mamografia deteccion cancer de mama

Detectar el cáncer de mama en su fase inicial es fundamental para aumentar las posibilidades de curación.

La prueba más efectiva para detectar el cáncer de mama de forma precoz es la mamografía o estudio para control mamario.

¿Qué es una mamografía?

Una mamografía es una radiografía de la mama que usa dosis baja de radiación y es utilizada para detectar y diagnosticar cambios anormales en la mama, como pueden ser: microcalcificaciones, bultos, tumores...

Para realizar la mamografía, es necesario comprimir el pecho entre dos placas en el aparato de rayos X para aplanar el tejido mamario y facilitar al radiólogo que pueda detectar cualquier problema. Es normal que la prueba puede resultar un poco molesta.

¿Por qué es tan importante la detección precoz?

El cáncer se clasifica en estadios, desde el 1 que es la etapa más precoz, hasta el 4 que es la más avanzada. Cuanto menor sea el estadio que presente la paciente en el diagnóstico, más posibilidades tendrá de curarse. Además, es muy posible que los tratamientos sean menos agresivos.

La mamografía junto con el examen médico de las mamas son el método más efectivo. Las mujeres de 40 años en adelante deberían hacerse esta revisión de forma anual. Y cuando existan factores de riesgo será el médico quien valore la edad con la que se debe comenzar y la frecuencia de estas revisiones.

Además de los controles médicos, es necesario que cada mes, preferiblemente cuatro días después de la menstruación, la mujer se examine los senos ella misma. Debe observar y palpar en busca de cambios en el tamaño y/o forma de la mama, bultos, engrosamiento o secreción de los pezones o cualquier anomalía.

¿Cómo hacer una autoexploración mamaria?

  1. Colócate delante de un espejo, y con los brazos hacia los lados mírate las mamas y observa la forma, el tamaño y posición, primero de frente y luego de lado. Fíjate si están hinchadas, hay cambios de tamaño y de color, arrugas, pliegues, hoyuelos, etc.
  2. Coloca los brazos detrás de la cabeza y observa las formas de las mamas de frente y de lado. Repite con las manos en las caderas y con los brazos levantados.
  3. Aprieta los pezones para comprobar si producen alguna secreción. Revisa también que no existan cambios de textura, color o cambios de dirección o inversión.
  4. Túmbate y coloca una almohada debajo de tus hombros y cabeza. Sitúa el brazo, del lado de la mama que vayas a examinar primero, bajo la cabeza. Con la parte plana de los dedos y haciendo círculos ve presionando con firmeza toda la mama, desde el pezón y hacia afuera.
  5. Palpa también desde la mama hacia la axila y por la clavícula en busca de bultos, tejido más grueso u otras anormalidades.
  6. Repite con la otra mama, el paso 4 y 5.

Cambios normales en la mama

Es fundamental que la mujer conozca y se familiarice con sus senos para que detecte inmediatamente cualquier irregularidad.

A partir de la pubertad, las mamas cambian regularmente cada mes. Algunas mujeres sufren congestiones dolorosas cuando están ovulando, justo antes de la menstruación y durante ésta. Y en el caso de las que padecen quistes mamarios también se les pueden inflamar durante la regla. Ocurren algunos casos en los que los anticonceptivos pueden causar inflamación y dolor.

También durante el embarazo las mamas sufren cambios y crecen preparándose para la lactancia. Los pezones y la areola tienden a oscurecerse y crecer, y en la mayoría de los casos son cambios permanentes. Cuando se termine con el periodo de la lactancia y el flujo de leche desaparezca, las mamas suelen regresar casi al estado previo al embarazo.

Los cambios en el peso también afectan al pecho, aumentando su volumen o dejándolo flácido y caído, especialmente si no se cuida y no se hace ejercicio.

Ya en la menopausia, al no existir ciclo menstrual, desaparecen los cambios y molestias mamarias típicas de la menstruación. Además, en algunos casos, pueden disminuir o desaparecer algunos problemas, como los nódulos quísticos. Aunque el riesgo de sufrir cáncer de mama aumenta con la edad. Por eso la mujer debe seguir haciendo sus autoexploraciones mensuales y revisiones anuales con el médico.