico

Si, en cualquier momento, crees que tu recién nacido no recibe suficiente leche materna o no se amamanta bien, ponte en contacto con el pediatra o el médico de tu bebé. El médico revisará a tu bebé para asegurarse de que está ganando peso de forma constante. El médico también puede responder a tus preguntas y ayudarte a sentirte más segura y cómoda sobre el horario de lactancia de tu recién nacido.

También te puede interesar leer: 

*** El contenido de este sitio web es solo para fines informativos, es de carácter general y no está destinado a diagnosticar, tratar, curar o prevenir ninguna enfermedad, y no constituye asesoramiento profesional. La información en este sitio web no debe considerarse completa y no cubre todas las enfermedades, dolencias, condiciones físicas o su tratamiento. Debe consultar con su médico antes de comenzar cualquier programa de ejercicios, pérdida de peso o atención médica y / o cualquiera de los tratamientos de belleza.