¿Qué causa la enfermedad de boca, manos y pies?

Ampollas rojos en los pies, las manos y la boca... Es muy posible que tu hijo haya contraído el síndrome mano-pie-boca. Esta infección viral benigna puede hacer que un niño con esta enfermedad esté de mal humor, con fiebre y cansado. He aquí algunos consejos para reconocer esta enfermedad infantil.

Síndrome mano-pie-boca: ¿Qué es?

Tu hijo ha comido bien, ha dormido bien y el ambiente es sereno. Sin embargo, tu bebé no está un poco malhumorado y quizás un poco más cansado de lo habitual. Si ves pequeñas manchas rojas en sus pies, manos y dentro o alrededor de su boca, probablemente tenga la enfermedad mano-pie-boca. Las ampollas también pueden aparecer en las piernas y las nalgas. Para distinguir estas manchas de las de la varicela o el sarampión... y reaccionar lo mejor posible, es necesario hacer algunas precisiones.

El síndrome mano-pie-boca es una infección vírica leve, que es una enfermedad común en la infancia y que suele producirse desde la primavera hasta el otoño.

Las causas

La causa de este síndrome no es un solo virus, sino un tipo, el Coxsackie grupo A, de la familia de los enterovirus que suele ser más activo en verano y a principios de otoño.

La diferencia es significativa, lo que significa que si el niño ha contraído uno de los virus de esta familia, será inmune a él, pero esto no impedirá que se infecte por un virus con otro serotipo, aunque sea un enterovirus.

Cuando los virus no tienen ninguna similitud entre sí, los anticuerpos contra uno no protegen en absoluto contra otro.

El periodo de incubación, es decir, el tiempo que transcurre entre la infección y los primeros síntomas, es de 2 a 10 días. Esta enfermedad altamente contagiosa afecta principalmente a los niños de entre seis meses y cinco años de edad.

El virus de la enfermedad de manos, pies y boca se encuentra en:

  • En la saliva.
  • En las secreciones, como las heces.
  • También está presente en las vesículas típicas de la enfermedad.

El virus sobrevive el tiempo suficiente en objetos inanimados (juguetes, superficies de trabajo, etc.) para pasar de una persona a otra sin que necesariamente tengan contacto directo.

Prácticamente todos los niños se contagian de este virus, sobre todo entre los 6 meses y los 4 años, cuando están en grupos. Los niños pequeños que son atendidos en una escuela infantil o por una niñera que tiene varios niños a su cargo son los más afectados por el síndrome mano-pie-boca. Están en contacto permanente, estornudan en la nariz de los demás, se meten objetos en la boca y se contaminan mutuamente con una rapidez desconcertante.

Para evitar el contagio en la medida de lo posible, recuerda lavarte bien las manos antes de preparar las comidas, después de sonar la nariz de tu hijo o de cambiarle el pañal, o después de ir al baño.

La incubación dura entre tres días y una semana, lo que significa que el niño ya es contagioso antes de que haya tenido un solo síntoma que sugiera la enfermedad, y es contagioso algún tiempo después.

El virus se encuentra efectivamente en las secreciones tres meses después de la recuperación. Esto explica su grado de contagio.

Síntomas de la enfermedad de manos, pies y boca

A diferencia del sarampión, la enfermedad de boca, manos y pies no provoca una erupción generalizada ni fiebre alta. La temperatura puede subir hasta 38°C al principio, pero bajará en 24 a 48 horas. Los granos también se diferencian de los de la varicela en que no suelen picar ni formar costras. Suelen remitir en 4-7 días.

Sin embargo, en la mayoría de los casos se produce la clásica evolución de una infección vírica de tipo gripal. Los principales síntomas son:

  • Rinitis (goteo nasal).
  • Ojos llorosos.
  • Fiebre o febrícula.
  • Dolores de cabeza.
  • Aumento de la temperatura.
  • Dolor de garganta.
  • Tos.
  • Dolor de estómago.
  • Incluso náuseas y diarrea.

Los síntomas más espectaculares son las ampollas que aparecen:

  • Alrededor de la boca.
  • En las palmas de las manos.
  • En las plantas de los pies.
  • En la parte superior de los muslos alrededor del pañal del niño.

En el síndrome mano-pie-boca, las ampollas son muy pequeños y su número es variable. La mayoría de las veces, la erupción es indolora, excepto cuando los granos llegan a la boca. La garganta puede enrojecerse y los granos parecen aftas, a veces presentes en la lengua.

Tratamiento del síndrome mano-pie-boca

Es sencillo, ¡no hay nada que puedas hacer para tratar esta enfermedad infantil! Al cabo de 5 ó 6 días, los granos desaparecerán espontáneamente.

No pinches las ampollas ni pongas ningún producto innecesario en ellos. Para aliviar los síntomas, como la fiebre o el posible dolor en caso de brote en la boca, puedes dar a tu hijo paracetamol, pero no te preocupes, no debería sufrir demasiado. Se pueden prescribir antisépticos para desinfectar las lesiones resultantes de la erupción de los granos.

La hidratación es esencial, así que asegúrate de dar de beber mucho líquido varias veces durante el día. Esto también ayuda a hidratar la boca, que está más seca debido a las ampollas. Lo ideal es ofrecer agua, ya que los zumos de frutas pueden ser ácidos y empeorar la sensibilidad bucal.

Los alimentos sólidos pueden ser difíciles de comer con las lesiones, por lo que las sopas o papillas pueden ser más apropiadas mientras las pápulas se curan. Ten cuidado de no dar comidas demasiado calientes, que pueden aumentar el dolor.

Prevención del síndrome mano-pie-boca

Para evitar la transmisión del virus, es esencial:

  • Limpia tus manos y las de tu hijo regularmente, especialmente después de ir al baño o de cambiar el pañal, y antes de comer.
  • Desinfectar los juguetes y objetos utilizados por el niño enfermo.

Síndrome mano-pie-boca y embarazo

Las mujeres embarazadas no inmunes deben evitar contagiarse, ya que el virus aumenta el riesgo de aborto en el primer trimestre del embarazo y requiere un control ecográfico a partir de entonces.

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