maestro-indu

Era un renombrado maestro; uno de esos maestro que corren tras la fama y gustan de acumular más y más discípulos. En una descomunal carpa, reunió a varios cientos de discípulos y seguidores. Se irguió sobre si mismo, impostó la voz y dijo:

-Amados míos, escuchad la voz del que sabe.

Se hizo un gran silencio. Hubiera podido escucharse el vuelo de un mosquito.

-Nunca debéis relacionaros con la mujer de otro; nunca. Tampoco deben jamás beber alcohol, ni alimentarse con carne.

Uno de los asistentes se atrevió a preguntar:

-El otro día, ¿no eras tú el que estabas abrazando a la esposa de Jai?

-Sí, yo era- repuso el maestro.

Entonces, otro oyente preguntó:

-¿No estabas la otra noche bebiendo en la taberna?

-Ese era yo- contestó el maestro.

Un tercer hombre interrogó al maestro:

-¿No eras tú el que el otro día comías carne en el mercado?

-Efectivamente- dijo el maestro.

En ese momento todos los asistentes se sintieron indignados y comenzaron a protestar.

-Entonces, ¿por qué nos pides a nosotros que no hagamos lo que tú haces?

Y el falso maestro repuso:

-Porque yo enseño, pero no práctico.

Anónimo Hindú