Cuidado de la piel del bebé: lo que hay que saber

Las lociones, jabones, toallitas y otros productos comerciales para el cuidado de la piel no suelen ser necesarios para la piel de tu bebé. Algunos pueden incluso causar problemas de salud. Esto es lo que debes saber.

¿Por qué debemos cuidar la piel del bebé?

La piel del bebé es fina, frágil y sensible. Todas estas son buenas razones para cuidarlo con la mayor atención.

La piel del bebé no le permite defenderse bien de las agresiones del entorno exterior (viento, sol, cambios de temperatura, contaminación...).

De hecho, en los recién nacidos, la dermis, la capa más gruesa de la piel, es todavía muy delgada al nacer. Las fibras elásticas y los haces de colágeno son mucho más delgados que en los adultos. Como resultado, la barrera formada por la dermis es todavía muy permeable.

Del mismo modo, la epidermis, la capa más superficial de la piel, contiene muy pocos melanocitos (las células responsables de la pigmentación). Esto explica por qué la piel muy blanca de los bebés es extremadamente sensible a la radiación ultravioleta.

En cuanto a las glándulas sebáceas del bebé, todavía no cumplen todas sus funciones. Finalmente, permiten la secreción de una película protectora impermeable y antibacteriana (basada en el sudor y el sebo): la película hidrolipídica.

Además, las glándulas sudoríparas, que también son inmaduras, se concentran en las palmas de las manos, los pies y la cabeza del bebé. Como resultado, los bebés no regulan bien su temperatura: reaccionan exageradamente al calor y al frío.

A medida que crecen, todas las funciones de la piel se van acomodando, la sensibilidad desaparece y la piel se defiende cada vez mejor.

¿Cómo proteger la piel de los bebés?

Por lo tanto, es necesario proteger la frágil piel del bebé de los efectos nocivos del sol:

Pero también de las agresiones externas (que pueden inducir sequedad, irritación o infecciones de la piel):

  • Reforzando la película hidrolipídica con una crema hidratante adecuada.
  • Mantener la neutralidad del pH de la película hidrolipídica con productos de higiene suaves, ayuda a combatir el desarrollo de microorganismos patógenos.

¿Qué jabón, crema o champú utilizar?

¿Cómo cuidar la piel del bebé?

No es necesario comprar muchos productos para proteger y cuidar la piel de tu bebé. Se puede hacer mucho con una toalla pequeña o esponja, agua caliente y un poco de jabón.

Estos son los cuatro productos básicos que los expertos recomiendan para el neceser del bebé:

  1. Un jabón suave y sin perfume o un limpiador sin jabón. Estos productos suelen tener un pH cercano al de la piel, lo que los hace menos irritantes.
  2. Un champú suave y sin perfume.
  3. Una crema hidratante sin perfume que se aplica sólo en las zonas secas según sea necesario.
  4. Una crema de óxido de zinc sin perfume diseñada para combatir la dermatitis del pañal. Si lo utilizas como prevención, elige una concentración del 10 al 20%, o sustitúyelo por vaselina. Pero si las nalgas de tu hijo están muy rojas, necesitas una crema que contenga hasta un 40% de óxido de zinc.

En todos estos casos, elije productos sin perfume y libres de sustancias nocivas o potencialmente nocivas. Sin embargo, no es necesario que lleven la etiqueta "para niños".

Productos para evitar

  • Los derivados de los sulfatos.
  • Fenoxietanol, que es un conservante. Puede causar eczema y urticaria.
  • Los ftalatos, disruptores endocrinos que pueden actuar sobre el sistema hormonal.
  • Parabenos.
  • La metilisotiazolinona (MI o MIT) y la metilcloroisotiazolinona (MCI), que actúan como conservantes y pueden provocar alergias. Evita los ingredientes que terminen en "tiazolinona".
  • Perfume.
  • Tintes.
  • Alcohol.
  • Agentes espumantes, porque son demasiado irritantes.

Las toallitas para el culete no siempre son necesarias

Las toallitas son cómodas, pero suelen ser innecesarias cuando estás en casa. Las toallitas y el agua jabonosa son ideales para el cambio de pañales. Si decides comprar toallitas, elige las que no contengan alcohol, fragancia ni ingredientes no deseados. Y lo que es más importante, nunca las tires por el inodoro, aunque el envase diga que puedes hacerlo.

Después de un cambio de pañales, lo mejor sería dejar a tu hijo sin pañales durante un tiempo, para que su culito pueda secarse al aire libre. Sin embargo, en la mayoría de los casos, esto no se hace. Para reducir el riesgo de sarpullido, lava suavemente la parte inferior con agua y séquela bien. Si la erupción de tu bebé es pequeña, aplica una crema de óxido de zinc (con una concentración del 10-20%) o vaselina.

Según los expertos consultados, todos los polvos de talco y similares están desaconsejados, ya que aumentan el riesgo de que tu hijo sufra problemas respiratorios. Y algunos pueden causar o empeorar una infección.

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