La pasta, el arroz y las patatas en nuestra dieta

Los cereales son un alimento básico en una dieta equilibrada.

pasta

Las diferencias entre cereales integrales o los refinados no están en las calorías, ya que ambos tienen parecida cantidad. Está en la cantidad de fibra, en el contenido nutritivo y en la velocidad de absorción de los hidratos
de carbono y como afectan a los niveles de glucosa en sangre.

Los cereales integrales están menos procesados y mantiene más minerales, más cantidad de fibra y su índice glucémico es más bajo. Es decir que son más nutritivos, producen más sensación de saciedad y reparten más la energía que aportan, que se va absorbiendo más despacio por lo que se controlan más los niveles de azúcar en sangre.

Existen muchos tipos de pasta, la más conocida es la seca elaborada con sémola de trigo duro, también existe la fresca que requiere menos tiempo de cocción y que hay que conservarla en el frigorífico, normalmente lleva harina de trigo y huevos. También existen otras las enriquecidas con otros alimentos como verduras, carnes…

También existe la pasta sin gluten que suele ser de harina de maíz o de arroz.

La pasta es rica en hidratos de carbono, también contiene un porcentaje de proteínas y es baja en grasa.

Es importante cocerla “al dente” para que los niveles de glucosa no se eleven en sangre de una forma rápida.

Una ración de pasta suele ser unos 70 g, estos tienen unas 252 Kcal. Es decir, que el mito de que la pasta engorda mucho viene más de los acompañamientos que de la propia pasta, por ejemplo: 125 g de nata (1 vasito pequeño) y dos lonchas de bacón (50 g) contienen 850 Kcal.

Siempre es más saludable la opción de pasta integral.
Se aconseja consumir pasta o arroz 2-3 veces por semana. El pan es recomendable en todas las comidas del día.

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