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Cómo actuar en caso de bullying escolar

Un acosador puede convertir una actividad divertida como jugar en el recreo o caminar a casa después de un largo día en algo terrible para los niños. El bullying se ha convertido en una epidemia en todo el mundo. Ya desde la escuela primaria miles de niños son acosados. Cada día, ese número tiende a aumentar y muchos niños quieren quedarse en casa para evitar el miedo de ser acosados.

La mayoría de las personas no se dan cuenta, pero el acoso puede dejar cicatrices emocionales profundas para un niño. La intimidación puede ocasionar un bajo rendimiento en el colegio, baja autoestima y en casos extremos, incluso el suicidio. Aunque no podrás pelear todas las batallas de tus hijos, si sientes que tu pequeño está siendo acosado en la escuela, lo primero que debes hacer es tratar de hablar con su profesor, director del centro y con los padres del acosador.

Incluso si tu hijo no está siendo acosado en la escuela, siempre es importante hablar sobre este tema por si alguna vez sucede.

¿Cómo puedes saber si tu hijo está siendo acosado?

La mayoría de las veces, el niño no se acerca y dice: "Me están acosando". En cambio, puede pedir quedarse en casa y negarse a ir al colegio.

Estas pueden ser algunas señales indicativas de que el niño/a podría estar sufriendo acoso escolar:

  • No querer ir al colegio.
  • Dolores de estómago frecuentes, dolores de cabeza y otras molestias físicas.
  • Agitación y malhumor.
  • Pesadillas y problemas para conciliar el sueño.
  • Pérdida de apetito.
  • Enuresis.
  • Culpabilidad.
  • Tristeza, soledad, ansiedad y/o depresión sin ninguna razón aparente.
  • Evita hablar con amigos después del colegio y los fines de semana.
  • Se siente solo en el colegio
  • Se siente desamparado o sin valor.
  • Miedo de ir en el autobús
  • Un descenso repentino en el rendimiento escolar.
  • Cualquier amenaza de comunicación de suicidio (por ejemplo, "A nadie le importaría si no estuviera vivo").

Estas son solo algunas señales de que algo podría estar sucediendo con tu hijo mientras está en el colegio. Si generalmente disfruta del colegio y de repente no quiere volver, puede ser el momento de hablar con él para averiguar qué está pasando.

Qué hacer si tu hijo está siendo acosado

Tanto si tu hijo te cuenta que está siendo acosado, como si lo sospechas, intenta hablar con él y ayudarlo a encontrar una solución a su problema. Ten en cuenta estos simples consejos:

Abstenerse de hacer suposiciones: este es un momento vulnerable para tu hijo y lo más importante que puedes hacer es escuchar. Abstenerse de hacer preguntas como: “¿Qué hiciste?” O “¿Dijiste algo para molestar al otro niño?” Lo que hace suponer que crees que fue tu hijo el que causó el problema. En cambio, escucha con la mente abierta y ofrécele amor y apoyo incondicional.

Observa las señales no verbales y menciona cualquier cambio en el comportamiento: si el niño/a no ha compartido contigo que está siendo acosado, pero observas un cambio en su comportamiento, habla con él/ella sobre su cambio y observa las pistas que te pueda dar su reacción.

Puedes hacer preguntas como "Me di cuenta de que no estás saliendo con Dani y sus amigos, ¿siguen jugando juntos?" Ayudará a tu hijo a hablar sin sentirse interrogado.

Trata de no programar una reunión con tu hijo y su acosador: aunque esto puede parecer una solución viable para que ambos niños y los padres del acosador se encuentren cara a cara para resolver el problema, en realidad termina siendo una situación incómoda para todos. Y no resuelve el problema. En algunos casos, puede empeorar las cosas.

Pide ayuda a un maestro: Un profesor es uno de los primeros en notar cualquier cambio en el estado emocional o el comportamiento. Si no en casa no son conscientes de que su hijo está siendo acosado, habla con él y avísale, para que pueda ayudar a proporcionar un ambiente seguro y cómodo para el niño/a.

Resuelve este problema junto con tu hijo: ya que existen múltiples instancias de acoso escolar, no existe una solución mágica que pueda usarse para ayudar a todos los niños que están siendo acosados. En su lugar, habla sobre las diferentes opciones con él/ella para ayudarle a encontrar una solución. Las soluciones de intercambio de ideas ayudarán a alentarlo a tomar el control de la situación.

La intimidación puede provocar un trauma emocional para un niño. Independientemente de si es verbal, emocional o físico, no hace una diferencia porque todos pueden lastimar por igual. Es importante ofrecerle a su hijo amor y apoyo incondicional durante un momento en que puedan sentirse solos.