Por qué mi hijo siempre quiere leer el mismo cuento

Enriquecer el vocabulario, desarrollar la comprensión, construir buenas relaciones familiares... Los beneficios de la lectura son muchos. Pero cuando es la hora de dormir, tu hijo siempre te pide que leas el mismo cuento. ¿Por qué tanta repetición? ¿Es beneficioso para su desarrollo? Te lo contamos a continuación.

"Mami, papi, cuéntame un cuento". Esta frase, que los padres de niños pequeños escuchan a la hora de acostarse, se ha convertido en una rutina casi universal. La lectura nocturna es un ritual que permite a los niños sentirse lo suficientemente seguros como para abandonarse al sueño. Crea un vínculo entre el niño y el padre. Además, muy a menudo, la historia de la noche va acompañada de un abrazo nocturno.

El libro favorito de la noche un tiempo extra para disfrutar

Este momento de gentileza es beneficioso para la relación padre-hijo, pero también para el desarrollo de la memoria, la comprensión y la imaginación. En resumen, es una acción tranquilizadora y beneficiosa que juega un papel importante en su desarrollo social y emocional: acurrucado en los brazos, termina su día con calma y seguridad con sus seres queridos.

Tu hijo está listo para compartir estos pocos minutos que son únicos a sus ojos, y te entrega un libro, pero no cualquier libro: a menudo es uno de sus libros favoritos, y se sabe los detalles de memoria. ¿"Este" otra vez? Ya lo hemos leído al menos 20 veces", estás tentado a responder. Sin embargo, no parece cansarse: es ese el que quiere, y no otro. ¿Por qué este gusto por la repetición y, sobre todo, qué sentido tiene?

Lectura repetida: un ritual beneficioso para el niño

No hay nada de qué preocuparse. Si tu hijo te entrega el mismo libro por enésima vez, es principalmente porque se sintió bien al leerlo y quiere volver a experimentar esa sensación. Pero también es porque prefiere la familiaridad a la novedad. Pequeños rituales permiten a los pequeños calmarse antes de irse a dormir: cepillarse los dientes, ir al baño, leer un cuento, un abrazo de buenas noches... La repetición y las rutinas son tranquilizadoras, no hay sorpresas, ni eventos inesperados. Es como un ritual mágico para tu niño: le lees el cuento, duerme bien y no tiene pesadillas. Entonces se imagina que gracias a la historia ha dormido bien y sin sobresaltos.

Sin embargo, aunque la lectura es propicia para un gran aprendizaje, la lectura nocturna no debe ser un ejercicio. Este ritual para dormir debe ser pacífico y reconfortante. Además, para los pequeños que aún no dominan el lenguaje, las canciones o rimas infantiles son más adecuadas. Lo que es importante es el efecto que va con ellos. Es bueno elegir una canción infantil que te guste o una canción que te cantaron de niño.

Está bien leer la misma historia durante unos días, hasta que el ritual asociado al sueño sea lo suficientemente tranquilizador para tu hijo. Una vez que esté relajado, ofrécele una variación, una novedad, un poco de aventura.

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Cuentos repetidos: entre la asimilación y la relajación

Leer la misma historia varias veces permite al niño registrar nueva información o nuevas palabras de vocabulario. La memoria del niño necesita tiempo para hacer esto. Esto es lo que revela un estudio americano sobre el tema. Al observar a los bebés de 18 a 24 meses expuestos a un libro ilustrado varias veces seguidas, los investigadores observaron que: El aumento del número de sesiones de lectura mejoró significativamente las puntuaciones de imitación de los bebés, en comparación con los controles sin demostraciones apropiadas para la edad.

Por consiguiente, la repetición facilitaría la integración de información más compleja, dando al niño más oportunidades de asimilar todo el contenido (palabras, imágenes, personajes e historia). Se centra en diferentes aspectos y conecta los conceptos entre sí a través de sus discusiones. Ser capaz de anticipar los elementos de la narración lo realza y lo tranquiliza. Le da la impresión de que tiene el control del resto de la historia, al igual que sus emociones. Por ejemplo, se le puede ver regocijándose de antemano por el final feliz de la historia, ya que encontrará los mismos placeres en cada lectura.

Por lo tanto, la lectura repetida no debe considerarse como una pérdida de tiempo o superflua. Más bien, piensa en ello como un momento de relajación y asimilación, especialmente si tu pequeño tiene entre 3 y 5 años.

Taller de lectura a cualquier hora del día

No limites la lectura al momento de dormir. Cuando te despiertas, a la hora del baño, en el parque... Multiplica estos talleres en cualquier ocasión. Hazlo un momento privilegiado para compartir y usa la riqueza de tu historia favorita para fomentar una mayor asimilación. Los intercambios más estimulantes en torno a la lectura y el aprendizaje tienen más probabilidades de tener lugar durante el día.

Por ejemplo, enfócate en algo diferente con cada nueva lectura. Estimula sus habilidades cognitivas centrándote un día en las imágenes, otro en las palabras, y luego en el tono... Conecta la historia con el mundo real. ¿Por qué no también rebotar en sus intereses y presentarle libros que traten estos temas? Puede elegir una nueva historia entre varias sugerencias hechas por los padres, por ejemplo, o puede decidir elegir el próximo libro juntos. Una vez que todo el contenido haya sido asimilado, tu hijo se dirigirá naturalmente a otra publicación, listo para descubrir un nuevo mundo.

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