Síndrome antifosfolipídico (SAF) o de Hughes

¿Qué es el Síndrome antifosfolípido?

El síndrome antifosfolípido (SAF), también conocido como síndrome de Hughes, es un trastorno del sistema inmune que causa un mayor riesgo de coágulos sanguíneos.

Esto significa que las personas con SAF tienen un mayor riesgo de desarrollar afecciones como:

  • Trombosis venosa profunda (TVP), un coágulo de sangre que generalmente se desarrolla en la pierna.
  • Trombosis arterial (un coágulo en una arteria), que puede causar un derrame cerebral o un ataque cardíaco.
  • Coágulos de sangre en el cerebro, lo que genera problemas de equilibrio, movilidad, visión, habla y memoria.

Las mujeres embarazadas con SAF también tienen un mayor riesgo de tener un aborto espontáneo, aunque las razones exactas de esto son inciertas.

El SAF no siempre causa problemas notables, pero algunas personas tienen síntomas generales que pueden ser similares a los de la esclerosis múltiple (una afección común que afecta el sistema nervioso central).

Problemas en el embarazo

Las mujeres con SAF tienen un riesgo mucho mayor de desarrollar complicaciones durante el embarazo, particularmente si no se trata.

Las posibles complicaciones incluyen:

Abortos espontáneos precoces recurrentes (3 o más), generalmente durante las primeras 10 semanas de embarazo.

1 o más abortos involuntarios posteriores, generalmente después de la semana 10 de embarazo.

Parto prematuro, generalmente en la semana 34 o antes del embarazo, que puede ser causada por preeclampsia (cuando una mujer desarrolla presión arterial alta durante el embarazo).

¿Qué causa el síndrome antifosfolípido?

El SAF es una condición autoinmune. Esto significa que el sistema inmunitario, que generalmente protege al cuerpo de infecciones y enfermedades, ataca el tejido sano por error.

En el SAF, el sistema inmune produce anticuerpos anormales llamados anticuerpos antifosfolípidos.

Estas proteínas objetivo se unen a las moléculas de grasa (fosfolípidos), lo que hace que la sangre sea más propensa a coagularse.

No se sabe qué causa que el sistema inmune produzca anticuerpos anormales.

Al igual que con otras afecciones autoinmunes, se cree que los factores genéticos, hormonales y ambientales juegan un papel importante.

¿Quién puede verse afectado?

El SAF puede afectar a personas de todas las edades, incluidos niños y bebés.

Pero a la mayoría de las personas se les diagnostica SAF entre los 20 y los 50 años de edad, y afecta de 3 a 5 veces más mujeres que hombres.

Diagnóstico del SAF

El diagnóstico del SAF a veces puede ser complicado, ya que algunos de los síntomas son similares a la esclerosis múltiple.

Esto significa que los análisis de sangre para identificar los anticuerpos responsables del SAF son esenciales para diagnosticar la afección.

Cómo se trata el síndrome antifosfolípido

Aunque no hay cura para el SAF, el riesgo de desarrollar coágulos de sangre puede reducirse enormemente si se diagnostica correctamente.

Por lo general, se prescribe un medicamento anticoagulante o un antiplaquetario, como dosis bajas de aspirina.

Estos reducen la probabilidad de que se formen coágulos sanguíneos innecesarios, pero aún permiten que se formen coágulos cuando se corta.

El tratamiento con estos medicamentos también puede mejorar las posibilidades de que una mujer embarazada tenga un embarazo exitoso.

Con el tratamiento, se estima que hay un 80% de posibilidades de tener un embarazo exitoso.

La mayoría de las personas responden bien al tratamiento y pueden llevar una vida normal y saludable.

Pero un pequeño número de personas con SAF continúa experimentando coágulos sanguíneos a pesar del tratamiento extenso.

Tratamiento durante el embarazo

Se recomienda encarecidamente a las mujeres diagnosticadas con SAF que planifiquen cualquier embarazo futuro.

Esto se debe a que el tratamiento para mejorar el resultado de un embarazo es más efectivo cuando comienza lo antes posible después de un intento de concebir.

Algunos medicamentos utilizados para tratar el SAF también pueden dañar al bebé nonato.

Si no planifica su embarazo, pueden pasar varias semanas antes de darse cuenta de que está embarazada.

Esto puede aumentar el riesgo de tratamiento para salvaguardar que el embarazo no tenga éxito.

El tratamiento durante el embarazo implica tomar dosis diarias de aspirina o heparina, o una combinación de ambas.

Esto depende de si tiene antecedentes de coágulos sanguíneos y complicaciones previas durante el embarazo.

La warfarina no se recomienda durante el embarazo porque conlleva un pequeño riesgo de causar defectos de nacimiento.

El tratamiento con aspirina o heparina, o ambos, generalmente se inicia al comienzo del embarazo y puede continuar durante 1 a 6 semanas después del parto.

Cambios en el estilo de vida

Si le diagnostican SAF, es importante tomar todas las medidas posibles para reducir su riesgo de desarrollar coágulos sanguíneos.

Las formas efectivas de lograr esto incluyen:

  • No fumar.
  • Seguir una dieta sana y equilibrada: baja en grasas y azúcar y que contenga muchas frutas y verduras.
  • Hacer ejercicio regularmente.
  • Mantener un peso saludable y perder peso si es obeso (tiene un índice de masa corporal de 30 o más).

Síndrome antifosfolípido catastrófico

En casos muy raros, se pueden formar coágulos de sangre repentinamente en todo el cuerpo, lo que resulta en insuficiencia orgánica múltiple. Esto se conoce como síndrome catastrófico de antifosfolípidos que requiere tratamiento de emergencia inmediato en el hospital con altas dosis de anticoagulantes.

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