Viajar al Paleolítico en España

Cuando hablamos del Paleolítico, hablamos de decenas de miles (y en algunos casos cientos de miles) de años atrás. Gente que vivía con lo imprescindible, construía herramientas de piedra, pintaba cuevas, se movía con los climas extremos… estos sitios son ventana directa a ese mundo. Algunos tienen arte rupestre, otros fósiles humanos, otros yacimientos de herramientas y hogar, otros combinan muchas de esas cosas.

Todos los lugares que te propongo son reales, están investigados, con valor arqueológico reconocido, y con posibilidades de visita o al menos de acercarse mediante museos, réplicas o rutas culturales. Te los ordeno geográficamente para que si haces un viaje, puedas agrupar por zonas si te conviene.

10 Lugares en España para viajar al Paleolítico

Aquí van mis 10 recomendaciones, lo que los hace únicos, lo que puedes ver, y lo que debes tener en cuenta para la visita:

1. Yacimientos de la Sierra de Atapuerca (Burgos, Castilla y León)

Este es, sin duda, el lugar más famoso de toda España para conocer la evolución humana. En la Sierra de Atapuerca se han hallado restos de especies como el Homo antecessor, considerado uno de los primeros europeos. También hay fósiles de Homo heidelbergensis y de Homo sapiens muy antiguos.
La visita no se limita solo a las excavaciones: puedes recorrer la Trinchera del Ferrocarril, la Gran Dolina, la Sima del Elefante o la Galería. Y no te pierdas el Museo de la Evolución Humana (MEH) en Burgos, ni el Centro de Arqueología Experimental (CAREX) en Atapuerca, donde podrás probar cómo tallaban herramientas o hacían fuego.

2. Cueva de Altamira (Santillana del Mar, Cantabria)

Si hay un lugar icónico del Paleolítico, ese es Altamira. Sus famosas pinturas rupestres —bisontes, ciervos, caballos y símbolos— son consideradas la “Capilla Sixtina del arte paleolítico”.
Por motivos de conservación, la cueva original está cerrada la mayor parte del tiempo, pero puedes visitar la Neocueva, una reproducción exacta en el Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira. El realismo de la réplica es impresionante, y con la ayuda de audiovisuales te sumerges de lleno en el arte paleolítico.

3. Cueva de Nerja (Málaga, Andalucía)

La Cueva de Nerja, en la pedanía de Maro, es uno de los grandes tesoros del Paleolítico en el sur de España. Se calcula que fue ocupada durante más de 35 000 años y alberga representaciones del Gravetiense, Solutrense y Magdaleniense. Sus pinturas muestran ciervos, caballos, cabras monteses e incluso focas, lo que la hace única en Europa.
En la visita normal no siempre se pueden contemplar directamente las pinturas rupestres, pero hay recreaciones y experiencias de realidad virtual que te transportan al pasado. Además, el museo asociado te ayudará a comprender mejor el contexto.

4. Cueva de la Pileta (Benaoján, Málaga, Andalucía)

En plena Serranía de Ronda se encuentra la Cueva de la Pileta, un lugar con un arte rupestre espectacular. Allí verás figuras de ciervos, caballos, toros e incluso peces, un motivo poco habitual en el arte paleolítico.
La visita es más íntima que en otras cuevas más turísticas. Es recomendable llevar calzado cómodo, ya que el acceso es algo exigente. Las visitas suelen ser guiadas y conviene reservar con antelación, porque el aforo es limitado.

5. Cueva Fuente del Trucho (Colungo, Huesca, Aragón)

Es la gran joya paleolítica de Aragón. Tiene más de cien pinturas, manos en negativo y grabados con caballos y ciervos que datan de hace unos 25 000 a 30 000 años. Es un yacimiento de enorme importancia para entender el Paleolítico en la cuenca del Ebro.
Eso sí, la cueva está cerrada al público por motivos de conservación. Pero puedes disfrutar de una excelente réplica en el Centro de Arte Rupestre del río Vero, en Colungo, donde además encontrarás talleres, audiovisuales y rutas guiadas.

