Los celos y la envidia están más vinculados de lo que parece a simple vista. Y es que, una persona no sólo puede sufrir por ser una celosa enfermiza dentro de una relación de pareja, también se puede envidiar el carisma de un amigo, la belleza de otras personas o el éxito laboral de un compañero de trabajo. Todas estas manifestaciones de celos y de envidia muestran en última instancia un conflicto personal: la inseguridad y la falta de autoestima

controlar celos

Cuando tu autoestima es positiva y saludable, te alegras de las cosas buenas que le suceden a aquellos que te rodean. De hecho, compartes dichos éxitos y los celebras (así las relaciones interpersonales también se ven fortalecidas). Sin embargo, al compás de los celos, cualquier relación se va debilitando y la comunicación empeora al compás de las dudas y la desconfianza que tiene tanto el celoso como aquel que padece esta situación incomprensible desde un punto de vista lógico.

¿Cómo puedes controlar los celos y la envidia? Aprendiendo a centrarte más en ti mismo y menos en los demás. No te compares con nadie y céntrate únicamente en mejorar tú como persona. Por otra parte, tienes que decirte pensamientos positivos: “Soy una persona valiosa”, “tengo talento”, “soy especial”, “merezco la pena”.

Puedes hacer el siguiente ejercicio. Pide a cinco personas de tu entorno que te digan cinco cualidades positivas que admiran en ti de verdad. Verás cómo a veces, puedes verte a ti mismo mucho mejor a través de los ojos de los demás. Y así, descubrirás que no hay razones para la envidia, los celos, ni las inseguridades.