El inconformismo y la queja te llevan a la infelicidad. Tan problemático es ser conformista al extremo, como el punto contrario de ser un inconformista y de quejarte por todo. La vida es una aventura positiva que merece la pena, sin embargo, hay gente que siempre se esfuerza por ver aquello que le falta, en vez de centrar su atención en aquello que tiene y que posee.

El inconformismo y la queja te llevan a la infelicidad

¿Cómo puedes dejar de ser un inconformista?

  • En primer lugar, observa que las mejores cosas de la vida siempre son gratis. Observar la magia de un amanecer, disfrutar de una agradable conversación con un buen amigo, enamorarte y sentir mariposas en el estómago, disfrutar el presente… Por tanto, no necesitas ser millonario para tener los grandes placeres de este mundo.
  • Por otra parte, piensa en qué puedes hacer tú para mejorar tu situación. Es decir, en vez de quejarte, piensa en todo lo que puedes cambiar a través de la iniciativa, de tu actitud o de los buenos deseos. Por ejemplo, si tienes un conflicto de pareja importante, podrías pedir la ayuda de una persona que haga de intermediaria entre ambos.
  • Además, la queja en sí misma es negativa ya que cuando te quedas estancado en ella no puedes valorar todas las cosas que tienes. De este modo, haz una lista de todas las cosas que para ti son importantes y que ya has alcanzado. El inicio de año es una buena época para tener propósitos. Por tanto, haz una lista de aquello que para ti sería bueno en el 2012.
  • Existen películas preciosas del cine para reflexionar sobre la importancia de dar gracias a la vida. Por ejemplo, El niño del pijama de rayas o La vida es bella. También existen historias de amor como Memorias de África.