Cómo Prevenir las muertes de niños en vehículos calientes

En los últimos tiempos, hemos escuchado muchas historias de niños pequeños que se dejan en el coche en un caluroso día de verano. ¿Cómo puedes evitar que esto ocurra y termine en tragedia?

¿Por qué ocurre esto?

Desgraciadamente, lo más frecuente en estos casos es que los padres se olviden de su hijo en el coche. El estrés, la fatiga, las distracciones (por ejemplo, los teléfonos móviles en el coche), las preocupaciones familiares y laborales y los cambios de rutina contribuyen a este aumento. Y estas son situaciones que todos los padres experimentan en un momento u otro. Todos los padres corren el riesgo de olvidar a su hijo en el coche.

Nuestro cerebro puede jugarnos una mala pasada cuando estamos cansados, preocupados o estresados. La rutina, por ejemplo, puede hacernos actuar como si estuviéramos en "piloto automático". Un simple cambio de rutina (que uno de los padres lleve al bebé a la guardería en lugar del otro) o una distracción (una llamada telefónica importante en el camino) pueden ser suficientes para que te olvides de tu hijo en el coche.

Si el niño está tranquilo, el padre puede salir del coche convencido de que ha parado en la guardería por la mañana. El cerebro crea entonces un falso recuerdo.

En otras ocasiones no se trata de un despiste. El adulto deja al niño unos minutos para ir a buscar el pan, el periódico o hacer algún recado rápido. 

Recomendaciones

  • Pon en el asiento trasero algo que tengas que recuperar antes de salir del coche. Esto te permitirá ver a tu hijo en el asiento del coche (por ejemplo, el bolso, la cartera, el teléfono móvil, la tarjeta para fichar en el trabajo, etc.).
  • Pon un juguete o peluche en el asiento del coche de su hijo. Cuando tu hijo esté sentado en su silla, coloca al perrito en el asiento delantero para que te recuerde su presencia.
  • Pon una alarma en tu móvil a la hora que sueles llegar a la guardería. Te recordará que debes comprobar que tu hijo no está en el coche.
  • Procura estar más atento cuando haya un cambio en tu rutina.
  • Pide al educador de tu hijo que te llame cuando no llegue a la hora habitual.

Calor + coche = combinación peligrosa

Aunque sea para hacer un recado durante unos minutos, nunca dejes a tu hijo solo en el coche. En verano, la temperatura en el interior de un coche aumenta muy rápidamente. Puede alcanzar los 50°C en una hora si hay 26°C en el exterior. En contra de la creencia popular, dejar la ventanilla entreabierta no frena el calentamiento del interior del coche.

La temperatura corporal de un niño aumenta de 3 a 5 veces más rápido que la de un adulto. Un bebé que se deja en un coche en verano puede sufrir un golpe de calor tras sólo unos minutos. El golpe de calor se produce cuando la temperatura corporal supera los 40°, lo que puede ser mortal.

El coche no es para jugar

Cierra siempre las puertas de tu coche, incluso cuando esté aparcado en la entrada o en el garaje, para que ningún niño pueda entrar sin supervisión. Las llaves tampoco deben ser accesibles. Enseña a tu hijo que el coche no es un lugar para jugar.

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