
Recursos Educativos - Poesías Infantiles
El gran bombero
A punto y atento,
 bien uniformado,
 espera el bombero
 a ser reclamado.
Y al sonar el Ring,
 de la campanilla,
 baja por el palo
 igual que una ardilla.
Se pone el “casquín”
 coge la escalera
 y con su carrillo
 corre, más que vuela.
Va tocando alarma,
 lleva su manguera,
 que el tremendo incendio
 no permite espera.
¡Socorro, socorro!
 le grita una nena,
 venga Ud. Aprisa
 que todo se quema.
Y el bombero ufano,
 sin más dilación
 coge su escalera
 y sube al balcón.
Con la intención buena
 de apagar el fuego,
 moja a nuestra nena
 el veloz bombero.
Dicen los que miran:
 ¡qué mala pasada!
 ¡ha dejado a Elvira,
 toda mojada!
La niña empapada,
 la causa del susto
 señala al bombero
 con mucho disgusto.
Pisé las cerillas,
 al punto explotaron,
 y… mira, bombero
 ¡el lío que armaron!
Con su gran aplomo
 destreza y visión
 moja las cerillas
 con seltz de un sifón.
Las cerillas, niña
 no debes tocar,
 pues un gran incendio,
 puedes provocar.
Nuestro bomberito
 marcha complacido,
 pues un gran servicio
 gustuso ha cumplido.
La niña contenta
 desde su balcón
 despide al bombero
 con gran emoción.
Enviado por Inés, educadora infantil, desde Las Palmas de Gran Canaria.
