Existe una realidad y es que, hoy día, en las aulas de las universidades españolas existe mayor número de alumnas que de alumnos. Es decir, las chicas acuden a la universidad en busca de un trampolín profesional que les conecte de forma directa con su verdadera vocación.

No siempre es fácil descubrir qué es aquello que te motiva de verdad a nivel laboral y menos, a los dieciocho años cuando todavía no tienes las cosas claras. Por ello, conviene ser flexible y darte la oportunidad de corregir tu camino en caso de que descubras que la carrera que elegiste te resulta muy difícil o sencillamente, no te gusta demasiado.

La formación es una de las claves del éxito femenino a nivel laboral. La verdad es que merece la pena aprovechar al cien por cien los años de universidad y no sólo para adquirir conocimientos teóricos sino también prácticos a nivel humano. Asiste a conferencias, disfruta de la vida cultural de tu centro académico, participa en charlas y en tertulias literarias

 Por otra parte, ahora que llega el verano, es importante que sigas aprovechando el tiempo. Muchas chicas jóvenes viajan al extranjero con el objetivo de perfeccionar un idioma. Otras, por el contrario, realizan prácticas en empresa para poder ir sumando puntos de experiencia a su currículum. El verano es muy largo y hay tiempo para todo. Para descansar y para seguir en busca de nuevos proyectos y cumpliendo nuevos deseos.

Tras finalizar la carrera, algunas personas apuestan por la realización de un master de especialización o de un doctorado. En una sociedad competitiva al extremo es difícil permanecer ajeno a las necesidades del mercado laboral. Un mercado laboral incierto y difícil. Por ello, la formación pero también, la actitud positiva son más que necesarias para acceder a un puesto acorde a los deseos del corazón.