6. Cueva Eirós (Triacastela, Lugo, Galicia)

En Galicia, la Cueva Eirós es única: es el único lugar de esta comunidad con arte parietal paleolítico identificado. Sus pinturas y grabados datan de hace más de 35 000 años y se han encontrado restos tanto de neandertales como de Homo sapiens.
El acceso no siempre está abierto al público general, porque sigue siendo objeto de investigación arqueológica. Aun así, si te interesa, infórmate en la zona porque a veces organizan visitas especiales o actividades divulgativas.

7. Cueva de Bolomor (Tavernes de la Valldigna, Valencia)

La Cueva de Bolomor es clave para entender el Paleolítico inferior en la Península Ibérica. Allí se han encontrado restos de industria lítica, huesos de animales con marcas de corte y, lo más importante, evidencias claras del uso controlado del fuego hace más de 200 000 años.
La cueva en sí no siempre es accesible, pero se organizan visitas guiadas y actividades de divulgación que merece la pena consultar antes de ir. Es un sitio muy valorado por los arqueólogos porque explica cómo vivían los primeros grupos humanos en el Mediterráneo.

8. Yacimiento de Irikaitz (Zestoa, Guipúzcoa, País Vasco)

El Yacimiento de Irikaitz es especial porque es al aire libre, a diferencia de la mayoría de los lugares paleolíticos que suelen ser cuevas. Allí se han hallado restos de herramientas de piedra tanto del Paleolítico inferior como del superior.
La visita no es tan turística como en Altamira o Atapuerca, por lo que no hay gran infraestructura. Es un lugar perfecto para los que buscan una experiencia más tranquila y menos masificada. Eso sí, conviene informarse bien antes de ir, ya que a veces el acceso depende de proyectos arqueológicos activos.

9. Cueva de Hornos de la Peña (San Felices de Buelna, Cantabria)

Muy cerca de Altamira, esta cueva destaca por sus grabados rupestres en lugar de pinturas. Allí se representan caballos, bisontes y ciervos, algunos de ellos muy detallados. Además, la cueva fue habitada tanto por neandertales como por los primeros Homo sapiens.
La visita suele hacerse en grupos reducidos y siempre con guía. Se recomienda llevar calzado adecuado y prestar atención a las explicaciones, porque los grabados son más sutiles que las pinturas, pero igualmente impresionantes.

10. Lezetxiki (Arrasate/Mondragón, Gipuzkoa, País Vasco)

El complejo de cuevas de Lezetxiki es otro punto clave en el norte de España. Sus niveles arqueológicos abarcan desde el Paleolítico inferior hasta épocas posteriores. Allí se han encontrado restos humanos y útiles de piedra que ayudan a reconstruir cómo vivían los grupos neandertales en esta región.
No siempre está abierto al público, ya que se trata de un lugar en estudio. Sin embargo, puedes informarte en Arrasate/Mondragón, donde se organizan actividades de divulgación relacionadas con los hallazgos de la cueva.

Lo que debes tener en cuenta al planear tu viaje al Paleolítico

Para que la experiencia sea lo más enriquecedora posible y sin sorpresas, aquí van unas recomendaciones prácticas:

  1. Reservas con antelación
    Muchos de estos sitios tienen aforo limitado o visitas guiadas necesarias (por conservación). Ejemplo: los yacimientos de Atapuerca, la Neocueva de Altamira, Cuevas de Nerja. Verifica horarios, disponibilidad.
  2. Protección y conservación
    En algunas cuevas no permiten ver directamente las pinturas por su fragilidad; en su lugar hay réplicas, salas de realidad virtual, exposiciones. Es importante respetarlo. (En Altamira es así; en Nerja también).
  3. Guías locales
    Tener un guía con conocimientos arqueológicos mejora muchísimo la visita. No sólo explican dataciones y estilos, sino que te ayudan a visualizar cómo vivían, qué implicaba usar pigmentos, etc.
  4. Condiciones físicas y seguridad
    Cuevas a veces húmedas, con barro, escaleras, suelos irregulares. Llevar calzado antideslizante, ropa cómoda, linterna si procede. Ver si hay restricciones para personas con movilidad reducida.
  5. Documentación previa
    Saber qué estilo de arte rupestre verás (grandes animales, grabados, manos, signos abstractos), qué periodo (Magdaleniense, Solutrense, Gravetiense, etc.), curiosidades locales. Esto ayuda a apreciar mucho más lo que observas.
  6. Respeto al patrimonio
    No tocar pinturas, no llevar luces fuertes si lo prohiben, no hacer ruidos innecesarios. Conservación es primordial para que futuras generaciones también puedan viajar al Paleolítico.
  7. Temporada adecuada
    En algunas zonas (sobre todo en cuevas y exteriores en verano/invierno) el clima, lluvias o hielo pueden afectar el acceso. Mirar clima local.
  8. Complementa con museos
    Muchos sitios tienen museos cercanos que muestran réplicas, hallazgos, explicaciones científicas. Ejemplos: Museo de la Evolución Humana en Burgos, Museo de Nerja, etc.

