Cuando nos exponemos a fuertes calores, corremos el riesgo de sufrir deshidratación, insolación, golpes de calor, agotamiento, dermatitis, edemas… Por lo que si aparecensíntomas como: calambres, agotamiento, dolores de cabeza, náuseas, piel caliente y roja, somnolencia, etc. Se debe suspender toda actividad durante varias horas, refrescarse y descansar en un lugar fresco, beber agua, zumos de frutas… y si los síntomas persisten consultar con el médico.
Recomendaciones
Evitar las salidas y las actividades en las horas más calurosas y más aún las actividades físicas como deportes y trabajos que requieran un importante esfuerzo físico.
Si es necesario salir de casa a esas horas, buscar la sombra y llevar agua. Usar sombrero, ropas ligeras, amplias y de color claro.
Cerrar las persianas y las cortinas de las fachadas expuestas al sol. Mantener las ventanas cerradas cuando la temperatura exterior sea superior a la temperatura interior. Abrirlas por la noche, provocando corrientes de aire.
Refrescarse durante el día siempre que sea necesario.
Beber líquidos con frecuencia: agua, zumos.
Evitar las comidas abundantes y el alcohol.
Incluir en la dieta frutas y verduras.
Factores de riesgo
Especial precaución las personas que presenten:
- Edad avanzada
- Algún tipo de discapacidad, tanto psíquica como física.
- Deportistas.
- Trabajadores al aire libre.
- Trabajadores expuestos al calor.
- Embarazadas.
- Lactantes
- Enfermedades cardiovasculares.
- Obesidad.
- Toma de ciertos medicamentos como algunos diuréticos, antibióticos, antivirales, etc.
Si observa que una persona padece un golpe de calor, pida ayuda llamando al 1 - 1 - 2.
Mientras tanto, traslade al afectado a un sitio fresco, rocíelo con agua fresca, hágale beber, quítele la ropa y provoque corrientes de aire.