Actividades para trabajar el cuerpo humano, los sentidos y el aseo.

La risa

La risa

La risa es una de las formas de comunicación humana más simple. Cuando alguien se ríe demuestra que está de buen humor, alegre, feliz. Cuando las cosas salen bien nos reímos, pero también sonreímos intentando crear un buen ambiente que facilite el éxito de las cosas.

Se puede decir que existen tres grados de risa: la sonrisa, la risa y la carcajada. Sonreímos cuando nos sentimos bien y a gusto, nos reímos cuando somos felices y algo nos hace gracia, y nos carcajeamos cuando nos estamos divirtiendo mucho. Las tres formas son modos de comunicación y las tres muestran a los demás cuál es nuestro estado de ánimo en cada situación vivida.

Actividades

Sentarse en círculo; cada niño o niña contará a los demás algo gracioso por lo que se haya reído anteriormente. Comprobar que no siempre lo que ha producido risa o sonrisa a unos la produce a los demás. Dependerá de la situación, el momento y nuestros gustos o preferencias.

Contar en voz alta qué cosas nos provocan la risa de forma general: las cosquillas, los juegos, los payasos, una película de risa, un chiste... Prestar atención a la risa que puede producir una caída. Comentar que aunque la situación pueda parecer cómica la persona que se ha caído se ha podido hacer daño y no debemos reírnos. Proponer imaginar que son ellos los que se caen; preguntarles si les gustaría que los demás se rieran de ellos.

Pedir a los niños y niñas que cierren los ojos; sin que los demás lo vean, uno de ellos debe reírse en alto para que los demás intenten identificarle a partir de su risa.

Conversar en voz alta sobre cuál es nuestro estado de ánimo y de salud cuando nos reímos; por ejemplo, es difícil reírse cuando uno está enfermo o es difícil reírse cuando uno está triste.

Identificar personajes públicos (de tebeos, dibujos animados, actores…) que les resulten especialmente divertidos; comentar por qué.

Inventar entre todos un cuentecito cómico.

Hablar sobre si les gusta reírse y por qué.

Dibujar caras sonriendo y caras tristes; decir cuáles son las diferencias entre ambas: cómo está colocada la boca (hacia arriba o hacia abajo), cuál es la expresión de los ojos...

Confeccionar entre todos con distintos materiales algún personaje especialmente cómico. Inventar su historia, destacando que es muy feliz y por eso siempre está alegre y riendo.

Dialogar sobre otras acciones con distintas partes del cuerpo que empleamos para mostrar alegría: dar palmadas, dar saltos, bailar... Decir si ellos también las utilizan para manifestarla.

Taller de plástica.

Hacer «tortas» con plastilina o arcilla. Perfilar sobre ellas con un lápiz los gestos de una cara risueña.

Taller de teatro.

Vestirse con elementos diversos para crear disfraces fantásticos, curiosos, divertidos…; observarse los unos a los otros, hacer un desfile y votar qué disfraz ha parecido más cómico.
Utilizar estos disfraces para interpretar escenas divertidas que provoquen risa: poner posturas cómicas, poner caras raras, imitar exageradamente animales…

Otras ideas:

Acudir, si es posible, a un teatro de títeres o teatro infantil divertido; verbalizar después qué momentos les han hecho más gracia, cuando se han reído más y por qué.

Visitar un parque de atracciones o un circo; hacer una puesta en común de aquellas atracciones o actuaciones que sean más divertidas.