Cuando tenemos un bebé, sobre todo si somos primerizas, solemos pecar de protectoras e incluso algo exageradas en cuanto a los cuidados que damos a nuestro pequeño.
Debemos tener claro que un bebé necesita unos cuidados muy concretos y muchísima atención, pero no por ello debemos sobreprotegerlos con este tema.
Podéis seguir unas simples pautas que, sobre todo, os vendrán bien durante las primeras semanas de vida del bebé. Y algunas otras, como la rutina del sueño, las deberéis comenzar a implantar desde un primer momento para obtener buenos resultados en un futuro.
- Cuando tu bebé nazca, verás que está cubierto por una capa de grasa algo blanquecina. Se denomina vérmix y es el motivo principal por el que durante su estancia en el hospital el bebé no será bañado. Es una capa protectora que ayuda al bebé a mantener su temperatura y le protege de agresiones externas y es por ello que actualmente se opta por no retirarla en su totalidad de la piel del bebé. El mantener esta capa, unido al hecho de que la zona del cordón umbilical no se debe mojar, propiciará que no bañes a tu bebé hasta unas 72 horas después de que el cordón umbilical haya caído por completo. Hasta entonces, debemos asearles por partes, teniendo especial cuidado en la limpieza del culito cuando haga cacas.
- El cordón umbilical se debe limpiar todos los días por la mañana y por la noche. Simplemente con una gasa limpia humedecida en alcohol de 70º (nada de betadine, cristalmina o similiares) y se debe mantener al aire lo máximo posible. Una vez que se haya caído, se seguirá curando durante unos días más una vez al día. Será entonces cuando el bebé se pueda bañar con normalidad, ya sea en la ducha, la piscina, o la playa.
- Seguimos con el aseo del recién nacido. Debemos quitarnos de la cabeza la idea de que el baño es relajante para el bebé y dejarlo por ello para antes de dormir, porque es una idea errónea. Durante sus primeros baños, el bebé sufre una situación algo estresante, y lejos de relajarse, se pone nervioso, así que, al menos, hasta que se acostumbre, trataremos de bañarlo a otra hora del día. Además, tampoco es bueno que asocie el baño y el sueño nocturno como algo que van juntos, porque el día que le falte lo primero, le costará mucho hacer lo segundo.
Bañaremos al bebé de manera rápida, usando el mismo gel para cabeza y cuerpo y teniendo en cuenta que la temperatura del agua sea la correcta antes de sumergirle en ella. Seremos muy cuidadosas con el secado, ahondando bien en todos sus pliegues y sus partes íntimas. La crema hidratante o aceite corporal sólo es necesario aplicarla una vez al día, y algo muy importante, si el bebé no tiene irritación no debéis aplicarle ningún tipo de crema protectora para el culete. Si lo hacéis, el día en que verdaderamente la necesitéis, ésta no os dará los resultados deseados.
Cuando observéis que el bebé tiene legañas podéis limpiarlas con una gasa humedecida, nunca seca, desde dentro y hacia afuera del ojo. También podéis frotar con la yema del dedo de vez en cuando sus lagrimales, para favorecer su buen funcionamiento en caso de que tuvieran alguna obstrucción. Si hiciera falta aplicarles suero fisiológico en la nariz, giraréis su cabeza hacia un lado, aplicando un pequeño chorrito de forma suave en el caño que queda más a la vista, y repitiendo la misma acción hacia el otro lado. No hagáis esto nunca con el niño mirando hacia arriba ya que el suero puede irse hacia los oídos y acabar propiciando alguna otitis.
Una vez bien seco el bebé procederéis a vestirle (es en la ropa donde echareis la colonia no sobre su cuerpo o sobre la cabeza) y a seguir con sus rutinas, comer, dormir...
