lactancia comoda

El alimento idóneo para el recién nacido es la leche de su madre. La leche materna contiene los elementos nutritivos necesarios para el buen crecimiento y desarrollo del niño, y precisamente por estas características se toma como modelo nutricional para la elaboración industrial de leches de sustitución.

Ventajas de la lactancia materna

Para el bebé

  • Es un alimento óptimo. Satisface todas las necesidades de agua y de nutrientes durante los primeros meses de vida.
  • Aporta protección frente a las infecciones. Los niños alimentados al pecho padecen muchas menos diarreas e infecciones respiratorias.
  • Disminuye la aparición de procesos alérgicos.
  • Favorece el desarrollo del vinculo madre-hijo.
  • Disminuye la exposición a los microbios presentes en los alimentos, líquidos y utensilios contaminados.

Las investigaciones han demostrado que los niños que toman el pecho son menos propensos a padecer obesidad, y tienen menos probabilidades de sufrir hipertensión y colesterol elevado en la edad adulta, el mérito es de los ácidos omega 3. La leche materna reduce también la aparición de diabetes, tanto la de tipo 1 como la de tipo 2.

Para la madre

  • Inmediatamente tras el parto, el hecho de que el recién nacido succione y mame, hace que se contraiga el útero, y así disminuyen las hemorragias.
  • Reduce la incidencia del cáncer de mama y útero.
  • Es fácil y económica.

Cómo se produce la leche y cómo sale al exterior

Durante el embarazo las glándulas mamarias han ido creciendo y preparándose para la formación de leche. Cada glándula está formada por muchas células en las que se produce la leche, y ésta se va vertiendo a pequeños y finísimos canales por los que va circulando hasta almacenarse en unas dilataciones o senos galactóforos, que están detrás de la areola y desembocan en el pezón. La succión es el estímulo para que la hipófisis, que es una glándula que está en el cerebro, fabrique las hormonas responsables de la producción de la leche y de su salida al exterior. Por ello, cuanto antes se ponga el niño al pecho, por efecto de la succión, antes se pone en marcha el mecanismo por el que las hormonas maternas estimulan la producción y secreción de leche. Es por esto, entre otras razones, por las que desde el mismo momento del nacimiento, el niño debe ser puesto al pecho.

Cuando se ha dado el pecho varias veces, la secreción de la hormona que hace que la leche salga al exterior, tras el estímulo de la succión, se hace de forma refleja e involuntaria. Es por esto por lo que las madres notarán que cuando se acerca la hora de comer de su hijo se les llenan las mamas o incluso la leche sale de forma espontánea.
La ansiedad, el estrés o la fatiga pueden disminuir la salida de la leche.

Cambios en la composición de la leche

Después del parto, la mama produce un tipo de leche inicial llamada calostro, durante los tres o cuatro primeros días. Es una leche amarillenta y traslúcida. Es el alimento más adecuado para el recién nacido, y aporta defensas contra las infecciones.
En el tercer o cuarto día comienza la producción de la verdadera leche materna. En ese momento las mamas se hacen más grandes y tensas, con dolor incluso irradiado a las axilas. Esta congestión pasa pronto, en uno o dos días.

Técnica correcta de la lactancia natural

Para conseguir que la lactancia materna se mantenga en el tiempo, es necesario conseguir una técnica correcta, que debe incluir los aspectos siguientes:

  • Lavado de pezón y la areola.
  • Posición cómoda para dar el pecho.
  • La madre puede dar el pecho, colocando, a modo de pinza, los dedos índice y medio en el borde de la areola.
  • Esta postura debe garantizar que la madre no oprima hacia atrás el tejido glandular y que no impida que el bebé introduzca la areola en su boca. Otra forma cómoda es colocar el pulgar por encima de pecho, y los demás dedos por debajo, con lo que se tiene un firme apoyo para el pecho, y es posible dirigirlo hacia la boca del niño.
  • Si el lactante tiene dificultades para coger el pecho, se le puede ayudar rozando el pezón con la mejilla, lo que provocará que el niño busque el pezón y lo introduzca en la boca.
  • El bebé hace varios movimientos de ordeño con su mandíbula y su lengua para conseguir extraer la leche del pecho materno. Para ello hay que introducir en la boca del bebé el pezón y gran parte de la areola, y así presiona con su mandíbula y con su lengua los senos galactóforos que están situados detrás de la areola y donde se encuentra almacenada la leche.
  • El niño debe tener la boca muy abierta, y no debe retraerse las mejillas al comer, pues esto indicaría que la técnica no es correcta. Si el niño está bien colocado, no debe de haber ningún tipo de traumatismo sobre el pezón, por lo que si hay dolor significa que la técnica no es correcta.
  • El tiempo de la tetada es variable, adaptándose al ritmo del niño. Podría ser más o menos 10 minutos en cada pecho, aunque hay niños que sólo toman de un pecho y otros que toman de los dos. La prolongación de la tetada puede macerar la piel, y favorece la aparición de grietas en el pezón. La frecuencia de las tomas también va a depender del niño.
  • Para separar al niño del pecho, se le introduce un dedo en la comisura bucal separándose ligeramente las encías.
  • Ponerle en postura erguida para expulsar el aire deglutido.
  • Sacarse la leche sobrante, en caso de que los pechos estén todavía muy llenos, para evitar que las mamas se pongan muy duras (ingurgitación).
  • Mantener los pezones secos.
  • Hasta hace pocos Años se recomendaba lavarse los pezones antes y después de cada toma. Sin embargo esto ya no se recomienda, siempre que se tenga una higiene personal adecuada. Las gotas de leche que han podido quedar sobre la areola y el pezón tras la toma, tienen efectos beneficiosos para evitar o curar las posibles grietas existentes.
  • Comenzar la siguiente tetada por el pecho con el que se terminó la vez anterior.

Problemas y molestias frecuentes

  • Pezones dolorosos y aparición de grietas: Se suelen presentar por una mala técnica, en general porque el niño solo succiona el pezón y no la areola. En ocasiones se utilizan cremas especiales para las grietas, lavando bien el pezón antes de la toma para que el niño no perciba ningún sabor desagradable.
  • Es muy útil para las grietas dejar que se seque la leche sobre el pezón. En caso de molestia intensa o dolor, se podría extraer la leche en algunas tomas para dar tiempo a que mejoren las grietas.
  • Congestión mamaria: Durante los primeros días, el niño no mama lo suficiente para vaciar los pechos, por lo que es posible que la leche se almacene y resulte doloroso. Las mamas aumentan de tamaño y están duras y tensas, y la piel está brillante y distendida.
  • Es conveniente dar un masaje en forma circular en las mamas antes de la toma, y una vez que el niño haya finalizado, se puede extraer la leche si los pechos están muy cargados y doloridos. Es beneficioso el uso de un sujetador suave y aplicar bolsas de hielo en los pechos.
  • La mastitis: Es una inflamación de las glándulas mamarias que puede ir acompañada de infección, por lo que si las mamas están rojas, calientes y muy dolorosas hay que consultar con el médico.
  • Producción insuficiente de la leche: Es aconsejable dar de mamar con más frecuencia, ofreciendo ambos pechos en cada toma y no poniéndole tiempo límite a cada uno de ellos, para que vacíe completamente cada mama. Además en estos casos es necesaria una buena alimentación materna, descanso y tranquilidad.

Posturas adecuadas para la lactancia

La lactancia materna

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