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Cáncer de recto

El recto es parte del sistema digestivo. Una vez que los nutrientes del alimento han sido absorbidos por el intestino delgado, los desechos son movidos por contracciones musculares hacia el intestino grueso (intestino). Se elimina el agua y los desechos se almacenan temporalmente en el recto, lo que representa los últimos 20 cm aproximadamente del intestino. Desde el recto, los desechos pasan fuera del cuerpo a través del ano. El revestimiento del recto (epitelio) segrega moco que ayuda a lubricar las heces a través del ano.

El cáncer de recto comienza como cambios celulares en la capa superior del epitelio. El cáncer de recto tiende a afectar a las personas mayores de 50 años, con los hombres en mayor riesgo que las mujeres. Algunas personas tienen un mayor riesgo debido a factores genéticos y pueden desarrollar la enfermedad en algún momento después de los 40 años de edad.

Si se trata en sus primeras etapas, el cáncer de recto es altamente curable. Si no se tratan, las células cancerosas extraviadas pueden migrar alrededor del cuerpo a través del sistema linfático y desarrollar cánceres secundarios.

Los síntomas del cáncer de recto

Los síntomas del cáncer de recto incluyen:

  • Un cambio en los hábitos intestinales anteriores, como estreñimiento o diarrea.
  • Urgencia para pasar movimientos intestinales.
  • Sensación de que el intestino no está vacío después de ir al baño.
  • Sangrado del ano.
  • Dolor abdominal.

Factores de riesgo para el cáncer de recto

Los factores que pueden aumentar el riesgo de cáncer de recto en una persona incluyen:

  • Edad avanzada.
  • Antecedentes familiares de cáncer de colon.
  • Pólipos en el recto.
  • Enfermedad inflamatoria intestinal preexistente, como la colitis ulcerosa.
  • Dieta alta en grasas, baja en fibra y baja en calcio.
  • Obesidad.

Diagnóstico de cáncer de recto

El cáncer de recto se diagnostica mediante una serie de pruebas que incluyen:

  • Examen rectal: el médico inserta un dedo enguantado en el recto y busca bultos.
  • Prueba de sangre oculta en materia fecal: la materia fecal se examina en el laboratorio.
  • Proctoscopio o sigmoidoscopio: se inserta un instrumento delgado en el ano para que el médico pueda observar el recto.
  • Colonoscopia: se inserta un instrumento más largo (bajo sedación) para revisar el recto y el colon.
  • Biopsia: se extrae una pequeña etiqueta de tejido y se examina en un laboratorio para detectar la presencia de células cancerosas.
  • Enema de bario: se inyecta un líquido especial en el recto y se toman radiografías.
  • Ultrasonido endorectal: se inserta un dispositivo de ultrasonido y se toman imágenes del recto.
  • Imagen de resonancia magnética (IRM): se utiliza una exploración de alta definición para determinar el tamaño y la propagación del cáncer de recto.

Etapas del cáncer rectal

El cáncer de recto se clasifica en diferentes etapas, incluyendo:

  • Etapa 0: el cáncer se limita al revestimiento (epitelio) del recto.
  • Etapa 1: el cáncer se ha diseminado a las capas más profundas del revestimiento rectal.
  • Etapa 2: el cáncer se ha diseminado a los tejidos más allá del recto, pero no a los ganglios linfáticos en el área local.
  • Etapa 3: el cáncer se diseminó hasta los ganglios linfáticos en el área local.
  • Etapa 4: el cáncer ha desarrollado cánceres secundarios en otros sitios alrededor del cuerpo.

Tratamiento para el cáncer de recto

El tratamiento para el cáncer de recto depende de su etapa, pero puede incluir:

  • Cirugía: el cáncer y el tejido rectal asociado, así como los ganglios linfáticos cercanos, se extirpan a través del ano o por medio de una incisión abdominal. El recto se vuelve a coser. Si se extrae una gran cantidad de tejido, es posible que no sea posible cerrar el recto y se necesitará una colostomía, ya sea temporal o permanentemente.
  • Radioterapia: se utilizan altas dosis de radiación dirigida con precisión para matar las células cancerosas.
  • Quimioterapia: los medicamentos que matan el cáncer se administran por inyección intravenosa o por vía oral.

Colostomía

A veces, se extrae tanto tejido que el recto no se puede volver a coser o se puede volver a unir al ano. En este caso, el intestino se desvía del ano a un pequeño orificio en el abdomen (estoma) y se ajusta una bolsa de colostomía. Una bolsa de colostomía está hecha de plástico y se pega al estoma con pegamento especial. Los desechos se pasan a la bolsa, que luego se tira y se reemplaza por una nueva.

En ocasiones, se puede necesitar una bolsa de colostomía temporal mientras que un recto remodelado con éxito se cura correctamente. Menos de un tercio de los pacientes que se someten a una operación de cáncer rectal requerirán una colostomía.

Cuando no es posible una cura para el cáncer de recto

Si el cáncer de recto se diagnosticó en sus últimas etapas, es posible que el cáncer se haya propagado hasta el punto de que ya no sea posible una cura. Luego, el tratamiento se enfoca en mejorar la calidad de vida aliviando los síntomas. Esto se llama tratamiento paliativo.

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