¿Qué es el síndrome del torniquete? ¿Cómo curar el síndrome del torniquete?

¿Mi bebé tiene el síndrome del torniquete del dedo del pie? ¿Qué es eso?

El síndrome del torniquete en el dedo del pie es una afección común en la medicina de urgencias pediátricas, aunque está relativamente poco documentada.

Si tu bebé llora constantemente sin motivo aparente, y has agotado todas las demás posibilidades, observa detenidamente sus pies. Es posible que un largo mechón de pelo se haya enredado con fuerza, y de forma dolorosa, en un dedo del pie.

¿El resultado? Una afección conocida médicamente como síndrome del torniquete de pelo, síndrome del torniquete de hilo de pelo o, en el caso de los dedos del bebé, síndrome del torniquete de dedo.

Un torniquete de pelo se produce cuando un mechón de pelo largo se enrolla alrededor de un apéndice que sobresale. Puede afectar a varias partes del cuerpo, como los dedos, los genitales externos y el muñón umbilical, pero el lugar más común con diferencia es el dedo del pie del bebé.

Cuando una mujer se queda embarazada, los cambios hormonales que se producen provocan el crecimiento de un cabello más abundante y lleno. Esas alteraciones hormonales se revierten tras el parto, lo que suele provocar la caída del cabello materno.

Además, las madres primerizas pasan mucho tiempo pendientes de sus hijos más pequeños. Así que es fácil que un largo mechón de pelo se enrede accidentalmente en el dedo del pie del bebé.

El cabello humano se alarga cuando está mojado y se encoge cuando se seca. A veces se encoge mucho. Por eso, si un mechón suelto de pelo mojado se enrolla accidentalmente alrededor del dedo del pie de un bebé, tiende a contraerse al secarse, hasta convertirse en lo que los médicos llaman estrangulamiento del apéndice.

El resultado principal de un torniquete capilar es el dolor, por lo que los síntomas más notables serán los métodos que utilice el bebé para significar su malestar.

Como los torniquetes de pelo suelen producirse en bebés menores de seis meses, no tienen el vocabulario necesario para explicar verbalmente el problema. Así que el síntoma principal será el llanto constante e inconsolable.

Una vez alertados por el llanto incesante e inexplicable, los padres deben comprobar si hay un dedo de la mano, del pie u otro apéndice descolorido y/o hinchado. Si no se ve ningún pelo, hay que buscar una hendidura o surco que pueda estar ocultando el propio torniquete. Los informes de casos describen surcos profundos y circunferenciales con una gran hinchazón.

La constricción provocada por un torniquete capilar puede cortar la circulación sanguínea. Las venas se ven afectadas primero porque están más cerca de la superficie.

Si la afección no se corrige rápidamente, el flujo sanguíneo arterial más profundo puede verse obstaculizado. Esto puede provocar la necrosis del tejido, es decir, la muerte de la carne que rodea la constricción.

Si la constricción continúa sin disminuir, el pelo puede cortar la piel. A su vez, la piel puede crecer sobre el pelo estrangulador, haciendo que el torniquete sea prácticamente indetectable. En casos extremos, se produce un proceso llamado autoamputación. En los casos en que la afección se descuida durante mucho tiempo, el pelo puede llegar a entrar en contacto con el hueso y erosionarlo.

Si puedes localizar visualmente el vello, a simple vista o con una lupa, es posible que puedas retirarlo simplemente con unas pinzas.

Si el torniquete de pelo ha provocado una laceración, se trata de una urgencia pediátrica. Lleva a tu bebé directamente a un servicio de urgencias para que reciba tratamiento médico inmediato.

El tiempo necesario para la recuperación completa es muy variable. Puede ser desde unos minutos hasta semanas antes de lograr una resolución completa. En los casos graves, que dan lugar a una erosión ósea o incluso a una amputación, los daños residuales pueden durar toda la vida.

PREVENCIÓN DEL TORNIQUETE DEL PELO

  • Cepíllate el pelo con frecuencia, para eliminar los pelos sueltos que puedan caer sobre tu bebé.
  • Mantén el pelo recogido cuando lo cambies, lo bañes o juegues con él.
  • Revisa con frecuencia los dedos de los pies y de las manos de tu bebé en busca de signos de pelos constrictivos.
  • Examina el interior de la ropa de tu bebé, en busca de hilos o pelos sueltos.

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