¿Qué puedes hacer cuando la maternidad te sobrepasa?

La maternidad se suele pintar con colores pastel, sonrisas eternas y momentos de felicidad absoluta. Pero la realidad, la de verdad, muchas veces es bien distinta. Y aunque sepas que amas a tu hijo más que a nada en el mundo, puede que no lo estés disfrutando como esperabas. ¿Te pasa? Si es así, no estás sola ❤️.

🤯 Maternidad idealizada vs. realidad

Desde pequeñas, nos han mostrado una imagen muy concreta de lo que debería ser la maternidad: Una experiencia maravillosa, natural, instintiva, llena de amor y conexión inmediata. Pero lo que nadie cuenta (o muy pocas lo hacen en voz alta), es que la maternidad también puede ser dura, agotadora, solitaria... Y en ocasiones, una auténtica carga emocional y física.

¿Y sabes qué? Está bien sentir eso. No te hace mala madre. Te hace humana.

¿Por qué no siempre se siente “mágico”?

Hay muchas razones por las que una madre puede sentirse abrumada o desconectada:

  • Falta de sueño constante que afecta al ánimo, la concentración y la paciencia.
  • Cambio de identidad: de ser tú misma a ser "la mamá de".
  • Presión social: la exigencia de ser una madre perfecta.
  • Soledad: a veces, pese a estar acompañada, te sientes completamente sola.
  • Desequilibrio en la pareja: si la carga no se reparte, el resentimiento aparece.
  • Falta de apoyo familiar o institucional.
  • Expectativas no cumplidas: idealizaste algo que luego no llegó.

😓 Cuando la maternidad pesa: Señales de alerta

Hay momentos puntuales de agobio, sí. Pero si esa sensación de carga se mantiene en el tiempo o va a más, conviene prestarle atención. Estas son algunas señales comunes:

  • Te levantas cada día con desgana o apatía.
  • Lloras a menudo o te sientes irritable.
  • Sientes que has perdido tu identidad.
  • Piensas que tu hijo estaría mejor con otra persona.
  • No disfrutas de nada, ni siquiera de los momentos "bonitos".
  • Tienes pensamientos negativos recurrentes o culpa constante.
  • Evitas el contacto social o te sientes aislada.

Si te reconoces en varias de estas señales, puede que estés atravesando una etapa de sobrecarga emocional o incluso una depresión posparto.

💡Importante: No hay que esperar a tocar fondo para pedir ayuda.

🧠 Maternidad y salud mental: El lado que no se cuenta

Según datos de la Asociación Española de Pediatría (AEP) y el Ministerio de Sanidad, entre un 10% y un 20% de las madres desarrollan depresión posparto. A esto hay que sumar la ansiedad, el estrés crónico o incluso el síndrome del burnout materno.

¿El problema? Que sigue siendo un tema tabú. Muchas madres no hablan de esto por miedo a ser juzgadas o por la creencia errónea de que “es lo normal y ya pasará”. Pero la salud mental materna es fundamental, no solo para la madre, sino también para el bebé y toda la familia.

🤐 El peso de la culpa

Una de las emociones más habituales en este proceso es la culpa. Culpa por no estar disfrutando. Por perder los nervios. Por necesitar espacio. Por echar de menos tu vida anterior. Por no sentir ese “amor instantáneo”.

Pero déjame decirte algo importante: La culpa no te ayuda. El autocuidado, sí.

La maternidad no tiene que ser sacrificio constante. También puedes cuidarte, poner límites y pedir ayuda sin que eso signifique querer menos a tu hijo.

🛠 ¿Qué puedes hacer cuando la maternidad te sobrepasa?

No hay fórmulas mágicas, pero sí estrategias que pueden ayudarte a sentirte mejor y a reconectar contigo misma:

1. Habla, sin filtros

Busca personas con las que puedas hablar de verdad, sin juicios. Puede ser tu pareja, una amiga, una psicóloga o incluso un grupo de madres reales que comparten experiencias similares. Desahogarse alivia y libera.

2. Rompe con el mito de la supermadre

No tienes que hacerlo todo ni hacerlo perfecto. Ser vulnerable también es ser fuerte. Pide ayuda, delega, baja el listón. Está bien no poder con todo.

3. Prioriza el autocuidado

No, no es egoísta. Es necesario. Intenta hacer cada día algo solo para ti, aunque sean 10 minutos: darte una ducha tranquila, leer unas páginas, salir a caminar sola, tomarte un café caliente sin interrupciones…

4. Pide ayuda profesional si lo necesitas

Un psicólogo especializado en maternidad o salud perinatal puede ayudarte a entender lo que sientes y acompañarte en el proceso. En España, existen recursos como:

  • Red de Salud Mental Perinatal (Grupo de Trabajo de la SEPSM)
  • Asociación Española de Psicología Perinatal (AEPP)
  • Servicios públicos de salud mental en los centros de atención primaria

5. Reparte la carga

Habla con tu pareja, con tu familia, con quien tengas cerca. Repartir tareas y responsabilidades no es un favor, es corresponsabilidad. No estás sola criando.

❤️ No eres una mala madre, eres una madre real

Hay un gran abismo entre lo que se espera de la maternidad y lo que realmente es. Y en ese abismo caen muchas mujeres, sintiéndose culpables por no estar “viviendo la mejor etapa de su vida”.

Pero la maternidad no tiene por qué ser mágica para ser válida. No todas las etapas serán bonitas, y no pasa nada si hay días en los que no puedes más.

Lo importante es que no te lo calles. Que no te lo comas sola. Que pidas ayuda. Y que te recuerdes que también tú importas.

📌 Consejos finales para reconectar contigo y vivir una maternidad más real

  • Acepta que habrá días difíciles y no te castigues por ellos.
  • Busca momentos para ti sin sentirte culpable.
  • Exprésate, en voz alta, en un diario o con un profesional.
  • Rodéate de madres reales, no solo de cuentas de Instagram con filtros.
  • Pide ayuda cuando la necesites. No es debilidad, es valentía.

La maternidad no siempre es mágica. A veces es agotadora, confusa y solitaria. Y está bien sentirlo así. No tienes que cumplir ninguna expectativa. No tienes que demostrar nada. Solo tienes que vivirla a tu manera, con tus luces y tus sombras, y sabiendo que no estás sola.

Hablar de esto no es quejarse: Es necesario. Porque si lo decimos, si lo visibilizamos, dejamos de sentirnos bichos raros. Y empezamos a construir una maternidad más real, más honesta y más humana 💛.