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Fomentar los intercambios entre los padres y su hijo en el útero ayuda a crear vínculos emocionales.

¿Qué es la haptonomía?

Todos tenemos en mente la imagen de las manos puestas sobre el vientre de la mujer embarazada, y bajo cuya piel vendría a acurrucarse el bebé. Utilizada sobre todo durante el embarazo, la haptonomía pretende unir a los padres y a su hijo, antes del nacimiento, a través del tacto. Proporciona a los padres una sensación de bienestar y seguridad emocional, que a su vez les permite tranquilizar a su hijo. Lejos de la percepción occidental de la medicina, que consiste en separar el cuerpo y la mente, la haptonomía aborda al ser humano como un todo emocional y psíquico. Pero esta "ciencia de la afectividad" no se limita al ámbito del embarazo. Puede utilizarse en todas las prácticas asistenciales y educativas, incluida la psicoterapia, en todas las etapas de la vida.

¿Cuándo empezar las sesiones de haptonomía?

Cuanto antes, mejor, así que lo ideal sería al principio del embarazo. Y más aún, cuando hay preocupaciones y ansiedades por dar a luz. De hecho, las mujeres pueden empezar incluso con el inicio del embarazo, especialmente cuando están en proceso de reproducción médicamente asistida. Las mujeres que tienen dificultades para concebir pueden encontrarlo útil para reducir sus ansiedades. La haptonomía actúa sobre todas las fibras musculares, incluidas las de las trompas de Falopio, que pueden adquirir mayor flexibilidad. Esto puede desbloquear situaciones.

¿Cómo se desarrolla una sesión de haptonomía?

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En la práctica, aunque "no hay dos sesiones iguales", el haptoterapeuta enseña a los padres una plétora de gestos que les permiten comunicarse con su hijo: pueden acunar al niño (la madre desde dentro, el padre desde fuera), invitarle a moverse para buscar el contacto, descubrir que al niño le gusta jugar y que incluso puede tomar la iniciativa de proponer el juego a sus padres. Gestos que, por supuesto, serán de gran utilidad en el momento del parto para que la futura madre acceda a abrir el camino a su hijo. El padre puede acunar al niño o simplemente proporcionar consuelo a la madre y al niño, lo que les ayudará a permanecer juntos, incluso en los momentos difíciles.

Haptonomía: ¿qué ventajas tiene?

La imagen de las manos en el vientre de mamá, volvamos a ella... Por último, ¿no es un gesto que todas las futuras madres hacen instintivamente? ¿Qué más puede aportar la haptonomía? En este acompañamiento, la madre no necesita poner las manos sobre el niño, le hacemos descubrir que todo cambia en cuanto está emocionalmente cerca de su hijo, que reacciona a su vez e inmediatamente a este cambio. Esto beneficia al niño, por supuesto, pero también a la pareja y, en particular, al padre, que puede ocupar su lugar en este diálogo a tres bandas. Esta tríada es muy importante. El niño está muy atento a la voz de su padre. Además, implicar al padre le permite participar durante e incluso después del parto, cuando su pareja necesita estar rodeada y apoyada. Cuando el padre no puede estar presente, la madre puede estar acompañada por una tercera persona.

Además, en caso de un embarazo difícil o patológico, después de varios abortos, o cuando se anuncia una discapacidad durante el embarazo... En resumen, cuando hay un contexto doloroso, la haptonomía puede ser de gran ayuda para limitar las ansiedades y mantener un vínculo con el niño. Sabemos que el estrés materno es perjudicial para el niño. Por el contrario, cuando una mujer acepta recibir a su hijo, incluso cuando la situación es preocupante, él lo siente. Está atento a las reacciones de ella y, jugando y respondiendo a su madre, la ayuda a su vez a superar este calvario. Juntos somos más fuertes. Esto influye en su desarrollo psicoafectivo a través de la epigenética y la plasticidad neuronal, por lo que ya en su carácter.

Haptonomía después del nacimiento

Además del apoyo prenatal, es fundamental continuar con cuatro sesiones postnatales entre el nacimiento y la marcha, sobre todo en los periodos clave, porque los bebés que reciben un buen apoyo tienen un desarrollo particular. La primera sesión se refiere a la madre y al niño y tiene lugar en los 15 días siguientes al parto.

Luego, entre los 3 meses y medio y los 4 meses, las madres deben organizar el destete o la reanudación del trabajo. Además, el desarrollo del niño a esta edad impone modificaciones en la forma de llevarlo. A los 9 meses, el periodo de "cumpleaños", los padres suelen tener que volver a hablar del nacimiento y del niño.

Entonces el niño alcanza la etapa de la revolución bípeda. Los bebés suelen ser sonrientes, pacíficos y tranquilos. Pero cuando llega la etapa de la marcha, hay que contener a estos niños seguros de sí mismos. Por ello, es necesario planificar una consulta para que ésta no ocupe demasiado lugar dentro de su familia.

Si deseas ponerte en contacto con un haptoterapeuta, debes asegurarte de que el profesional tenga una profesión sanitaria, por ejemplo la de psicólogo clínico, médico o incluso matrona. Para evitar a los charlatanes, lo mejor es consultar con el personal médico que te atiende.

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