¿Qué hacer con todo aquello que te hace sufrir, te causa energía negativa y te aporta malestar? Apartarlo.
Eso resulta relativamente sencillo en la teoría, sin embargo, no es tan fácil en la práctica porque en este tipo de decisiones interfiere la razón, la emoción y el corazón. Por ello, debes aprender a cuidar de ti mismo para no dar importancia a cosas que no la tienen y disfrutar de tu bienestar. Aquí tienes las claves para relativizar el sufrimiento y dar la bienvenida en tu vida a la alegría:
- Disfruta el presente. Para ello, elabora una lista de todo aquello que te hace sentir bien actualmente. Intenta estar motivado para estar contento y no centrarte en aquello que te falta.
- Rompe tu relación con aquellas amistades superficiales que no te aportan nada bueno. Intenta rodearte de personas con las que puedes mostrarte tal y como eres. Disfruta del camino de la existencia y apuesta por la felicidad más profunda.
- Aprende a aceptar aquel sufrimiento que es imposible evitar. Por ejemplo, la muerte de un ser querido, la enfermedad, un fracaso sentimental… Se trata de experiencias que también enriquecen tu vida en tanto que te hacen más fuerte. Y también, después de una experiencia difícil tienes la capacidad de valorar cosas que tal vez, antes no apreciabas.
- En tu vida, tú eres tu mejor amigo. Por ello, no esperes un salvador que te evite todos los peligros en la vida. Eres fuerte para poder aprender a vivir mejor. Vive de acuerdo a tus propios valores porque dichos valores te protegen.