- El bebé, aparte de estos cuidados de limpieza y cura del cordón, necesita pocas atenciones más durante sus primeras semanas de vida en cuanto a cuidados de este tipo se refiere. Os recordamos que las uñas no se deben cortar hasta los 20-25 días de vida del bebé y cuando lo hagas debes usar tijeras con punta redondeada, cortando en forma de media luna las uñas de las manos y de forma recta la de los pies. Está de sobra decir, que será fundamental para el bienestar del pequeño que siempre se sienta sequito y limpito por lo que deberemos estar atentos a hacer los cambios de pañal que sean necesarios.
- En cuanto al cuidado de los utensilios que usamos para nuestro bebé (biberones, tetinas, chupetes...) tenéis que tener en cuenta que es una de las cosas en las que solemos pecar de sobreprotectores. Todos estos productos se deben esterilizar en el momento en el que son comprados, pero luego no es necesario hacerlo más, bastando con lavarlos a conciencia a mano o en el lavavajillas todos los días. Tenemos que entender que nuestro hijo vive en un mundo rodeado de gérmenes, y por mucho que hirvamos una y otra vez su chupete, esos gérmenes llegan a él de la misma manera, es más, deben llegar a él.
- Tampoco es necesario taparlos más de lo que hacemos con nosotros mismos. Si la nuca de tu bebé está caliente e incluso sudorosa, ya puedes empezar a quitarle ropa. Una cosa es que la temperatura corporal del bebé sea un par de grados inferior a la de un adulto y otra bien distinta que, en pleno agosto, le llevemos con chaqueta. No os guieis por la temperatura de sus manos ya que normalmente las tendrá frías, tenga calor o no.
El bebé no tiene necesidad de beber agua durante sus primeros meses de vida, ya que tanto la leche materna como la de fórmula aporta los líquidos necesarios para el bebé.
- En cuanto al tema del sueño nocturno, os aconsejamos que desde el primer momento enseñéis al bebé cual va a ser su rutina. Si sólo conoce una, sólo una podrá aplicar. Nada de un día lo duermo en brazos, otro en mi cama, otro en el sillón (siempre y cuando estemos en condiciones normales, no esté enfermo...) Debes establecer desde el principio una pauta, por ejemplo: Le cojo en brazos, le voy cantando una canción mientras le arrullo por el pasillo hasta la habitación, que previamente tendré preparada ya con la luz apagada y las persianas bajadas (debe identificar claramente el día de la noche) y cuando llegue a su cuna, con mucho cuidado, y acercándome lo más posible al colchón le dejaré plácidamente dormido. Si en ese momento lloriquea un poco, me acercaré de nuevo y le seguiré cantando esa canción un poco o le arrullaré. Si sigues este ejemplo, lo deberás seguir todos los días, desde el principio. Siempre la misma rutina, la misma canción y siempre con el sueño nocturno. El resto de "siestas" serán en las condiciones que el día vaya propiciando.
- Y por último os hablamos de los cólicos, que durante los tres primeros meses de vida traen de cabeza al bebé y sus padres en muchas ocasiones. ¿Cómo identificar un llanto que se debe a un cólico?. Si tu bebé en cuanto está en posición horizontal llora desesperadamente (sobre todo hacia la media tarde-noche) y cuando lo coges de forma vertical encoje las piernas como una ranita, ten claro que es altamente probable que tenga cólico. Puedes aplicarle masajes en la tripita, mantenerle en postura vertical y también hacer uso de alguno de los numerosos productos que en el mercado están a nuestra disposición. Nuestra recomendación: Blevit digest o Colikind, ambos productos naturales de venta en farmacia y parafarmacia, que se disuelven de forma fácil en agua y alivian al bebé. Pero eso sí, tened claro que a pesar de tomar estos productos, muchos bebés seguirán pasándolo mal a causa de estos cólicos.
Ya veis que estas pautas son simples y no conllevan ni un gasto inmenso ni un esfuerzo mayor... Probablemente hayáis comprado cosas para el aseo y el día a día de vuestro bebé que no llegaréis ni a usar y es por ello que hay que poner un poco de sentido común en todo este tema y ser lo más prácticos posible.
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