Preguntas frecuentes que quizá tengas

¿Se pueden ver realmente pinturas originales en todos estos sitios?
No en todos los casos. En algunos, las pinturas están cerradas al público directo por conservación; se muestran mediante réplicas, proyecciones, realidad virtual. En otros sí, bajo condiciones controladas. Siempre revisa antes de ir.

¿Cuán antiguos son los hallazgos en estos lugares?
Depende del sitio. Algunos con fechas de máximo Paleolítico superior (entre ~35 000 y 10 000 años antes del presente). Otros, como Bolomor, le corresponden niveles del Paleolítico inferior. En Atapuerca se encuentran restos humanos de hace cientos de miles de años. Cada lugar tiene su cronología concreta.

¿Necesito conocimientos previos para disfrutar/dar valor al sitio?
No hace falta ser experto. Lo importante es la curiosidad. Pero leer un poco sobre arte rupestre, estilos paleolíticos o qué significa “Magdaleniense” vs “Gravetiense” te ayuda mucho. Los museos y guías suelen explicar bien.

¿Hay zonas con menos visitantes, más “auténticas”?
Sí. Algunos lugares como Irikaitz, Lezetxiki, Eirós, o cuevas menos famosas suelen tener menos turismo masivo. Si buscas silencio, reflexión, observar sin agobios, esas son buenas.

Itinerario sugerido si solo tienes algunos días

Si tú pudieras hacer por ejemplo 5-7 días para empaparte del Paleolítico, te sugiero esta ruta:

  • Día 1-2: Burgos / Atapuerca. Museo + visitas a yacimientos. Alojándote allí para descansar y disfrutar también de la zona.
  • Día 3: Hacia Cantabria, visitar Altamira (Neocueva + museo) y cuevas cercanas como Hornos de la Peña si coincide tu viaje.
  • Día 4-5: Desplázate hacia el sur: Málaga. Nerja, la Pileta. Disfrutar del arte rupestre mediterráneo, contrastar la luz, el paisaje.
  • Día 6: Aragón / Huesca. Fuente del Trucho (o centro de arte rupestre del Río Vero).
  • Día final: País Vasco / Galicia si puedes, visitar Lezetxiki, Irikaitz, Eirós. O bien tomar un día de relax comparativo en museos si ya estás cerca.

Estado actual y protección

  • Muchos de estos sitios están declarados Bienes de Interés Cultural, Patrimonio de la Humanidad, o parte de rutas culturales oficiales como Caminos de Arte Rupestre Prehistórico
  • Hay riesgo constante de deterioro por humedad, turismo mal gestionado, vandalismo, cambios en clima local. Por eso la mayoría tienen normas estrictas, temporadas de cierre, visitas guiadas, etc.
  • Se hacen muchas investigaciones nuevas cada año, lo que a veces modifica dataciones, se descubren nuevas pinturas, nuevas interpretaciones. (Ej. estudios recientes en cuevas de Málaga, Antequera).

Viajar al Paleolítico en España es una aventura apasionante: no solo porque estos lugares te conectan con un pasado remoto, sino porque sirven para entender mejor qué nos hace humanos —el arte, el ingenio, la capacidad simbólica— y cómo hemos vivido con nuestro entorno hace mucho tiempo.

Si te gusta la historia, el arte primitivo, la arqueología, o simplemente ver paisajes impresionantes y cuevas misteriosas, este tipo de viaje puede dejarte marcado.