colico lactante

Todos los bebés lloran, es su manera de comunicarnos que tienen hambre, frío o calor, o simplemente que algo les incómoda...

Pero a veces lloran sin motivo aparente, durante un largo período de tiempo, una hora e incluso más, además presentan espasmos repentinos, flexionando sus pequeñas piernas hacia el pecho y con un llanto fuerte, que refleja dolor, los especialistas hablan entonces del cólico del lactante.

El cólico suele aparecer en el período que transcurre desde los quince días de vida hasta los tres meses aproximadamente, y aunque no se sabe a ciencia cierta lo que provoca estos cólicos, se presume que son consecuencia de la inmadurez de su aparato digestivo, aunque en ocasiones una alimentación inadecuada o el estrés o ansiedad que los padres transmiten a su bebé pueden ocasionar en éste ciertas molestias estomacales y gases.

¿Qué hacer para calmar su dolor?

Para aliviar a nuestro bebé podemos probar los siguientes trucos:

  • Colocar al bebé boca abajo sobre nuestro antebrazo y presionar su abdomen suavemente con nuestra mano mientras le realizamos un masaje.
  • Balancea al bebé hacia delante y hacia atrás en un movimiento de hamaca. Mientras prueba a poner ruidos de fondo (la aspiradora, una radio, un secador)
  • Acurrucarlo en nuestros brazos y hablarle despacito y suavemente mientras lo mecemos puede ayudar a que se calme, también podemos colocarlo en su cochecito y pasearlo, pues todo movimiento suave y rítmico ayudará a relajar su intestino.
  • Si le damos el pecho, podemos probar a dárselo unos minutos, con la mera intención de que se relaje, o en su defecto el chupete.
  • Un baño calentito también ayudará a aligerar la tensión abdominal del pequeño, otra opción sería colocar una bolsa de agua caliente junto a su tripita mientras se encuentra acostado.
  • Y si hagamos lo que hagamos el niño sigue llorando, deberemos acudir al médico, éste podrá recetarle algún jarabe que le ayude a expulsar los gases.

En cuanto a la prevención de los cólicos, sólo podemos decir que:

  • Para criar un bebé es imprescindible la paciencia, un ambiente familiar tranquilo y relajado siempre resulta beneficioso.
  • Si le das el pecho a tu bebé, puedes probar a tomarte una infusión de hinojo, eneldo y anís después de las comidas, éstas pasarán a través de la leche materna a tu bebé y le ayudará a prevenir los cólicos.
  • Si tu pequeño ya es algo más mayorcito recuerda que ciertas verduras como las coles, la cebolla y el repollo y las harinas y cereales integrales PRODUCEN gases y por tanto favorecen la aparición de cólicos.
  • Recuerda que, sea cual sea la edad de tu bebé, es conveniente que éste permanezca erguido en lugar de recostado mientras come, que eructe después de comer y que se eche la siesta del costado derecho, pues si lo echas del izquierdo el aire que queda en el estómago podría pasar al intestino, provocándole molestias.
  • Finalizamos recordando que la sobrealimentación siempre resulta perjudicial.

Y recuerda: si tu hijo llora todos los días después de comer, o llora desconsoladamente tras haber introducido en su dieta algún alimento nuevo, puede tratarse de un cólico, estos también pueden ser una consecuencia ante una alergia o una intolerancia alimentaría, consulta con tu pedíatra.

No te pierdas este vídeo sobre los cólicos del lactante:

Cómo evitar los gases en los bebés: