Consejos para manejar el dolor durante el parto

Se pueden utilizar varios enfoques para controlar el dolor del parto. Algunas mujeres optan por la medicación, mientras que otras prefieren el alivio no farmacológico del dolor. Independientemente de tu elección, puede valer la pena comprender mejor el papel del dolor en el parto.

El origen y la función del dolor en el parto

El dolor del parto es muy diferente del dolor de una lesión o un traumatismo. No indica que algo vaya mal, sino que el proceso de parto está en marcha. Es una señal de que el bebé viene.

Desde el punto de vista biológico, el dolor está causado por las contracciones del útero, que contraen los vasos sanguíneos y bloquean el flujo de sangre. Las contracciones también hacen que el útero se oxigene menos y se acumule ácido láctico. El daño a las células uterinas también puede causar la producción de bradiquinina, una hormona que irrita el tejido uterino. Por último, el estiramiento del cuello uterino puede causar dolor.

El dolor del parto es temporal y progresivo. Es decir, aumenta a medida que avanza el trabajo de parto. Puede servir como señal para devolver a la madre al momento presente y ayudarla a concentrarse en el próximo parto. En respuesta al dolor, cesará sus actividades y adoptará posiciones que favorezcan el progreso del parto.

Cómo afrontar el dolor del parto

Es importante evitar confundir el dolor con el sufrimiento. El dolor es un efecto secundario de un proceso por el que el cuerpo debe pasar para dar a luz al bebé. El dolor no es necesariamente una experiencia negativa durante el parto, ya que puede ir acompañado de una sensación de logro y satisfacción por la llegada del bebé.

Más bien, el sufrimiento está causado por factores psicológicos (por ejemplo, la soledad, la falta de apoyo, el miedo, los sentimientos de angustia anteriores) y puede influir en la percepción del dolor. El dolor suele producirse cuando la madre no puede activar sus mecanismos de alivio del dolor.

El dolor que se experimenta durante el parto es intenso, pero no es insuperable. Si es tu primer parto, probablemente te sorprenderá y confundirá esta nueva experiencia. Por otro lado, si ya has dado a luz antes, puede que te asusten las dificultades que superaste la primera vez. También puede sorprenderte un nuevo tipo de dolor que no experimentaste durante el primer parto.

En cualquier caso, es importante recordar que no estás en peligro y que estás pasando por un proceso normal. De hecho, a medida que aumenta la intensidad del dolor, se acerca la llegada de tu bebé. La pausa después de cada contracción te permite relajarte por un momento. Cuanto más controles el proceso del parto, menos dolor sentirás. Tendrás que entender lo que está ocurriendo y sentirte apoyada.

¿Qué hormonas ayudan al parto?

El cuerpo también responde al dolor produciendo hormonas que ayudarán a aliviar el parto y a preparar a la madre para cuidar y amamantar a su bebé.

Endorfinas

Las endorfinas pertenecen a la misma familia que la morfina y son segregadas por el cuerpo durante el dolor intenso. La producción de endorfinas por parte del cuerpo durante el parto adormece el dolor y sumerge a la mujer en un segundo estado, a veces incluso de euforia.

Para favorecer la producción de endorfinas durante el parto, es necesario entonces una cierta entrega. Debes:

Crea una burbuja de intimidad para ti y tu pareja (por ejemplo, luz tenue, susurros, intervención reducida, sin teléfonos ni otros aparatos electrónicos). Siéntete segura. Déjate llevar por tus instintos, confía en que tu cuerpo sabe cómo dar a luz.

Oxitocina

La oxitocina producida naturalmente por la madre tiene un efecto analgésico y reduce el dolor. Entre otras cosas, aumenta la sensación de calma. Esta hormona también promueve las contracciones uterinas. Cuanto mayor sea su concentración en la sangre, más frecuentes y prolongadas serán las contracciones, lo que permitirá la dilatación del cuello uterino.

¿Cómo debe ser el entorno?

El entorno en el que se encuentra la madre durante el parto puede contribuir a una experiencia más satisfactoria y, por lo tanto, ayudar a superar el dolor. Algunas características del entorno contribuyen a crear un ambiente propicio:

  • Un lugar tranquilo en el que la madre se sienta segura.
  • Ambiente íntimo.
  • Luces tenues.
  • Actitud positiva de la madre.
  • Intervención mínima para garantizar la seguridad de la madre y el bebé.
  • Libertad para comer, beber y moverse según lo permita la situación y lo necesite la madre.
  • Presencia de la familia de la madre.

** Para saber sobre las opciones farmacológicas para el tratamiento del dolor durante el parto, puedes leer: Epidural - Tipos, Duración, Efectos Secundarios, Riesgos...

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